Salimos a la calle, y comenzamos a caminar hacia un almacén que estaba a solo un par de cuadras de mi departamento. Ibamos en silencio, pero a los pocos minutos comencé a escuchar como el gruñía. ¿Qué le sucedia?
-¿Por qué gruñes como un perro? – Murmure, intentando ver lo que lo alteraba.
- Detesto como te miran – Me contesto susurrando en el mismo tono que el mio - ¿Acaso tu no lo notas?
- No. ¿Por qué tendría que fijarme?
- Porque si pudieras saber lo que piensan, estarías igual o mas aborrecida que yo.
- ¿Puedes leer mentes? – Pregunte sorprendida.
- No, pero puedo ver a través de sus ojos. Sus intenciones – Tomo mi mano, sorprendiéndome aun mas, y la apretó con algo de fuerza – Soy experto en la lujuria y la lascivia, se distinguir cuando alguien lo siente. Pero existen diferentes maneras de sentirla, y lo que ellos sienten, no es bueno.
- ¿Cómo que no es bueno? – En ese momento , fui yo la que apretó con fuerzas su mano. Un leve miedo, ya conocido, comenzó a inundarme.
- No temas. Los hombres descienden de las bestias, y sus instintos los gobiernan, pero en su mayoría saben controlarse. Puedo leer sus intenciones y todo lo que piensan cuando te ven, como cuando ven a una mujer guapa, pero saben seguir el camino de lo moralmente correcto. Pero aun asi, me molesta lo que desean – Me miro fijamente, y pude notar la determinación en su mirada – Nada te sucederá.
- ¿Y tu... Tu notas como te miran las mujeres? – Tartamudee, intentando huir de esa situación – Quieren ponerte las manos encima apenas tengan oportunidad.
- No me interesan las demás – Acaricio mis nudillos con su mano, causando que un leve calor me suba por mi rostro – Solo me importas tu – Pude sentir su mirada clavada en mi, pero mi vergüenza me obligo a no mirarlo. No podía verme sonrojada como un tomate.
- No digas incoherencias – Camine un poco mas rápido, hacia la entrada del almacen – Llegamos.
Fue suficiente poner un pie dentro del recinto, para que todas las féminas presentes claven sus ojos en Inuyasha y comiencen a susurrar y suspirar como si fuera el ultimo hombre sobre la tierra.
No pude evitar girar mis ojos frustrada. Si, era verdad que era guapo, que tenia un cabello super llamativo y sus ojos eran exóticos y algo excitantes. Su altura lo complementaba mas que bien, y sus rasgos faciales no hacían mas que enamorar a todas, pero no era para tanto. Era un demonio, aunque ellas no lo supieran.
-¿Qué compraremos? – Pregunto muy cerca de mi, demasiado para mi gusto.
- Algo para el almuerzo y algunas cosas que necesito – Seguimos caminando por los pasillos, mientras veía por demás de concentrada lo que tenia que llevar. Entre víveres, comida y utensilios de limpieza, llegamos a la caja. Solo en ese momento pude notar que habia mas cosas de las que yo habia elegido. Muchas mas cosas - ¿Qué haces?
- Compro comida – Me contesto con desinteres, como si fuera lo mas normal del mundo.
- Pero es...
- Si. Lo que tu comes – Me miro fijamente, y pude sentir como me sofocaba bajo tanto abrigo. ¿Por qué sus ojos tenían que ser tan penetrantes?
- ¿Eso que significa?
- Que me quedare contigo – Al escuchar eso, mi boca se abrió por incercia, mis pulmones dejaron de funcionar y mi cuerpo se congelo. ¿Qué acababa de decir? Si, me lo habia dicho hacia unos minutos, pero pensé que se le pasaría el capricho luego de un rato. ¡Maldicion!
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KAME NO AKUMA
Romance"Mejor conocido como Inuyasha, el demonio con ojos de sol es un ser con largo cabello plateado y muy raros ojos dorados. Su apariencia es igual a la de cualquier humano, con la diferencia de que sus garras y colmillos se dejan ver. Su presencia se...