Secreto del corazón -Grelliam-

Cap 10: Alexandré (Grell)

Grell se había pasado su día libre paseando con su amiga en el mundo humano, pues aunque Grell no lo dijera también necesitaba la compañía de una amiga de vez en cuando. 

-¡ Aguanta Mari -chan!  - dijo mientras hacía malabares con las bolsas llenas de ropa y el helado de fresa con chocolate que se había comprado por un "antojo". 

- Es que tú eres muy lenta Grell chan - le contestó mientras se detenía a esperar a su pelirrojo amigo en la banca de un parque. Su mirada empezó a ver lo que la gran ciudad les ofrecía, árboles, ruido urbano - ¡Mira Grell chan! Nunca pensé que en la ciudad hubieran este tipo de aves

- ¿Aves? - Grell dirigió su mirada a la dirección a donde apuntaba el dedo de morena - Esa no es un ave común Mari chan, es un cuervo.

- Eso ya lo sé, solo digo que es algo inusual ver uno de estos en la ciudad - Marianne se levantó y le ayudó a su amigo con un par de bolsas para que pudieran seguir caminando - Vamos Grell chan, el día ya esta a punto de terminar. 

- Ya voy, ya voy...- Grell seguía a la morena con cierta lentitud. Mientras tanto, aquella curiosa ave de color negro emprendió el vuelo lejos de aquel parque, voló durante varios minutos hasta llegar a un callejón desolado. 

Fue ahí cuando el ave empezó a cambiar de forma, se hizo mucho más grande, sus plumas se fueron cayendo y transformándose en un hermoso traje negro con toques dorados. Una vez que terminó la transformación ya no era más un cuervo sino un apuesto caballero de ojos carmesí. Una vez con su forma humana ya definida, el caballero se acercó a otro hombre que al igual que el vestía un traje puramente negro, solo que este no tenía toques dorados y en su cabeza un sombrero de copa se podía observar. 

- Informes, Michaelis. 

- Sus sospechas eran ciertas Majestad - le dijo mientras ponía una rodilla en suelo y bajaba la cabeza - Al parecer el shinigami Grell Sutcliff y su hijo el príncipe han decido contraer nupcias. 

- Ese idiota...- Dijo entredientes el rey del inframundo - ¿Su prometido estaba solo? 

- No su majestad, una chica shinigami lo acompañaba, al parecer habían ido de compras - Michaelis levantó el rostro y se sorprendió internamente al ver que el rey estaba pensativo, incluso un tanto preocupado - Su majestad, si me lo ordena puedo ir al mundo de las parcas...

- De ninguna manera - Le interrumpió el rubio - Si mi hijo ha decidido mantener en secreto su sangre demoníaca será un secreto hasta que las circunstancias lo ameriten. Sin embargo, él tendrá que hablar conmigo si es que quiere mantener a su carmín protegido de ese infiltrado que hay en su mundo...

- ¿Infiltrado? - Michaelis se levantó del suelo - ¿Se refiere a otro demonio, su majestad? 

- No, algo mucho peor y más molesto para nosotros Michaelis - Se acomodó un poco el sombrero de copa que llevaba y después sonrió de manera serena - Además, tengo que recibir mi invitación a la boda ¿no lo crees? 

MUNDO SHINIGAMI 

DEPARTAMENTO DE WILLIAM

La noche ya había caído en el mundo de las parcas, se suponía que era el día libre de ambos shinigamis por esto mismo se le hacía tan molesto a William el hecho de que hasta siendo de noche y estando en su casa tenga que redactar ciertos informes ya atrasados. Se encontraba organizando ciertos documentos cuando de pronto sintió como dos delgados brazos se aferraban desde atrás de su cuello, además de sentir el dulce aliento de su prometido rozar su mejilla. 

- Wiru... - susurró Grell algo adormilado al oído del nombrado. Este solo ladeó ligeramente su cabeza para ahora estar nariz con nariz con su carmín - ¿Terminarás pronto Wiru?