Tarde de un miércoles nublado, las lluvias continuaban cayendo en las calles de Seúl, adornando las ventanas de coches y casas con gotas escurridizas y diversas. Los interiores de las casas intentaban mantenerse en calor, pues el frío era intenso para todos.
SeokJin tenía la maravillosa fortuna de que varios de sus profesores tuvieran complicaciones para llegar a dar clases, gracias a las fuertes lluvias que se presentaban. Por ello ahora se encontraba relajadamente sobre su sillón retomando la lectura del libro que compró hace un par de días en aquella librería donde encontró a NamJoon.
Desde aquel momento no paró de recordar lo sucedido, la tierna sonrisa del moreno se reproducía en su mente tan frecuente que llegaba a abrumarlo. Aún no le contaba lo ocurrido a JiSung, y estaba ansioso porque llegara —lo invitó con el propósito de contarle todo—.
El sonido de unas llaves fuera de su casa le hicieron mirar a la puerta, la cuál segundos más tarde se abrió. JungKook entró tiritando de frío, con el cabello escurriendo gotas de agua y la ropa brillosa por el agua. SeokJin se levantó de inmediato al ver a su primo en ese estado, botando a un lado el libro que momento antes leía.
—¡JungKook, estás empapado! —el alfa soltó su mochila a un lado y se descalzó. El charco de agua quedó donde había pisado debido al agua en sus botas. —¿No te llevaste el paraguas? —JungKook negó mientras temblaba de frío.
—L-lo olvidé. —desprendió de su cuerpo la chaqueta que llevaba, extendiéndosela a SeokJin quien la pedía.
—No debiste regresar con esta lluvia. Me hubieras marcado para que fuera por ti. —reprendió con mirada severa. El menor bajó la mirada.
—Lo siento.
—Ve a darte una ducha o enfermarás, anda. —SeokJin señaló con la cabeza la recámara que compartían, viendo como JungKook se alejaba apresurado pero sin parar el temblor de su cuerpo.
Negando con la cabeza, SeokJin comenzó a recoger las prendas mojadas del alfa, caminando hasta el espacio apartado para el lavado de prendas para colgarlas y que se sequen. De uno de las repisas agarró un trapito para secar el agua. Al terminar, volvió a sentarse en el sillón para continuar con su lectura.
Al momento de tomar el libro la alarma de su celular sonó a un volúmen medio. Estiró su mano hacia el artefacto para apagar la alarma y volvió a pararse del sillón, esta vez caminando a la cocina. El aroma a galletas recién horneadas ya era perceptible, pero por lo centrado que estaba en su libro, olvidó que las galletas esperaban en el horno. Se puso un guante con la carita de cerdito estampada y abrió el horno, sacando con cuidado la bandeja de galletas y poniéndola sobre la barra de la cocina. Retiró el guante de su mano y dejó que las galletas enfriaran un poco antes de comerlas.
Sabía que JungKook tendría frío, más por la empapada que se dio y pensó que prepararle una taza de leche caliente con bombones sería buena idea. Del refrigerador tomó la caja de leche y vertió en un pocillo el líquido. Prendió la estufa y puso la leche a calentar a fuego medio, evitando que la leche se desbordara. Apagó la lumbre cuando consideró que ya estaba lo suficientemente caliente y vacío el líquido en una taza color azul pálido. Buscó la bolsa de bombones en la alacena y al localizarla agarró tres de ello, pues eran grandes y los dejó flotando en la leche.
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Bubble Gum | NamJin [Omegaverse]
Fanfiction[Precuela de Cotton Candy] [Kim NamJoon, coqueto y encantador. El alfa perfecto para muchos y muchas omegas, betas y demás. Un chico que sueña con ser un gran productor. Un chico que no busca agradarle a nadie pero ¿Por qué a cierto omega con aroma...