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En la sala de entrenamiento solo se escuchaba golpes y pequeños sonidos de fuerza de la chica. ____ siempre entrenaba antes de comer, para poder coger más fuerzas en la comida y seguir entrenando.
Su especialidad son las artes marciales, parecido a Sanji, pero usando sus manos. No dudaba en usarlas para protegerse a ella misma o a los demás.
Se escuchó un último golpe, más fuerte que los demás, dando como finalizada aquella serie de ejercicios. Al ir a beber agua se da cuenta que no queda.
-Debo pedirle a Franky que ponga una nevera aquí -pensó en voz alta mientras baja a la cocina.
Aún quedaban unas horas para comer, por lo que Sanji no se encontraba cocinando. Dado esto, se extrañó al escuchar unos ruidos en la cocina.
Al entrar comprobó sus sospechas: era Luffy de nuevo buscando comida.
-Luffy~ Sanji viene de camino~
-¡¿Sanji?! -el monito levantó la cabeza, dejando vez una manzana casi acabada en su boca- ¡Oe, ___! ¡No me asustes así!
-Pues deja de rebuscar como perrito abandonado en la nevera..
-¿Acabaste tu entrenamiento? -rápidamente cambió de tema. Típico de Luffy.
-Solo para coger agu- -algo o alguien le impidió seguir.
Sobre sus labios se encontraba los del pelinegro roba comida. No dudó en seguirle el beso, era irresistible. Aquellos labios le derretía con solamente mirarlos.
-Has comido chocolate -susurró ____ sobre sus labios cuando se separaron por la falta de aire.
-Me pillaste -soltó una carcajada- Pero así es mejor, mucho más dulce.
-Tú ya eres dulce, Luffy -antes de que pudiera probar de nuevo aquellos labios, una voz le interrumpió.
-¡¿Que te has comido el chocolate?! -un furioso Sanji apareció detrás de ambos- ¡____-san! -sus ojos se volvieron corazones al ver a la chica- ¡Que bien te queda la ropa de deporte, ____-san!
-¡Oe! ¡No la mires! -Luffy abrazó fuerte a la chica- ¡Es mi novia!
-Tranquilo, futuro rey de los piratas -posó sus labios en su suave mejilla para intentar calmarlo del cocinero.
-Tienes suerte de tenerla, capitán -encendió uno de sus cigarros- Cuídala bien o te patearé el trasero.
-Claro que la cuido, ¡es la futura reina de los piratas!
-¡Luffy! No lo digas así... Tan bruto como siempre -la chica, sonrojada, esconde la cara en el pecho del chico.
-ShiShiShiShi -se rió con su característica risa- ¡Es la verdad! ¡Eres mi novia, por lo que te convertirás en la reina de los piratas cuando yo sea el rey!
-Luffy -intervino el cocinero- Para que sea tu reina, tenéis que estar casados.
-¡Entonces nos casaremos!
-¡No lo decidas tú solo, Luffy! -reprochó el rubio.
-Sanji, tranquilo, aún puedo ser la reina sin casarnos, ¿a que sí? -miró a su adorable novio.
-¡Sí!
El rubio salió de la cocina echando humos, dejando a la joven pareja en intimidad.
La chica abrazó fuerte a su novio. Adoraba a aquel chico que le salvó la vida. Es un ser de luz.
-Oe, ____, ¿puedo ver cómo entrenas? -preguntó con un tierno puchero, aún sabiendo la respuesta.
-Claro que sí, sabes que siempre eres bienvenido cuando entreno, sin molestarme, claro.
Finalmente ambos subieron pero ____ no entrenó. No podía concentrarse con la mirada de su chico. Acabaron ambos sentados mientras se besaban y acariciaban el uno al otro con todo su amor.
