recuerdos [c.l]

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"Remote?" Pensó. "¡Enfermera! "

Se inclinó sobre la cama, tratando de agarrarlo, pero sin éxito, y tuvo que cerrar los ojos otra vez, parecía como si alguien, dentro de sus lóbulos, estaba haciendo ruido con un martillo de tamaño de forma exponencial. No se rindió, necesitaba una bebida y gran parte de las explicaciones.

Pero no pudo.

Después de unos cuantos intentos más fútiles, las lágrimas de frustración comenzaron a humedecer los ojos. Todo fue inútil y se sintió completamente desorientada, sin salida.

Saltó de miedo cuando oyó voces en el pasillo y la puerta se abrió lentamente, llamando su atención.

"Louis ..." Murmuró, con los ojos brillantes. "Oh, Louis ..."

"Hola, Camila."

El chico sonrió dulcemente, avanzando en la habitación y Camila no pudo evitar notar un niño, tenía el pelo negro y ojos verdes hermosos.

Porque Louis nunca había dicho que tenía un primo.

"¿Estás bien?", preguntó el pequeño con preocupación. "Mamá dijo que recibiste un golpe en la cabeza."

Camila lo miró con el ceño fruncido, preguntándose por qué el estaba hablando con tanta familiaridad, aunque ella no lo conocía en absoluto.

"Levi, no todas estas preguntas." Louis advirtió.

"Sí, tío." Murmuró Levi. "Lo siento." Dijo tímidamente, antes de salir corriendo a sentarse en una de las sillas cerca de la ventana.

Louis tuvo lugar en el borde de la cama y sonrió dulcemente, antes de inclinarse para organizar un mechón de pelo rebelde.

"¿Cómo te sientes?", Preguntó.

Camila lo miró fijamente durante un largo rato, con el ceño fruncido, mil preguntas en la mente y la confusión que no mostraba signos de fuga.

¿Quién era este niño? ¿Por qué estaba en el hospital?

Pero entre todos estos, la pregunta que serpenteaba hacia fuera de sus labios era otra muy distinta:

"¿Por qué tiene los ojos así?"

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La sala de espera de Miami hospital estaba mas llena de lo habitual ese día, parecía que la mitad de la población se reunió en la puerta 209. Una mujer con el pelo largo y negro estaba hablando con una enfermera, que se le informaba de que pronto podía traer a su esposa a casa. Cuando la mujer se alejó, Lauren dejó escapar un profundo suspiro.

"¿Cómo está?" pregunto Zayn, uno de sus amigos más cercanos y más antiguos.

"Ella está bien, Zayn." Lauren le aseguró, poniendo una mano en su hombro y apretándolo.

"Dios Lauren, me siento terriblemente culpable, si ese idiota... si yo-"

"Malik!" Una voz detuvo el monólogo absurdo.

Dinah Jane Hansen, la mejor amiga de Lauren desde ... siempre.

"Estoy preocupada." Murmuró, dejándose caer en una de las sillas.

"Lo sé." Dijo Lauren. "Pero está bien ... En serio, me dijeron que esta noche voy a llevarla a casa"

"Ustedes pueden ir." Dijo.

Dinah le puso una mano en el hombro y levantó una ceja, obligándola a cerrar los ojos por un momento.

"No es nada serio." Puso en claro. "Es sólo que el golpe ..." Suspiró profundamente. "El golpe fue fuerte»