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Los siguientes días fueron un desastre, desde los cadetes y superiores interrogándolos hasta Erwin y Hanji molestos queriendo matar a alguien. 

Levi apenas salía de su habitación, solamente para comer o entrenar a sus soldados. Se sentía utilizado de cierta forma, dio gracias de que no sucedió nada más, sus reflejos le ayudaron a evitar ser marcado.

Casi nadie sabía lo que había sucedido, los cadetes no tenían ni idea solo les comunicaron que Eren estaba en un severo castigo y que su Capitán necesitaba algo de descanso.

Levi sabía que la posibilidad de recuperar su vista era nula, los medicamentos y tratamientos que Hanji le daba no tenían efectos, comenzó a perder la poca esperanza que tenia. 

Hablando de Zoe, no se ha separado de el para nada, el omega azabache necesitaba un alfa y al escasear ella se atrevió a cuidarle. Le llevaba comida, le acompañaba, platicaban un rato y le ayudaba a dormir mejor, en un ambiente más sano. Hanji estuvo de cerca cuidándolo y mimándolo.

Levi se odiaba, si tan solo no hubiera arriesgado su vida para asesinar a un Titán, si tan solo tuviera sus cinco sentidos, si tan solo lo hubieran dejado tomar los supresores, si tan solo Erwin no lo hubiera besado, todo estaría mejor, por sus descuidos estúpidos estaba en esta situación, se mentiría a si mismo al decir que no quería ser marcado, pero un omega indefenso necesita algo de protección.



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Se despertó al rededor de las tres de la madrugada, jadeando y llorando, que excelente momento para que las pesadillas volvieran.

Cada muerte, cada grito, cada parte de su vida y ahora, cada mordida que recibió por parte del castaño, no las veía pero sabía que estaban ahí incluso su hombro seguía doliendo.

Se colocó el uniforme, era obvio que no volvería a dormir, suspiro cansado mientras comenzaba a caminar por el lugar.

Antes al despertar así, caminaba por los pasillos, bajaba a la primera planta y apreciaba el cielo estrellado, pero oh sorpresa, el ya no volvería a ver las estrellas, las nubes o si quiera una maldita taza.

No le quedó de otra que subir con cuidado a la terraza, el aire frío chocaba contra su cuerpo, estaba sentado en el balcón. Por un instante recordó a Isabel y a Farlan, sonrió involuntariamente, alguna vez en su vida fue feliz.

Sintió las lágrimas bajar, mierda, desde cuando se había vuelto un omega estúpido que solo llora, bufo limpiando su rostro estaba harto de su maldita casta débil. 

Su cuerpo aún tenía el olor a alfa en celo y eso todos lo notaron, ¿lo peor? Que Eren ya tenía omega marcado, si, el azabache se sintió como la peor escoria del mundo y quería golpear al castaño dejándolo mucho más lastimado que el día de su juicio, quería asesinarlo con sus propias manos. Se sintió utilizado y eso lo molestaba, perdió su toque intimidante.

❝Aunque no pueda verte❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora