TW: Abuso sexual.
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Era tan consciente de mi cuerpo. Tan consciente de que partes de mi conectaba con cualquier parte de ellos.Sus manos; sabía cuanta presión ejercían ellas sobre mi cuerpo. Sobre mis muñecas. Eran las que me mantenían ahí, en el suelo, sin poder hacer absolutamente nada. Mis grilletes, los que me condenaban a todo esto.
Tenía tan presente el peso de Arghus en mis muslos. Odiaba como me miraba a los malditos ojos mientras hacía todo esto. Esos ojos, ¿Como no pude ver su maldad antes?. Está disfrutando de esto.
Mi vista se despegó de los ojos de Arghus, ¿Cuánto tiempo lo observé? ¿Un segundo? ¿Un minuto? ¿Varios?.
Mi sostén quedó a la vista de todos.
Y no sé si fue por mis movimientos tratando de liberarme, si fue Arghus unos segundos antes, no tengo ni idea pero también están al descubierto mis muslos, haciendo que mi vestido quede todo enrollado en mi estómago. Estoy en ropa interior frente a ellos.Yo no podía respirar, la bilis comenzaba a subirme por la garganta. Me quemaba. Quería vomitar.
Concéntrate. Busca una salida. Vamos. Hazlo.
Lo más cercano es Max. Me mira pero en realidad no lo hace. Miro a Dennis. Él si me está mirando, le suplico con la mirada mientras siento las manos de Arghus tocando mi cuerpo.
"Por favor, no permitas esto. No. No a mi." Quisiera creer que eso es lo que transmite mi mirada, que la súplica es palpable.
El sonido del cierre del pantalón de Arghus se cola por mis oídos.
Cierro los ojos más fuertes, y pataleo y grito una vez más. Con más fuerza. A mis pulmones casi no le llega aire.
—Oye, creo que ya...—Abro los ojos ante la voz de Dennis. Está mirando a Arghus.
Mi vista va de uno a otro. Jalo un poco más mi mano que tiene sujeta Dennis. Un Sollozo escapa de mi. Mi esperanza se aviva con él.
Tal vez... Mi pensamiento se corta al ver la mirada de Arghus. Hay desafío en ella, determinación.
Él lo hará. No le importa si el resto quiere impedírselo, él conseguirá esto.
—No jodas ahora, Dennis. Siempre supe que eras un cobarde y toda esa mierda, pero ahora mismo no estoy para tus lloriqueos. Si quieres lárgate. Pero no jodas esto.—Veo como Dennis titubea, su mirada va de Arghus a Alex. Siento como su agarre en mi muñeca se apretaba, sus facciones se endurecen
Así de fácil lo convencen. Sencillo.
Claro que es mucho más importante lo que opinen su amigos de él, que lo que me suceda a mi.
Cerré los ojos nuevamente. Me negaba a verles la cara.
Sentí un apretón en mi cintura tan fuerte que abrí lo ojos por instinto y me arrepentí en el momento que vi la cara de él tan cerca de la mía.
Empecé a negar con la cabeza. Era lo único que podía mover a voluntad. No duró mucho porque él colocó una mano sobre mi cuello y ejerció presión, ahorcándome. Robándome el aire.
Lo miré a los ojos.
—No me prives de ver esos lindos ojitos que tienes.—A pesar de que mi cuerpo pedia oxígeno desesperadamente, esa palabras se colaron en mis oídos y lograron causarme repulsión.—Si, justo esa mirada era la que deseaba.
Me soltó e intenté toser, pero con ese paño en mi boca poco lograba. Sentí que estaba a nada de perder el conocimiento.
Estaba tan aturdida que no me di cuenta de lo que hacía hasta que sentí como rompía y quitaba mi ropa interior, como se colaba entre mis piernas, que estaban entumecidas por haberlo tenido encima. Fue salvaje y brusco.
Yo apenas tenia fuerzas, apenas me podía concentrar en lo que estaba sucediendo pero intenté moverme.
Nunca dejé de luchar. No sé si pasaron segundos o minutos entre una acción y otro que el realizaba.
Luego escuché como él escupió, Después solo lo sentí abrirse paso en mi, con violencia, mi cuerpo protestó no queriendo hacerle espacio, pero a él no le importó y solo embistió con más fuerza. Sentí que me desgarraba. Era doloroso. Era realmente horrible.
