VII

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La sala de reuniones era grande, con estanterías y escritorios pegados a las paredes llenos de libros, montañas de papeles, cartones y cartulinas y varias computadoras para el uso de los docentes.

En el centro un par de mesas cuadradas unidas para formar una más grande de forma rectangular con varias sillas a su alrededor.

A Pesar de aquello la tensión que se sentía en el aire pareciera que existían al menos unas 15 personas pero únicamente nos encontrábamos Adolfo, Candela y yo.

Tras invitar a sentarse a Candela  en un lado de la mesa, Adolfo tomó asiento en la cabecera de la misma y por obvias razones me sitúe frente a ella con ganas de agilitar lo que más se pueda la reunión para salir de aquel lugar y volver con Pao.

-Bueno Guille, te hice venir hoy por que como ya sabes Sandra dejara de trabajar con nosotros y por ese motivo está aquí Candela - explica juntando sus manos frente a sí mismo.

>> Y bueno también sabrás que ella se encargaba de realizar la exposición de los Talleres de todos los niveles y carreras.

-Aja. Desde que yo estudiaba ella hacía estupendas presentaciones- confirmó sin entender todavía.

De pronto siento como algo recorre una de mis pantorrillas, disimuladamente volteo a mirar a Candela que como si no pasara nada mira atenta a Adolfo.

-Y pues bueno junto con el comité de la facultad hemos decidido que Candela tome la posta en esa tarea- continua sin percatarse la acción que realiza Candela subiendo su pie hasta mi entrepierna para frotarlos con la punta de sus dedos.

-Que bien me alegro mucho- trago saliva incomodando un poco tratando de que no tenga reacción mi miembro aunque no consigo hacerlo. *

-Y el comité también creyó conveniente que el trabajo sea dirigido por dos personas así que te hemos designado a ti para que compartas opiniones y tiempo con Candela para que puedan coordinar todo- soltó Adolfo con una sonrisa nerviosa.

-Espera que?? - digo cerrando las piernas, dándole un golpe con las rodillas en la pierna a Candela que hace una mueca  - No, yo no puedo trabajar con ella.

-Bueno, eso no está en discusión - aclara Adolfo con seriedad- espero que después de tus vacaciones empiecen a trabajar y creo que aprovechando que están los dos aquí la Diseñadora Mayoral puede explicarte algunas cosas que ya le  he dicho yo, si me disculpan tengo una reunión con el rector, siéntanse como en casa.

-Gracias Adolfo- responde Candela guiñandole un ojo.

Sin más Adolfo salió de la sala de reuniones pasando por mi lado y dándome unas palmadas en el hombro cerrando la puerta detrás de él.

-Veo que todavía te gusta cuando uso mis pies- dice Candela levantándose y caminando alrededor de la mesa llegando a mi lado para sentarse en la mesa mostrando sus contorneadas piernas.

-Candela no empieces por favor - digo levantándome para salir.

-Que no empiece que, si solo estoy tratando de tener una tranquila conversación como lo hacíamos cuando estábamos estudiando juntos  - dice con una pícara sonrisa- acaso no lo recuerdas.

-Lo que menos quiero es traer a mi memoria cualquier cosa contigo, si me disculpas alguien me espera - la corto dirigiéndome a la puerta.

-Vaya creo que al fin encontraste con quien sustituirme- dice mientras se coloca entre la puerta y yo.

-Si asi quieres decirlo pero yo no hago eso aunque creo que tu si- la miro desafiante - puedes retirarte de en medio por favor.-

-Claro que lo haré pero con una condición- dice acercándose un poco a mi.

-No tengo tiempo para jueguitos por favor hazte a un lado- tomándola por los  brazos trató de moverla.

Sin la menor vergüenza Candela estira su mano colocándola sobre mi miembro y apretandolo provocando que la suelte inmediatamente.

-¿Qué haces?!!!!!!- le digo en voz alta.

-Estoy mostrándote cual es mi condición dice acercándose a mi boca- acaso no recuerdas cómo nos divertíamos- susurra antes de pasar su lengua por mis labios y apretando nuevamente mi bulto.

-Eso fue antes de que prefirieras a alguien más antes que mi - la tomó de los brazos haciéndola retroceder hasta quedar ella sentada sobre la mesa de la sala de reuniones - ahora si me disculpas alguien me espera.

-Te refieres a la niñita con la que viniste y que está sentada en el parque de la facultad? - pregunta con una sonrisa burlona.

-No es ninguna niña es toda una mujer, incluso más que tu Candelita- respondo burlándome de ella  empezando a molestarme.

-Ja, eso lo dudo Guille- pronuncia mientras se sienta en la una de las mesas y se van inclinando hacia atrás para quedar apoyada en sus codos - Ella no creo que es capaz de esto- lentamente sube su falda hasta su cintura dejando ver que no trae ropa interior que cubra su suave monte de venus completamente depilado.

Trato de mirarla a los ojos pero con una sonrisa sensual me invita que vea hacia abajo, cosa que hago por un momento, suavemente se incorpora quedando apoyada en una mano, con la otra toma la mía acercandola a su sexo, provocando que cierre los ojos por un momento y trague saliva.

-Estás equivocada- respondi retirando la mano-   ella es capaz de eso y más- sonrió mirándola nuevamente a los ojos - Si me disculpas - salgo de la sala de reuniones cerrando la puerta tras de mí no sin antes detenerme un segundo para respirar hondo e intentar que se me baje la calentura.

Mire por el pasillo revisando que no haya moros en la costa para tratar de acomodar mi miembro dentro de mis pantalones, ya sintiéndome más cómodo, me encamine  a buscar a Pao pues creo que la reunión y el desagradable encuentro con Candela tomó más tiempo del esperado.

Al pasar por secretaria Carlita me indica unos papeles que faltaban mi firma y sin más pendientes nos despedimos con un fuerte abrazo, a pesar de que solo serian un par de semanas que estaría ausente.

Al salir hacia el lobby de la facultad reconozco a un par de mis estudiantes que con el celular en la mano apuntaban en dirección del parque de la facultad y por el sonido que hacia el teléfono estaban tomando fotos. Sin que se percaten de mi presencia me acerque para confirmar mis suposiciones de que se encontraban tomando fotos a Paola quien para suerte de ellos y mala mía se encontraba durmiendo boca abajo dejando ver su firme trasero.

-Emmm y si mejor lo grabas en video Estefano- le indico con el tono de voz más serio y autoritario que tengo provocando que se sobresalte.

-Ay. lo… lo siento Guille no es lo que parece - responde nervioso tirando su celular al piso.

Aguantandome la risa y los celos recojo el celular e inmediatamente revisó las fotos que habían estado tomando, seleccionandolas todas y eliminandolas  del dispositivo para entregárselo.

-Aquí tienes tu teléfono Estefano y por el bien suyo y de la señorita sin las fotos que tomaron - se lo colocó en la mano que con nervios extiende.

-Me permites el tuyo también Alan- le pido al otro muchacho que con algo de pena y miedo  me entrega su celular para correr con la misma suerte.

-Tienen algún trámite que hacer o solo vinieron a mirar a las señoritas que descansan en el parque? - les pregunto un poco más relajado.

-Si, tenemos que hacer un reajuste de los créditos para cambiarnos a su clase- responde Alan.

-Si logran hacerlo nos veremos en el salón- respondo volteando a ver a Pao que gira para ponerse de costado - hasta luego y suerte con el reajuste-.

Tras despedirme de los jóvenes me dirijo a la escalera para despertar a la bella durmiente.

El Fuego de tu PielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora