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En la cubierta del Thousand Sunny se escuchaban gritos de alegría, algún que otro regaño y música proveniente del violín de Brook. Esta situación era común en el barco de los Mugiwaras, pero esta vez tenían una razón muy obvia: habían conseguido una nueva nakama.
Su nombre es ____. La banda pirata se encontraron con ella al descansar en una isla y para recoger medicina.
____ era ya famosa por ser una buena ladrona con grandes habilidades de lucha. Esto se debe a su Akuma No Mi. Esta fruta le permitía convertirse en una persona muy veloz, por lo que sus enemigos apenas le veían. Su recompensa no es muy alta y era debido a lo mismo: su habilidad le permitía no ser vista, por lo que solamente tenían un boceto suyo y no mucho más de 10.000 berries.
En aquella isla, la navegante Nami la pilló robando cuando ella imitaba su acción, por lo que se convirtió en una batalla por quien roba más tesoros a aquellos piratas que dejaron sus barco sin vigilar. La victoria se la llevó la morena ____.
A pesar de aquello, a Nami le agradó la chica y estuvieron juntas lo que quedaba de día. A la hora de despedirse, ____ acompañó a la pelinaranja al barco, por lo que el cocinero y el esqueleto no pararon de decir sus típicas frases al ver una mujer. el primer pensamiento de la chica fue lo asqueroso que era aquello.
El capitán, al verla, no dudó ni un segundo en pedirle, u obligarle, a que se uniera a su banda. ____ dudó pero aceptó tímidamente.
En la actualidad la joven y novata ____ comía la delicia comida de Sanji mientras miraba a sus nuevos nakamas.
Al pasar la mirada por las dos únicas chicas, una gran inseguridad le atacó. Tanto Robin como Nami eran preciosas y sumamente inteligentes. Cada una destacaba en lo que mejor se le daba y eso les hacía imprescindible en la tripulación.
–Oe ____. -el capitán llamó su atención, con la boca llena. –¿Qué se te da bien?
Maldita pregunta. La joven se quedó en silencio, haciendo esperar a los demás. Su mente quedó en blanco.
–Bueno... Yo... Soy rápida. -dijo, o susurró, tras unos segundos.
____, sin levantar la cabeza, utilizó su habilidad para ir al otro lado de la mesa y cogerte un poco de comida a Usopp.
–¡WOW! -exclamaron Usopp, Luffy y Chopper.
–Sí que eres rápida, ____. -comentó Robin.
–Gracias. -sonrió levemente, provocando que Sanji se desmayara. –¿Se encuentra bien? -se preocupó al verle caer de golpe.
–Sí, es común que le pase, no te preocupes. -le calmó Franky, el carpintero cyborg.
Todos terminaron de comer, pero ____ fue la primera en levantarse y salir de la cocina. Se apoyó en la barandilla y miró sus piernas con asco. Eran demasiados musculosas y gruesas comparado con las de Robin y Nami.
Mientras pensaba, alguien salió de la cocina, caminando hacia la chica sigilosamente. No se dio cuenta hasta que escuchó su voz. No reconoció quien era ya que fue el único que no habló.
–Te preocupas demasiado, ____.
–Zoro... -levanta su cabeza y mira al espadachín. –¿Cómo sabías que...?
–Mirabas hacia tus piernas y frunciste el ceño, es obvio que algo o alguien te preocupa.
–Eres observador, me has sorprendido.
–Que me falte un ojo no significa que esté ciego. -esa frase le robó una pequeña sonrisa a la chica. –Además conozco esa expresión. Te sientes mal por no tener un cuerpo más femenino, ¿no?
–Oye, mi cuerpo es femenino porque yo soy una mujer. -mira al espadachín quien rodó el ojo dándole la razón. –Si refieres a que no soy tan delgada como Nami o Robin... entonces sí.
El silencio abundó en aquella parte del barco. ____ pensó por un momento que no debió abrirse o al menos tan pronto. Pensamiento que desaparecieron al sentir la grande y cálida mano de Zoro en su cabello.
–Tus piernas están perfectas, ____. -la nombrada le miró durante un segundo para luego apartar la mirada totalmente sonrojada. –Piensa que si tuvieras las piernas como ellas, con tu habilidad te harías daño. Eres perfecta.
Zoro desliza su mano por el cabello suave de la chica, intentando controlar sus nervios que aparecieron con la última frase.
Unos segundos después, la puerta de la cocina se abrió y salió un Sanji muy enfadado.
–¡Marimo! -llamó la atención de la pareja mientras bajaba por la escalera. –¡No vuelvas a mencionar las preciosas piernas de ___! ¡Tu boca lo estropea todo!
–Sanji, relájate. -intentó calmar Nami. –¿No ves que ha sido un flechazo entre esos dos? Déjales solos.
–Lo hago porque me lo dice Nami-swan y son ordenes para mí. -volvió con corazones en los ojos al lado de Nami. –¡Ni se te ocurra tocar a mi dama con tus sucias manos, marino!
–¡Como si te fuera a hacer caso, cocinero pervertido!
–Espera. -interrumpió la curiosa conversación Robin. –Zoro, ¿quieres tocar a ____?
Un silencio incómodo se formó en el barco, a excepción de la cocina donde estaba Luffy peleando con Usopp por la comida aún. Este silencio se rompió por el grito de Sanji maldiciendo al peliverde y las risas de dos chicas.
Tanto ____ como Zoro se miraron a los ojos para ponerse ambos colorados de vergüenza.
–¡E-eso no te incumbe, pervertido! -exclama Zoro para luego coger torpemente la mano de la chica y caminar a un lugar más privado, sin que los gritos de Sanji y las burlas de las chicas les interrumpieran.
