Existen daños que pueden desaparecer o simplemente puedes arreglar, pero, un accidente que llega a dejarte ciego ¿se puede arreglar?
Al principio fue algo nuevo para el de orbes grises, por un golpe algo severo en el cráneo quedó totalmente ciego...
Casi siempre rondaba por los pasillos del lado de Nanaba, la Omega de Mike. No es que llevaran buena relación, solo que ambos se sentían cómodos juntos, caminado y hablando de vez en cuando. La chica le explicó todo, desde el pre-celo hasta la duración original de este. Aclaró que como su sistema estaba desnivelado su celo sería aproximadamente cada mes, el de ella era cada tres meses.
Al principio no se sentía tan mal, incluso llegó a estar dentro de la Oficina de su superior. Pero le tomó por sorpresa. El rubio se dio cuenta casi al instante, su rostro totalmente rojo, el Comandante desvío la vista no quería ser provocado, le extendió una manta al igual que una pastilla. Trató de controlarse ante el aroma que el joven azabache tenía, le llevó directo a su cama. Como hacia su padre a su madre, comenzó a darle pequeñas caricias y mimos durante lo que iba a durar su celo. De primera estancia sintió como si Levi fuera su pareja, la idea no le molesto en absoluto, incluso al darse cuenta que el joven era un Omega sintió algo de esperanza.
El más bajo se dejó hacer, de un momento a otro estaba recostado sobre el pecho del mayor, sintiendo los latidos y la respiración ajena.
Lo mejor era dormir y esperar a que pasará, pero no quería hacerlo, se sentía feliz. El motivo de su felicidad era bastante obvio: Erwin Smith. Jamás había imaginado estar entre los brazos de su Comandante siendo mimado y consentido. Las lágrimas y la jadeos se escapaban, las feromonas y la excitación se detuvieron gracias a las pastillas en el mayor le proporcionó, por un momento tuvo miedo de que Erwin perdiera el control y le hiciera algo,pero fue todo lo contrario, le trató como si fuera su más grande reliquia, le trató como cristal. Se sentía feliz.
¿Sigues despierto? -La voz de su superior le sacó de sus pensamientos.
S-si.. -Tartamudeo por lo mismo, soltó un quejido de dolor-
Tranquilo, no pienses en nada.. -La mano del rubio vagaba por la espalda del contrario-
E-es lo que intentó.. -Se acomodo más sobre el pecho de éste-
Erwin acarició lentamente sus mejillas, su cabello, provocando que el otro sonriera. Ninguno dijo nada más solo se quedaron así, abrazados como si el mundo dependiera de eso. Smith agradecía que su celo comenzó estando ahí y no fuera rodeado de personas. Creyó que la vista que tenía ahora mismo era simplemente tierna, Levi se encontraba dormido sobre su pecho, su respiración lenta y todas sus facciones relajadas, tenía un rostro simplemente hermoso.
Últimamente había visto las facetas mas ocultas del mas bajo, desde sus sonrojos hasta sus bellas sonrisas.
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Su celo duró más de lo normal, estaba por el último día cuando Erwin le dio informe de que al la mañana siguiente saldrían de expedición. Obviamente el debía quedarse, pero no se quedaría solo, Nanaba y Petra se quedarían con el. Dos de su escuadrón de reclutas también se quedarían pues estaban empezando su celo, aunque para uno de ellos era más difícil pues hace poco su lazo se rompió.
