Lienet [TodoKamiTodo]

Capítulo 5: El secreto es revelado ☕

Pasaron unas horas más tocando, mientras que algunos se unieron a cantar con Jirõ. Todoroki solo estaba distraído, se sentía al mismo tiempo triste por no haber saludado a sus primos Reiji y Hideaki, pero la presencia de Tõya lo cambiaba todo.

Quisiera que las cosas con su familia no hubiesen terminado de aquella forma pero, era inevitable que pensarán que era un monstruo que avecinaba tragedias, era por eso que si veía que alguien de sus clientes o algún familiar de ellos, estaba por morir prefería quedarse callado. Aprendió su lección con la muerte de su madre, cuando su padre lo culpó por todo y huyó de casa. No es que lo hubiese corrido de su casa. Simplemente Todoroki no soportó más sus reclamos y huyó, y a pesar de ello, Enji jamás lo fue a buscar. Pues era imposible que ningún miembro de su familia se hubiera dado cuenta de quién era realmente Lienet. Incluso su hermana al enterarse lo encontró por esa misma razón, y de vez en cuando salían los dos juntos. Sus primos también lo fueron a visitar a su lugar de trabajo, asombrados de que se hubiese hecho un famoso vidente en tan poco tiempo, y por supuesto que también salía con ellos.

—¿Qué pasa, Shõto-kun? ¿Te sigues sintiendo mal? —se acercó Uraraka al poder presenciar la tristeza y preocupación marcada en el rostro del bicolor.

—Supongo, quizá solo necesite de aire libre —respondió el bicolor un tanto cortante y con seriedad.

—¿¡Qué le hiciste bastardo pikachu!? Claramente está así desde que se regresaron de repente —Bakugõ fue el primero en mirar a Kaminari el cual se puso nervioso.

—¡Yo no le hice nada! —se quejó el rubio, haciendo un leve puchero en su dirección.

—Kaminari tiene razón, no me hizo nada. Esto es más personal, y perdón si mi cambió de humor los incomoda —se disculpa el bicolor poniéndose de pie del suelo—. Creo que me iré a casa —responde Shõto sin más, pero Kaminari le detiene del brazo.

—No te vayas, se que esto es difícil para ti, Shõto. Pero somos amigos, si tú estás mal, nosotros estaremos aquí para hacerte sentir bien, podríamos llevarte a un lugar de aquí... ¿¡qué te parece si vamos a patinar sobre el hielo!? —responde Kaminari, iluminando los rostros de los chicos.

—¡A la pista de patinaje, no! —responde Yaoyorozu, logrando que sus amigos la miren extrañados por su forma de actuar.

—¿Qué pasa cola de caballo? ¿Acaso no sabes patinar sobre hielo? —alardea Bakugõ al ver el rostro nervioso de la chica perfeccionista del Blue World.

—Tu cállate, bomba explosiva. Yaomomo sabe patinar mil veces mejor que tú —respondió Jirõ en defensa de la chica de cabello azabache.

Bakugõ chasquea su lengua cruzado de manos por semejante comentario. Ya le restregaría a esa perra lo bien que patinaba sobre hielo.

Mientras tanto Lienet miró a los ojos a la de cabello negro, tratando de averiguar porque el de su nerviosismo. Y fue allí que lo vio, la cara del bicolor pasó a una de seriedad a una suave sonrisa. Parecía que la tarde ya comenzaba a mejorar para él.