Cash me estaba evitando.
No era idiota, podía darme cuenta porque cuando iba a la biblioteca como siempre, nunca lograba localizarlo. Sonaba exagerado, lo sé, al principio pensé que otra vez estaba enfermo, pero cuando le pregunté a Sky me dijo que se encontraba en perfectas condiciones. Tuve que atreverme a ir hasta Lillian, pero sólo me daba vaga respuestas de dónde se supone que estaba, y más de una vez, quedó con la mirada fija en mí, como esperando algo.
Y si antes Cash no contestaba mis mensajes, ahora ni los veía. Llegué a un punto en donde me frustré tanto que golpeé a James cuando encogió los hombros tras preguntarle el paradero de mi mejor amigo. Lo que me molestó no fue eso, sino que sonreía ampliamente, como pareciendo disfrutar de todo.
-¿Te parece gracioso? -Le chillé alterada después de abofetearlo-. ¿Si te golpeó más abajo seguirás sonriendo?
-Si lo haces con suavidad, hasta lo disfrutaré -Tuvo la osadía de decir.
No le seguí el juego y me fui. Tuve la leve esperanza de que Cash estuviera escuchando porque eso mismo iba a pasarle por frustrarme tanto.
Intenté disimular mi malhumor pero las bromas salían demasiado forzadas junto con las risas. Las tres mosqueteras se dieron cuenta al instante pero, aunque suene imposible de creer, no iniciaron un interrogatorio. Al parecer si les afectó a Abby y Hil que les confirmara lo entrometidas que podían llegar a ser, y de seguro el mensaje llegó a oídos de Summer.
Se los agradecía, aunque había una pequeñísima parte de mi que quería que me ayudaran a cazar a Cash.
Estaba comprando mi almuerzo con pocos ánimos cuando Derek apareció a mi lado con su bandeja ya lista.
-Hola, dulzura -Saludó arrancando la cuchara de plástico de mi mano-. No necesitas esto.
-¿Quieres que coma el flan con las manos?-pregunté, alargando mi mano para quitársela.
-Aunque suene entretenido, no -dijo colocándola en su bolsillo fuera de mi alcance-. Pero tampoco quiero que te suicides con ella.
-¿Se puede? -pregunté, riendo en voz baja.
-No lo sé, y no quisiera saberlo, dulzura -Pellizcó mi nariz-. Mejor prevenir que lamentar.
Tomó mi mano sin dejarme protestar y me llevó hacia la mesa donde nos esperaban los demás.
-¿Estudiaron para los exámenes? -preguntó Abby apenas nos sentamos, y clavó especialmente su mirada en Hil y en mí.
-Por supuesto -murmuré sin apartar los ojos de mi almuerzo.
-Ya sabes la respuesta -contestó Hilary sin inmutarse.
-Chicas -Abby suspiró recordándome a una madre decepcionada de sus hijas-, son los finales y quisiera que mis amigas se graduaran conmigo, ¿es mucho pedir?
-Oye, ¿por qué no hostigas a Summy? -Me quejé viendo como la susodicha devoraba su sándwich-. La ves tranquila, pero de seguro ni sabe que hay exámenes.
-Para tu información -dijo luego de tragar-, Sky está haciendo el trabajo por Abby.
-Acostúmbrate, cariño -Derek le sonrió-. Antes el cielito me molestaba a mí, ahora te toca.
-Qué exagerado -murmuró Sky jugueteando con el pelo de Summer-. Es nuestro último año, tú también deberías esforzarte.
Recordé al instante que Sky y Derek iban a la universidad el próximo año, al igual que Cash. Me embargó aún más la tristeza, y al parecer no fui la única, porque Summer dejó de comer, Abby apretó los labios y Hilary estudió sus uñas de mala gana, fingiendo desinterés.
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First love of book (FK #2) [corrigiendo]
Novela JuvenilLa mayoría de las lectoras fans del romance sueñan con un amor de libro. Donde el chico de sus sueños es hermoso, valiente y bla, bla, bla. Valerie O'Connell vivió toda su vida llena de mentiras, pero no bromeaba cuando un nuevo amor literario robab...