Así comenzó el amor

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Los dos se fueron a un bar que había cerca, se sentaron en la mesa mas alejada y ordenaron los primeros tequilas. Cuando llegaron los tragos, María toma el de ella y dice:

- Entonces Sr San Román porque desea brindar.

- Primero dime Esteban, eso de Sr San Román me hace sentir viejo y brindo por el maldito destino que no quiere que yo sea padre, dijo con voz triste

- Entonces salud por el destino.

Se tomaron el tequila de un trago y pidieron más. Brindaron por ellos, por el amor, y hasta por el desamor. Le contó a María que en ese tiempo le detectaron una Leucemia Aguda a su esposa, que desgraciadamente estaba muy avanzada y nada podían hacer, María vio la tristeza en su mirada y dice:

- Esteban lo siento mucho, si necesitas ayuda en lo que sea cuentas conmigo.

- Gracias María, pero al menos que tengas experiencia de enfermera no me puedes ayudar en nada

- No soy enfermera, pero si cuide a mi madre cuando estuvo enferma, así que algo de eso se.

- Wow eres toda una caja de sorpresas, te gustaría cuidar a mi esposa, te pagaría muy bien.

Ella lo pensó por unos minutos, seria la oportunidad perfecta para estar cerca del hombre que le había robado el corazón sin que ella se diera cuenta y le dijo:

- Acepto y no se preocupe la cuidare como si fuera mi familia.

- Gracias María, y no dudo que así será. Nos vemos mañana en mi casa, aquí esta la dirección.

Después de varios tequilas más, María comenzó a sentirse mareada y le dice:

- Esteban ya estoy mareada, nos podemos ir por favor.

- Esta bien yo también estoy un poco mareado, así que tomaremos un taxi, la acompaño a su casa, dijo Esteban

- No esta bien, no es necesario yo puedo irme sola, le dijo María

- De ninguna manera, yo la invite y yo la regreso a su casa, dijo el con voz enojada

- Esta bien Esteban, como tu digas, ahora vayámonos ya.

Esteban se levantó, pago la cuenta y le pidió al mesero que les llamara un taxi. Salieron del bar a esperar el taxi y a tomar aire para que se les pasara el mareo, de momento María tropieza, Esteban la aguanta por la cintura y se quedaron mirándose a los ojos, se dijeron muchas cosas con esa mirada, tanto que Esteban no puedo evitar besarla, beso al cual María respondió. Se besaron por unos minutos, al darse cuenta Esteban se separa y le dice:

- Perdóname María, no sé qué me paso.

- No te preocupes Esteban, yo tampoco sé porque te bese.

Los dos se quedaron en silencio, solo podían pensar en ese beso que se habían dado, en ese momento llega el taxi y los dos se montan sin decir palabra, solo se escucho decir a María la dirección de donde la dejaría. Fueron callados todo el camino, se morían de vergüenza y no sabían que decir. El taxi llego a la dirección de María, esta solo dijo:

- Buenas noches, Esteban. Gracias por traerme.

- Buenas noches María y de nada.

El taxi siguió su camino y ella se quedó mirando como se alejaba. Entro a su casa, fue un día de muchas emociones por lo que decidió tomar un baño. Lleno la tina, le puso unas sales y se entró en ella para relajarse un rato. Mientras tanto Esteban llegaba a su casa, le pago al taxista y se entró a la mansión San Román. Cuando entro lo recibió su la empleada, le informo que la señora estaba muy mal y que estaba arriba con el doctor. Esteban corrió al cuarto de su esposa, cuando entro le pregunto al doctor:

- Como esta mi esposa doctor

- Muy mal, está muy débil y me temo que no le queda mucho tiempo de vida. Lo único que te recomiendo es mantenerla cómoda, le di un calmante y dormirá hasta mañana.

- Gracias Doctor así será, mañana viene alguien para que la cuide las 24 horas si es necesario.

Esteban acompañó al doctor a la puerta, lo despidió y decidió ir a su estudio un rato ya que su esposa dormía. En el estudio se sirvió un trago y se sentó a pensar. No podía dejar de pensar en el beso que le había dado a María, un beso que le removió todo por dentro, hacia tanto tiempo que no sentía todo lo que sintió con aquel beso que le daba miedo.

En su casa, María había salido del baño, estaba sentada peinando su cabello y pensando en el beso, un beso que le hizo sentir mariposas en el estómago, que le había erizado la piel con solo rosarla, un beso que la estremeció y que la lleno de dudas y miedos. Ninguno pudo dormir esa noche, solo pensaban en el beso y en lo bien que se sentían cuando estaban juntos.

Al otro día, María llego a la mansión, toco el timbre y salió una empleada que le dijo:

- Buenos días, Señorita que se le ofrece

- Busco al Sr San Román, me llamo María y vengo porque el me lo pidió.

- En se caso pase, yo le aviso que usted está aquí.

- Gracias señorita

María paso al recibidor donde esperaba que la anunciaran con Esteban, la empleada subió al cuarto de Esteban y le dijo:

- Señor allá abajo esta una señorita que se llama María y dice que viene a verlo a usted

- Si gracias, Casilda, dile que me espere en el estudio, enseguida bajo.

Casilda bajo y paso a María al estudio, después se fue a la cocina a preparar el desayuno. María se quedo mirando el estudio, todo era muy hermoso y describía perfecto a Esteban, pero se quedo sin palabras cuando vio el retrato de Esteban y su esposa, era una mujer muy bella y se notaba lo mucho que se querían, estaba sumergida en sus pensamientos que no sintió cuando Esteban entro, se asusto cuando este dijo:

- Buenos días María, como estas

- Buenos días, Esteban, estoy bien lista para trabajar.

- Entonces sígame para presentarla con mi esposa.

Un contrato de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora