Había transcurrido un fin de semana lleno de sorpresas, ya era lunes y Rachel debía concentrarse en lo principal. Su trabajo.
-Buenos días señorita Berry- escuchó decir a su secretaria.
-Tina- sonrió -Muy buenos días también para ti-.
Rachel entró a su oficina y vio que tenía mucho trabajo que hacer. Rápidamente al cabo de cuatro horas de una dura jornada de duro trabajo en la mañana saldría a comer algo.
-¿Rachel?- escuchó que alguien le hablaba.
-¿Si?- ella volteó y se dio con la sorpresa de que la persona la cual había dicho su nombre era Finn.
-Vaya que sorpresa verte aquí. ¿Viniste por algo en especial? ¿Puedo ayudarte en algo?- dijo muy amable.
-Oh no gracias- sonríe -En realidad trabajo aquí y justo ahora es mi hora de almuerzo así que me dirigía al restaurant que está cruzando la calle- explicó.
-Wow, yo también trabajo aquí. Es mi primer día, soy el nuevo ayudante de la vice-presidenta- comenta. -Aunque no la conozco aún, seguro y tú la conoces- la mira.
-Pues en realidad la conozco muy bien- sonríe mostrando los dientes.
-Entonces sabes si es buena o mala. De seguro es una señora de unos cuarenta, amargada- dice frustrado. -Mi padre dice que es un miembro importante de la empresa y que aprenderé mucho de ella-.
-¿Enserio dijo eso de ella?- preguntó con ligero asombro.
-Sí, bueno. ¿Puedo acompañarte a almorzar?-.
-¿No deberías pedirle permiso a tu jefa?- trató de evitar reír.
-No creo que se moleste ¿no?-
-Eso espero, no quisiera que fueras despedido el primer día de trabajo-
-Para nada. Mi papá es el dueño de la empresa, una vez que haya aprendido todo de mi jefa. Yo ocuparé su lugar- sonrió.
Algo se tensó dentro de Rachel con las palabras de Finn, todo su esfuerzo por años al tacho por culpa del hijito de papi, el chico que hacia latir rápido su corazón.
-Bueno, ¿vamos?- extendió su mano hacia ella.
-Si- salió de su boca esa palabra antes de que pudiera darse cuenta. Tomó su mano y se dirigieron al lugar.
-¿Y en que exactamente trabajas Rachel?- preguntó Finn una vez que ya habían pedido sus órdenes.
-Pues lo descubrirás muy pronto- sonrió -Leí tu mensaje, el que me enviaste. ¿Enserio no recuerdas nada?-
-No, tomé hasta perder la conciencia. Discúlpame por eso, hubiera querido estar lucido, no es habitual en mi aquello- se encoje de hombros.
-Te creo, aunque dijiste algo- sonrió -Que me sorprendió-.
-¿Malo o bueno?- preguntó asustado.
-No te preocupes, nada malo. Dijiste que mi cabello era sedoso y olía a tu condicionador de cabello preferido- soltó una pequeña risa al recordarlo.
-¿Yo dije eso- se le secó la boca -No recuerdo tu aroma...puedo- dijo un poco avergonzado.
Rachel notó la indirecta y sus mejillas se tornaron de un rosa pálido - Hoy se me ha terminado y utilicé otro- miró hacia otro lado para evitar la mirada de decepción.
Al cabo de unos minutos trajeron ambos pedidos y después de almorzar y tener una amena charla regresaron al edificio de la empresa.
-Hijo, por lo visto ya conociste a la Srta. Berry- dijo un hombre de mediana edad que iba camino a la oficina de esta.
-Padre, si. Yo...- miró de reojo a Rachel con una expresión atónita. Sin embargo ella sonreía tanto a él como a su padre.
-Sr. Hudson. Buenas tardes, que agradable verlo hoy- dijo ella.
-Esperen, parece como si se conocieran de años y...- no terminó la frase ya que su padre lo interrumpió.
-Pues claro que sí hijo. Rachel es mi mano derecha en esta empresa, que no te engañe su apariencia. Además esnuestra vice- presidenta - sonrió con simpatía.
-Tu-u-u. ¿Tú eres la vice-presidenta?- tartamudeó un poco por la sorpresa.
-Así es, me encontraba camino tu oficina Rachel. Necesito que envíes unos documentos importantes mientras salgo a almorzar-
-Claro, pero ya que esta aquí me los puede entregar- dijo viendo lo que llevaba en la mano derecha.
-Siempre un paso adelante- le entrega los papel – Bueno los veo luego sigan trabajando chicos-.
-Rachel, respecto a lo que dije antes de que yo obtendría tu puesto…yo no lo decía enserio- dijo nervioso.
-Como digas-sonrió y empezó a caminar a su oficina.
-¿Estás molesta conmigo? Lo arruiné todo ¿verdad? Mira tú realmente me agradas y enserio quiero que nos llevemos bien como lo hemos estado haciendo ahora-
-Bueno, primera regla. No combines una relación de amistad con la de trabajo. Aquí soy tu jefa, o bueno por ahora lo soy. Así que debo trabajar para ganarme la vida como muchos aquí- tomó aire –Si deseas ser igual que tu padre deberás aprender eso, puedes ser agradable pero siempre mantén el respeto-.
-Rachel, ¡Sólo trataba de impresionarte! Pensé que si te decía que era el hijo del jefe…- la miró de una manera en especial que ella notó eh hizo que se sonrojara. –Sería alguien más interesante de conocer- se encogió de hombros.
-Creo que ya habías llamado mi atención sin saber que lo eras Finn- dio media vuelta y caminó directo asu oficina.