Capitulo 9

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Cuando llegue a casa por suerte mamá no habia llegado, pues no queria que me viera la cara de susto y se preocupara, subí a mi habitación y deje la carta encima de mi escritorio, porque tenia miedo de lo que pudiera decir, nunca habia sabido nada sobre mi padre ¿estaba muerto?, ¿lo secuestraron?, ¿tenia otra familia?.... siempre me habia hecho estas preguntas pero la verdad no sabia nada de él y a mamá no le gustaba hablar sobre él y lo único que había logrado sacarle era que ella se habia ido lejos y nunca le había dicho sobre mi exsistencia; pero ¿porque? no tengo idea; en ese punto de la conversacion mi madre se enojaba y escapaba literalmente.

Oí que la puerta principal se abria y fui a recibir a mi mamá como si nunca hubiera pasado nada, luego cenamos, aunque tengo que admitir que mi madre no era la mejor cocinera del mundo, luego me despedí de ella y fui a mi habitacion y me dormí.

Al dia siguiente fui a clases normales y esta vez llegue temprano y mis amigas todavía no habian llegado y estaban hablando las creidas del salon y como no tenía nada que hacer me puse a escucharlas y hacia como si estuviera leyendo un libro.

-¿Oigan chicas no creen que el profe Frank esta muy bueno?- dijo Lorena.

-Si es cierto el otro dia que fui al gimnasio y estaba levantando pesas y ustedes vieran que musculos y eso que eso solo lo que se puede ver- dijo Katie la niña nueva y luego todas explotaron en risas y yo estaba poniendome furiosa y queria golpearlas, pero en ese momento llegaron Sally y al rato llegó Daniela con lagrimas en los ojos y nos paramos de imediato a consolarla.

-¿Que te pasó Dana?- pregunto Sally.

-¿Mi papá discutió con mi mamá anoche y se fue de la casa y no ha llegado- dijo volviendo a llorar.

- No te preocupes, seguro se fue a donde algun amigo por la rabia pero ya volverá- dije tratando de calmarla.

- Buenos dias señoritas- dij el profesor Frank entrando en el salón y Daniela se secó las lagrimas y se sentó en su puesto.

Todo el salon se sentó en sus respectivos puestos y desde el mío veía las miradas lasivas de mis compañeras y me volvían las ganas de lanzarles un balón en la cara.

- Señorita Nichols usted sera mi asistente- dijo el profesor sacandome de mis ideas de venganza y lo miré confundida, el me dirigió otra mirada y salió del salón.

Amor de SecundariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora