¿Beso?

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Vegetta.

Guille me llamó para salir el fin de semana, todos estábamos invitados y también aproveche de decirle a Nieves que se incorpore con nosotros.

La idea es salir a una feria, donde allí hay juegos mecánicos, comida, un circo y muchas otras actividades interesantes. Según el pronóstico del tiempo, se esperaba una tarde no tan fría y agradable. Sin dudarlo, mucha gente participará con sus familias. En especial niños. 

Yo ya me encontraba listo para salir de mi departamento, tomé mis llaves para cerrar y camine hacia la puerta de mi vecino, toque el timbre y espere. 

En menos de dos minutos, Nieves abrió la puerta con una enorme sonrisa en su rostro. Parecía bastante emocionada, le devolví el gesto. 

-¿Ya están listos? –pregunté.

-Si –afirmó -¡Rubén! ¡Vamos! –gritó.

Detrás de ella, apareció el mencionado a paso apurado. Tomó sus cosas y juntos salimos hacia el ascensor. Fue imposible ignorar los latidos de mi corazón cuando lo vi, sin mencionar que estuve una hora buscando la ropa perfecta para esta salida, hasta acomodé mi pelo negro de manera distinta, pero me siento decepcionado al notar que ninguno de los dos se percató de ello.

¿Me habré esforzado sin sentido?

-¿Cómo estás Samuel? –preguntó el castaño.

-Bien, tranquilo –respondí -¿y tú?

-Bien, emocionado por conocer las ferias de aquí. 

-Estoy seguro que te va a gustar –sonreí.

Desde que pasó aquello en mi departamento, fingimos que nada sucedió entre los dos. No sé si fue un acuerdo mutuo, pero no volvimos a tocar el tema. 

Aunque algo si es cierto, he tenido constantes dolores de cabeza que no puedo explicar, sin mencionar que tengo sueños extraños que me hacen sentir triste a la hora de abrir los ojos. No entiendo que sucede. 

¿Deberé ir al médico? o simplemente, ¿me estoy sugestionando? 

Solté un pequeño suspiro que no pasó desapercibido por la señorita presente. 

-¿Todo bien? –inquirió clavándome sus ojos azules, pude ver un poco de preocupación en ellos. 

-Sí, solo pensaba en algunas cosas de la facultad –mentí.

Al menos fue creíble, ya que no preguntaron más sobre el tema. Llegamos al primer piso y en cuanto salimos del edificio, el auto de David ya nos esperaba a fuera. Tocó bocina a penas nos vio mientras que Alex y Guillermo saludaban emocionados desde la parte trasera del mismo. 

D-Hasta que por fin bajan.

-Tampoco nos hemos tardado mucho. 

R-Chicos, les presento a mi hermana. Ella es Nieves.

N-¡Hola! –dijo emocionada.

A-¡Hola! Me presento, yo soy Alex, él es Guillermo y el conductor es David.

N-Un gusto conocerlos chicos. 

D-El gusto es nuestro. Venga, suban.

Nos miramos por un momento, el auto es demasiado pequeño como para subir todos, lo que llamó mi atención fue ver que Alejandro no estaba en su típico asiento como copiloto.

-¿Quién va adelante?

D-Pues la señorita, ella debe ir cómoda, ustedes se las arreglan para entrar en la parte trasera. 

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⏰ Última actualización: Jul 06, 2020 ⏰

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