Un contrato de amor

Sufriendo amargamente

Esteban estaba destrozado, María se había ido con sus hijos y no sabía si los volvería a ver. Se fue a la mansión con el corazón hecho pedazos, se encerró en el estudio y tomo hasta perder la conciencia, por otro lado, María iba camino a la hacienda donde trabajaba su tía Inés Huerta, era hermana de su madre, pero había perdido contacto después que su madre murió. Cuando llego pregunto por Inés, se sorprendió cuando le dijeron que era la esposa del dueño de la hacienda, la llevaron a un recibidor y le dijeron que esperara. Jacinta subió donde Inés y le dijo:

- Señora Inés, allá abajo esta una muchacha que dice que es su sobrina y que quiere verla

Inés se sorprendió, dejo de verla hace tanto tiempo que apenas se acordaba de ella por lo que dijo:

- Dile que bajo en un momento.

Jacinta bajo y le dijo a María que su tía bajaría en un momento. Que se sentara y la esperara.

Inés bajo la escalera y se sorprendió al verla, se notaba la tristeza que traía encima, se acerco y le dijo:

- María eres tú, pero que grande estas, toda una mujer la última vez que te vi estabas en pañales.

- Si tía soy yo, perdona que venga sin avisarte, pero necesitaba un lugar tranquilo y pensé en ti, estoy pasando por un mal momento y necesitaba escapar de todos y de todo.

- De todo o de alguien? Como que ese problema tiene que ver con el corazón o me equivoco.

- No tía no te equivocas, pero ahora no quiero hablar de eso, prometo contártelo cuando no me duela tanto. Ahora necesito donde vivir y un trabajo. Pienso quedarme por un tiempo sino te molesta.

- Para mi no es molestia, pero tengo que hablarlo con mi esposo Victoriano, porque no cenas con nosotros y me das tiempo de hablar con él.

- Esta bien tía, lo que tu digas.

Llego la hora de la cena, todos estaban a la mesa cuando entro Inés con María, familia quiero que conozcan a María, ella es mi sobrina, María ellos son mis hijos y el es mi esposo Victoriano Santos, todos se dieron la mano para presentarse, cuando terminaron las presentaciones se sentaron a la mesa, Inés dijo:

- Antes de que pregunten, prometo contarles la historia después de la cena, así que ahora coman.

Todos comieron, aunque tenían muchas preguntas, querían saber porque Inés no había dicho que tenia una sobrina.

Cuando terminaron de comer, les trajeron café y se quedaron callados esperando la historia de Inés. Ella viendo sus caras dice:

- Bueno la historia es simple, mi hermana y yo nos separamos por un conflicto personal, yo perdí comunicación con ella, solo supe de ella cuando Maria me escribió para decirme que había muerto. María me escribía esporádicamente hasta que dejo de hacerlo, yo no entendí porque, pero tampoco quise indagar mucho. No les conté nada antes porque aun me duele un poco ese tema, lo había dejado en el fondo de mi corazón hasta que llego María a removerlo otra vez. Ahora ya saben todo.

Inés le pidió a Victoriano hablar en el despacho, este acepto y fueron juntos para allá. Cuando entraron Inés dijo:

- Mi amor gracias por ser el mejor esposo del mundo te amo,

- Y ahora que quiere la señora, no creas que no se que quieres algo por eso estas tan halagadora.

- Maria necesita quedarse por un tiempo y quisiera que se quedara aquí con nosotros, se que no la conoces y no te gusta meter gente extraña a la casa, pero por fa ella lo necesita mucho poniéndole carito de perrito degollado.

- Con esa carita no hay quien te diga que no, esta bien deja que se quede el tiempo que necesite

- Mi vida hay algo mas

- Y ahora que Señora Santos

- También necesita un empleo, por fa

- Déjame ver que puedo hacer, pero no te prometo nada eh, ahora ven aquí y recompensa a tu marido como se debe y le beso apasionadamente.

Salieron entre risas del despacho, todos se habían ido a hacer sus cosas o a sus habitaciones, Victoriano mira a María y le dice:

- Bienvenida a la hacienda Las Dianas, puedes quedarte el tiempo que necesites y desde ya cuenta conmigo si necesitas algo.

- Mil gracias, Don Victoriano aprecio mucho sus palabras

- De nada y dime Victoriano a secas, el don me hace sentir viejo, dijo soltando una carcajada.

Inés llevo a María a su cuarto, la ayudo a instalarse y la dejo para que descansara. Maria paso toda la noche pensando en Esteban y en sus bebes, se lo tendría que decir a su tía pronto antes de que se le notara. No supo cuando se quedo dormida, logro descansar unas horas que le vinieron muy bien.

Esteban por su parte, desde que María se fue cayo en una fuerte depresión, no quería ver a nadie. Julieta intento verlo varias veces, pero la votaba de la casa o simplemente no la veía. Lo veía tan mal que por momento se arrepentía de lo que había hecho. Julieta intento buscar a María para ayudar a Esteban, pero no dio con ella. Después de un tiempo de odios y rechazo se dio por vencida, ella valía mucho para aguantar esas cosas pensó para sí misma.

Chicas prometo que después de la tomermenta llegara la calma, perdónenme si saque su ruffolloracion, gracias por leer mi historia.