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En aquella isla se escuchaba un gran jaleo de voces cerca de la costa. Esto no significaba otra cosa que la celebración de una fiesta o un banquete.
Para variar, la banda pirata de los Sombreros de Paja estaban allí. Siempre estaban metidos en las mayores peleas o en las fiestas más ruidosas. Liándola como siempre.
¿Y que celebraban? Habían provocado la huida de una banda pirata que amenazaba a los ciudadanos de la isla durante varios años. Sí que se merecía una gran fiesta.
Y allí se encontraba una joven llamada ____ bebiendo con algunos de los habitantes del lugar, sin excederse. Podía aguantar el alcohol, pero no tanto como Zoro o Nami. Además, no quería tener al día siguiente un gran dolor de cabeza.
Se giró para coger algo de comida, pero una mano conocida se posó sobre la suya. Alzó la vista encontrándose con los ojos de su capitán.
Algunos como Brook o Usopp, ya estaban esperando la reacción posesiva de su capitán hacia la comida, pero su gesto hizo que su banda se quedara con la boca abierta.
-Cómetelo tú, ____ - el pelinegro apartó la mano y cogió de otro plato más comida.
-Luffy, te encuentras bien? -el doctor Chopper se acercó a él preocupado y asombrado.
-Tal vez tenga fiebre- comentó su cocinero.
-¿E-estás seguro que no le pasa nada, Chopper? -preguntó Usopp sin creerse lo que vio.
-Se encuentra bien... Pero no lo entiendo... ¿Será una nueva enfermedad?
-No es eso- intervino Robin con una sonrisa- Se llama amor, Luffy está enamorado de ____.
-Oe! Robin! Te dije que era un secreto! -el monito infló las mejillas a la vez que apartaba la mirada avergonzado.
____ aún estaba procesando la información. ¿Luffy, enamorado de ella? Sonaba como una broma, pero el rostro del chico lo confirmaba todo.
-Luffy -finalmente habló la chica- ¿Podemos hablar a solas?
Ambos se levantaron y fueron al barco. Luffy estaba nervioso, se notaba como jugaba con sus dedos rápidamente.
-____.
-¿S-sí, Luffy? -durante el camino no se atrevió a mirarle. Dijo de hablar con él sin saber que decirle.
-¿Me ayudas con esto? -el capitán le enseñó sus dedos liados los unos con los otros, formando una pelotea de dedos. Es lo malo de estar nervioso y ser de goma, supuso la chica.
-Eres único, Luffy -exclamó con una sonrisa tierna que provocó al contrario una sonrisa.
Con cuidado, la chica desenredaba los dedos del monito. Una vez libre sus manos, las acarició con cuidado.
Lo siguiente que notó ____ fue unos labios sobre los suyos.
No supo cómo reaccionar hasta unos segundos después. Cerró los ojos y llevó las manos al cabello de Luffy, acariciándolo lentamente.
Desde ese momento, desde ese beso, una nueva y bonita historia de amor nacía entre un capitán y una tripulante.