Un quejido lastimero salió de mi. Me quedé quieta, no quería moverme y aumentar el dolor que me atravesaba todo el cuerpo.
En mi interior intenté hacerme lo más pequeña en un rincón de mi mente y perderme ahí. No pude. Solo podía sentirlo a él, escuchar su respiración agitada, sentir cada embestida. Cada apretón a mi cadera, cintura, cada roce de mi piel con la suya. Lo sentía tanto todo. Y me odie por hacerlo.
Cada segundo se alargaba, se sentían como horas. Pareciese que jamás iba a salir de aquello. Este momento duraría por siempre y yo estaría viviendo una continua pesadilla por el resto de mi vida.
Miraba el techo. Las lágrimas resbalaban por mis mejillas pero yo ya no gritaba. Ya no usaba mi voz.
Solo salían unos quejidos que parecían más a un animal herido que otra cosa.
Los demás hicieron un par de comentarios que escuché pero que mi cerebro no procesó.
No sé cuánto duro. Solo sé que yo tenia la respiración un tanto acelerada pero la de él se aceleró muchísimo más. Y cuando sentí que eyaculó en mi interior, cuando su cuerpo se desplomó sobre el mío. Desee con absolutamente todas mis fuerzas estar en otro lugar.
Desee hacerme pequeña y desaparecer.
Sentí su boca cerca de mis pechos. Sentí que succionaba con fuerza. Cerré los puños de mis manos junto con mis ojos con fuerza. Me dio un beso ahí justo después de hacerme un chupeton.
No podía con tanto asco, sentía que iba a vomitar y me ahogaría con mi vomito. Algo que no parecía malo en estas circunstancias.
Lo miré y había satisfacción en su cara. Salió de mi. Se paró y comenzó a acomodarse la ropa. No alcancé a cerrar lo ojos suficientemente rápido, porque la imagen de él con su pene aún medio erecto, con sus fluidos más mi sangre, se coló por mi mente y se quedó ahí. Torturándome para siempre.
—Vas Alex, ¿O serás una jodida gallina como Dennis?.—A Alex lo sentí soltar mi muñeca.—No te corras dentro de ella, imbécil.
Tenía mis piernas y un brazo libre. Junté todo lo que quedaba de mis fuerzas para moverme de ahí. Apenas había movido mis extremidades cuando Arghus estuvo a mi lado sosteniendo mi muñeca.
Me miraba. Sus ojos eran penetrantes. Estaba tan lúcido, ninguna droga había en su sistema. Una de las comisuras de sus labios se elevó.
Y algo pasó en mi. Simplemente me apagué. Me rompí. Realmente fue algo malo.
No sé si fue porque sentí a Alex colarse en mis piernas y supe que nada de lo que hiciese impediría lo que estaba a punto de suceder. Puede que haya sido porque Max aún observaba aquello sin hacer absolutamente nada. Tal vez fue porque Dennis prefirió cuidar su ego frente a sus amigos que hacer algo por mi. A lo mejor fue la sonrisa que me dedico Arghus, como si todo aquello lo llevase planeando hace tiempo y que al fin haya sucedido.
Por eso no emití sonido en protesta cuando sentí que Alex fue muchísimo más brusco que Arghus.
Posiblemente por eso no conseguí juntar la fuerza para moverme cuando Dennis fue el siguiente pero ya no me sujetaban.
Porque me apagué, porque me rompí.
¿Y que ocurre cuando a un juguete le pasa aquello?.
Nada. Lo terminas de usar como se te antoje y lo botas. Porque ya lo usaste muchas veces y ya no sirve para nada.
Cuando vi a Max acercarse a mi, pero mi cuerpo me llevaba a la inconsciencia ya no me importaba que sucedía conmigo, que me haría él. Por eso no pelee contra ella. La recibí con los brazos abiertos.
Todo se volvió oscuro y por fin obtuve paz. Ojalá me hubiese quedado ahí por siempre.
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Oye, Katherine.
No Ficción-Oye, Katherine. ¿No nos vas a dar un besito?, es solo uno y te dejaremos pasar. -Yo..solo quiero...-Mi voz salió temblorosa. -Vamos, nos das un beso y te vas.-Su voz salió arrastrada, pero coqueta. -¿Y me dejarás pasar?-Mi voz sonó patética incluso...