Capítulo 3.

4.2K 238 47
                                    

Veo borroso, pero mis ojos se mantiene abiertos e intentan enfocar a la persona encima mío y a las demás.

Siento su mano apretando las mías, sosteniéndolas con una fuerza bruta, me lastima.

Siento como su otra mano de pronto rompe mi ropa interior.

Mis lagrimas caen silenciosas. Mi mente no procesa aún muy bien lo que ocurre, pero se siente como la peor pesadilla.

Sigo gritando, realmente lo intento, pero algo tapa mi boca, mis gritos no se escuchan y solo son sonidos raros que no se entienden.

Más lágrimas caen, mientras miro hacia abajo, observándome.

Rompieron mi vestido, ahora está al descubierto mi sostén, mostrando mis pechos. Mi vestido solo está cubriendo mi estómago. Esta todo roto.

No sé cuando ocurrió, no sé porqué esta pasándome esto a mi, no sé cómo detenerlo.

Él se encuentra encima mío, en medio de mis piernas.

Mis ojos logran enfocarlo, Él es mi amigo, ¿Qué está haciendo?. Miro a demás. Todos son caras conocidas, son mis amigos.

Me observan, pero no me ayudan. Cómplices.

Deténganse.

Me estoy ahogando. Su maldita mano no deja que a mis pulmones le lleguen oxígeno.

Mi mente me ordena que me mueva, que me aleje del peligro. Lo hago, me remuevo, con todas las fuerzas que me quedan.

Él me da una bofetada con una fuerza bruta, con la misma fuerza que sostiene mis manos. Mi vista otra vez se vuelve borrosa. Mis sollozos y mis lagrimas no paran.

¿Desde cuando estoy sollozando?.

Siento que se acomoda en medio de mis piernas. Siento como aprieta uno de mi pechos.

Miro de nuevo pidiendo ayuda, pero en sus caras hay solo diversión. Me están matando, ¿por qué no se dan cuenta?.

Siento como entra en mi.

Me siento realmente morir.

Despierto.

Estoy apretando las sábanas y conteniendo la respiración. Mis ojos están inundados en lágrimas. Estoy tiritando.

Lleno despacio mis pulmones, es doloroso hacerlo, después de unos pocos segundos mi respiración se vuelve rápida.

Miedo. Es lo único que siento en cada poro de mi cuerpo.

Lloro contra la almohada. Siempre es el mismo recuerdo que viene a mi mente, que jamás me deja en paz, revivir eso es horrible.

Después de varios minutos me calmo. Abro mi ventana y me concentro en mi respiración. Después de dos años parece rutina.

Pero duele como el infierno recordar todo eso. Duele tanto, jamás me podría acostumbrar a aquello, me niego a hacerlo.

Respiro hondo.

No volveré a dormir. No quiero dormir.

Tampoco quiero despertar a mi madre. La necesito, pero simplemente no quiero que me vea así. No quiero que nadie me vea así. No quiero estar así.

Cierro los ojos y veo sus caras, siento sus manos sobre mi cuerpo.

El Asco y las ganas de vomitar llegan a mi. Me siento en mi cama, siento lo mojada que estoy gracias a la transpiración que me provocaron esos recuerdos en mi.

Pero ya no estaré más así. Me lo prometí. Este será el último mes.

Sonrió con ironía ante mi último pensamiento.

Deseo en el fondo de mi corazón que hacia sea, que yo diga; "se acabo toda esta mierda" y realmente suceda pero yo no puedo controlar esos recuerdos, esas pesadillas.

Pero no quiero que mi pasado siga controlando mi presente. Solo quisiera dejar de sentir este vacío en mi pecho.

Quiero sentirme viva.

Aún no he hablado con nadie sobre esto. Pero quiero ir a la universidad y tener nuevamente amigas, ya no quiero podrirme en esta habitación. Es injusto para mi.

Yo sé que puedo salir de esto. Será difícil pero yo podré.

Hoy por la mañana le diré a mis padres. Realmente no sé cómo reaccionarán.

Sé que estoy distrayendo mi mente del miedo que estoy teniendo por lo que acabo de revivir.

Mi cuerpo sigue tiritando. Pero si solo me concentro en eso, no acabará.

Vuelvo a respirar, y vuelvo a concentrarme en pensamiento más positivos; construir un plan de como decírselo a mis padres. Sé que me entenderán.

Pero sé que igualmente les dará miedo, recuerdo que después de que les conté lo que ocurrió y mi mente procesó todo, cada vez que salía y veía algo relacionado con esa noche me daba un ataque de pánico.

Pero tengo que afrontar. No puedo vivir siempre entre estas 4 paredes, con miedo.

Miro hacía el cielo. Y una sonrisa triste se plasma en mi rostro.

Tuve un conflicto gigante y mucho odio hacia Dios, y en realidad hacia toda creencia que plantea qué hay algo supremo que nos cuida y nos guarda.

Esa maldita pregunta que circulaba en mi mente todas las noches y generaba un odio gigante en mi pecho: ¿Por qué a mi?.

Luego de mucho meditarlo , pensar, odiar, entendí que los únicos culpables y los que tienen que pagar, eran ellos.

Los violadores.

Absolutamente nadie más tiene la culpa, que esos hijos de puta que me destrozaron mi vida. Ellos son los únicos responsables de sus malditos actos.

No tengo que pensar en ellos.

Bajo hacia mi cocina y me preparo un café. Vuelvo a mi ventana pero esta vez con un café y una manta.

Después de unas horas mirando hacia la nada y pensando en cómo puede cambiar mi vida el próximo mes, busco mi celular y pongo una película.

Shrek.

🦋

Oye, Katherine.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora