DIE TRYING | Scott Mccall¹

EPÍLOGO

Ninguna persona en la preparatoria Beacon Hills se había enterado de lo sucedido con Lara, a excepción de sus amigos. Trataron de contactar con su tutora legal, pero no daba ningún signo de vida, parecía como si la tierra se la hubiera tragado. 

Para los doctores fue algo extremamente confuso de explicar, terminaron determinando que la chica había estado con un trastorno llamado catalepsia, el cual consiste en un estado biológico en el cual la persona yace inmóvil, en aparente muerte y sin signos vitales, cuando en realidad se halla en un estado consciente, el cual puede a su vez variar en intensidad. Lara sabía que no era así, pero por el bien de las mentes de los doctores, asintió a la explicación que le dieron con una calma muy poco común en ella.

Jackson había insistido en convencer a sus padres para denunciar al hospital, sin embargo, Lara pudo pararlo antes de contarle la verdadera historia. 

Realmente, el primero que entró a la habitación de la morena fue Stiles Stilinski. El chico parecía estar muriendo ahí mismo, cuando Lara lo vio se sintió aliviada. El joven le contó todo lo sucedido, cuando le comentó que Allison había sido manipulada por Kate e hizo daño a Derek y Scott, la chica se enfureció. 

─ ¡¿Es estúpida?! ─había preguntado con rabia mientras se trataba de levantar para golpearla. Por supuesto, Stiles la detuvo advirtiéndole que aún no le habían dado de alta. 

El rencor que Lara sentía por la Argent menor ─con solo saber que había sido tan débil de mente─ había aumentado increíblemente. 

Stiles contó detalle a detalle sobre lo ocurrido. Lydia había recibido la mordida, Peter muerto al igual que Kate y Derek siendo el alfa. 

─Apuesto que se vio ardiente diciendo eso ─dijo la chica con una sonrisa traviesa. Stiles hizo una mueca de asco y movió sus manos como tratando de espantar la imagen. 

Cuando Lara le contó al chico todo lo ocurrido en su estado "muerto", se sintió liberada luego de unos segundos al verlo chillar de emoción y hablar sobre un juego que él coleccionaba desde niño, el cual era un juego de cartas con cromos y estatuillas coleccionables de la mitología griega. Lara no entendía nada pero al verlo tan entusiasmado, solo asintió a todo lo que decía y le prestaba atención. 

En un momento, Stiles se quedó callado mientras tenía la vista pegada a la pared como si estuviera recordando algo. 

─Por cierto ─se rascó la nuca─. Scott está detrás de la puerta, quería pasar y olvidé preguntarte ─se acercó a la chica y susurró─. Creo que está avergonzado por todo lo ocurrido entre ustedes, entre él y Allison. La verdad, creo que deberías ignorarlo... ¿No se vería muy mal en ti estar esperando a un chico que no da iniciativas? 

─ ¡Escuché eso! ─exclamó Scott detrás de la puerta. 

─Sal y dile que puede pasar ─el chico lleno de lunares se levantó de la silla─. Y creo que tienes razón, Stiles ─dijo antes de verlo salir. 

Claro que Scott McCall escuchó los latidos de la chica, notó que cualquier rastro de oportunidad con ella parecía desvanecerse. Cuando entró el hombre lobo, Lara le sonrió amigable. 

A decir verdad, algo en ella había cambiado. Se sentía completa y fuerte, de cierta manera. Más segura de lo que alguna vez estuvo. 

Scott se sentó donde anteriormente había estado su mejor amigo y apoyó su mano en la camilla. 

─Creo que hay que hablar...─comenzó el moreno, sin embargo, Lara alzó su mano haciendo un gesto para que guarde silencio y el chico obedeció. 

─Mira, McCall, no voy a esperar nada de ti ─dijo con voz clara y firme─. Estás con Argent, así ella demuestre que es una idiota, lo entiendo, ¿okey? Puedo vivir con ello, no me afecta. Como habrás escuchado, soy hija de Afrodita y el amor está bien. Con lo que no estoy feliz, es que vengas, me beses porque estás en tus días de lobito y luego hagas como que nunca pasó...