Triste Despedida

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Esteban se quedo solo en el despacho, recordó cuando ella le pidió que se pusiera en sus zapatos, que pensara en que hubiera hecho el si la situación hubiera sido al revés, lo pensó por un momento y se dio cuenta que el hubiera hecho lo mismo o peor, empezó a entenderla un poco.

Pensó por otro rato más y decidió irse a dormir, por mas que quisiera en una noche no aclararía sus sentimientos. Al otro día estaba en la oficina de Leonel hablando con él, Cristina había ido de sorpresa y se detuvo a escuchar lo que hablaban.

- Leonel estoy mas confundido que nunca, no sé qué hacer

- No sé qué decirte Esteban, solo tú sabes lo que hay en tu corazón, mi único consejo es que lo sigas, él no se equivoca, ¿y quiero preguntarte aun amas a María?

- Si Leonel, a ti no te puedo mentir, amo a María mas que antes, me muero por ir a besarla, estrecharla y hacerle el amor.

- y entonces Esteban porque te niegas a perdonarla y ser feliz

- porque me dolió mucho que dudara de mí, que se fuera así sin siquiera oírme, y por otro lado esta Cristina, ella ha sido tan buena conmigo que no sería justo para ella.

- pero si sigues con Cristina sin amarla tampoco sería justo para ella, Cristina se merece un hombre que la ame como ella se merece.

- si lo sé, pero que hago no tengo el valor para partirle el corazón, mi intención nunca fue y lastimarla

- Ni modo Esteban no siempre en la vida se gana, algunas veces tenemos que perder.

- Si tienes razón, gracias, amigo hablar contigo siempre me ayuda.

- De nada Esteban, ya sabes que cuentas conmigo para lo que sea.

Cuando Cristina oyó todo eso salió corriendo, no pudo evitar llorar al saber que Esteban seguía amando a Maria a pesar de todo. Paso la tarde caminando y pensando en todo lo que había escuchado, se le partía el corazón cuando recordaba cada palabra que dijo Esteban.

Cuando esteban salió de la oficina de Leonel, Lupita se acerco y le pregunto a Esteban:

- Señor Esteban no sabe dónde está la señorita Cristina? Dijo que lo alcanzaría en la oficina de Leonel, me pidió un café, pero no la veo.

- Estas segura Lupita, mira que en la oficina no entro nadie

- Si señor ella me pregunto donde estaba usted y yo le dije

- Gracias Lupita y has lo que quieras con el café, cancela todo lo que tenga en mi agenda para hoy, me voy a tomar el resto del día.

Esteban sospechaba que Cristina había oído la conversación, y que por esa razón no había entrado a la oficina. Salió corriendo a buscarla, paso toda la tarde buscándola y cuando cayó la noche la encontró en su parque favorito. Se sentó a su lado y le dijo:

- Estas bien? Te he buscado todo el día

- Perdón necesitaba pensar, aclarar lo que siento. Te voy a hacer una pregunta y quiero que seas honesto conmigo por favor

- Si dime

- Aun amas a María?

- Si Cristina, a pesar de todo no he podido olvidarla.

Cristina comenzó a llorar y entre lagrimas le dijo:

- Gracias por este mes de amor que me diste, lo llevare siempre conmigo. Gracias por hacer que conociera lo que es estar enamorada, y porque te quiero no puedo ser egoísta, te dejo libre para que seas feliz.

- Cristina yo

- No digas nada Esteban, dicen que en el corazón no se manda, y aunque me duele aceptarlo tu corazón siempre le ha pertenecido a ella. Por favor se muy feliz, que cuando tu eres feliz yo soy feliz.

- Perdóname Cristina, yo no quise lastimarte, y me duele mucho verte así.

- Lo se Esteban, por eso he decido irme de México un tiempo, necesito poner tierra de por medio para sanar mis heridas, por favor no te sientas culpable, fui yo la que se enamoro sin pensarlo, ahora me podrías llevar a mi casa por favor.

- Claro que sí, vamos.

Fueron todo el camino sin decir palabras, cuando llegaron, Esteban quiso hablar, pero Cristina no lo dejo y le dijo:

- Adiós Esteban, no se si sea para siempre, cuídate mucho y se feliz, solo si eres feliz sentiré que este sacrifico habrá valido la pena, le dio un ultimo beso y se fue.

Esteban se quedo en el coche llorando de culpa, no había querido lastimarla, pero igual lo había hecho, le destrozo el corazón en mil pedazos. Cuando estuvo mas calmado, se fue a su casa, se dio un baño y se durmió. Casilda en cuanto se entero de esto llamo a María y le conto todo. Cuando María supo esto decidió reconquistar a Esteban, demostrarle con hechos que estaba arrepentida.

Un contrato de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora