Una entusiasta amante de los conejos | WangXian wlw

Epílogo

N/A: HEY, AQUÍ ESTÁ, ESTE ES EL FINAL! Me aburrí y estoy publicando esto ahora en lugar de esperar.

No tengo ni una sola explicación para esto. Perdón si estaban esperando smut.

.

—Oye, Lan Zhan —habló Wei Ying desde el otro lado de la mesa en el apartamento que compartía con Jiang Cheng, a tres semanas del recital de fin de ciclo de Lan Zhan—. Tengo una idea para tu recital.

Lan Zhan levantó la cabeza de la pieza musical que estaba estudiando. Había un tono burlón en la voz de Wei Ying que no podía entender del todo. Le hacía sentir sospecha e intriga, lo que en esencia era una combinación de lo que sentía siempre que estaba con Wei Ying. —¿Sí? —preguntó.

Wei Ying se levantó y se acercó lentamente al lado de la mesa donde estaba Lan Zhan, colocándose a sus espaldas. Recargó la barbilla en el hueco del cuello de Lan Zhan y la besó en la mejilla. A Lan Zhan se le puso la piel de gallina inmediatamente porque, al parecer, aun tras cuatro años de amistad y ocho meses de salir, nunca dejaría de reaccionar así cuando se trataba de Wei Ying.

—Pues ¿ves que básicamente estás escribiendo todo un recital para mí porque me amas mucho mucho? —murmuró Wei Ying en su oído.

Lan Zhan asintió apenas, a sabiendas de que Wei Ying sentiría el movimiento.

—¿Y ves que aún no estás súper contenta con la pieza final, por lo que sigues trabajando en ella?

Lan Zhan suspiró. —Sí. —Estaba más o menos satisfecha con las composiciones individuales y pasaba la mayor parte de su tiempo haciéndoles arreglos durante los ensayos. Por fortuna, podía permitirse bastante tiempo de corrección con los estudiantes de música que interpretaban sus piezas, principalmente porque los había contratado y les pagaba por hora los arreglos musicales en lugar de sobornarlos con comida o coordinar créditos extra con sus profesores. Wei Ying había intentado negarse a que le pagara, pese al hecho de que se presentaría casi en todas las piezas, pero Lan Zhan la había convencido insistiendo en que devaluaría el tiempo y el esfuerzo de los estudiantes de música en general dentro de la universidad si tocaba gratis mientras que a los demás se les pagaba. Wei Ying, que había pasado gran parte del semestre de primavera luchando por un aumento salarial para los estudiantes de su programa de divulgación, no pudo discutirlo.

Pese a todos los arreglos y los detalles para encontrar el tono adecuado, Lan Zhan no podía evitar pensar que el programa se sentía incompleto de alguna manera. Wei Ying no estaba exagerando: todo el recital era realmente una extensa carta de amor hacia ella (aunque Lan Zhan definitivamente no había llegado a admitir tanto frente a sus profesores). Aun con ese tema, algo en él carecía de cohesión.

—¿Qué tienes en mente? —le preguntó a Wei Ying.

—Bueno —ronroneó Wei Ying—. Tengo un reto para ti.

Qué concepto tan aterrador. Lan Zhan estaba extrañamente excitada. —¿De qué se trata? —preguntó, tratando de hablar con una voz normal como una persona normal teniendo una conversación normal.

Wei Ying mordió su oreja. —Te reto a escribir algo con nuestro vibrador para una de tus piezas.

La mente de Lan Zhan se quedó en blanco por un momento. —¿Qué? —No podía terminar de procesar lo que le estaba diciendo Wei Ying—. ¿A qué te refieres?

—Ya sabes, como un instrumento —dijo Wei Ying—. Concerto para Vibrador y Vibráfono. Polonesa en D mayor para Vibrador o algo así.

—No subiré al escenario con un vibrador para el concierto —dijo Lan Zhan. Sintiendo que Wei Ying abría la boca, añadió rápidamente—. Tampoco dejaré a nadie más subir al escenario con un vibrador.