Miro entrar a Guille a la secretaría mientras yo me siento en el verde césped del parque de la facultad, volteo a ver en todas direcciones admirando los grandes ventanales que tienen los salones de clase y empezando a imaginar cómo se desenvuelve mientras dicta sus clases.
Siento un poco de celos al pensar cómo deben de mirarlo las chicas que toman sus materias, las cosas pervertidas y obscenas que querrían hacerle, una sonrisa perversa se me escapa al darme cuenta que algunas de esas cosas las haremos.
El ambiente es tan fresco dentro de la facultad que poco a poco me relaja y voy recostandome, de que sería capaz una estudiante con tal de poder conseguir algún beneficio como aprobar una materia o recibir buenas notas sin el mayor esfuerzo, algunos de mis maestros eran atractivos pero ninguno llamó mi atención como para arriesgarme a ligarmelo o peor aún ofrecer favores sexuales.
Pero con Guille creo que sería diferente, el morbo con el que me mira provoca que quiera quitarme la ropa para que me posea y pensár en ello me hace mojar mis pantys.
El césped me provoca un delicioso picor en mi espalda y trasero, miro a mi alrededor para comprobar que no haya nadie que pueda darse cuenta de lo que quiero hacer.
Me giro colocandome boca abajo, al sentir ahora el picor en mis senos me muevo levemente provocando que mi exitacion vaya en aumento.Apoyo mi cabeza en mi brazo derecho cerrando los ojos, bajo mi otra mano hasta mi entrepierna, empiezo a tocarme y
froto mis senos contra el césped, el aroma de hierba ayuda a que mi mente vuele.Empiezo a sentir las manos de Guille recorrer mis piernas por sobre los pantalones que traigo puesta, dando suaves apretones en mis muslos, instintivamente mis piernas se separan con cada caricia, al llegar a mi trasero me tenso un momento al notar cómo da pequeños mordiscos en cada una de mis nalgas mientras las amaza.
*****
Doy un último vistazo a los dos muchachos que entran a las oficinas, volteo a ver como Pao poco a poco separa sus piernas, bajo por unas escaleras metálicas de caracol que llevan por el lado contrario a la dirección que se encuentra la cabeza de ella, admirando el panorama y la forma que tiene su trasero, sonrió al descubrir cómo una de sus manos está frotando su sexo por encima de los pantalones.
Me acercó lentamente arrodillándome a su lado.
-Mi princesa si sigues así no me va a importar que me despidan- susurro en su oído al notar cómo se asusta.
-Noooo- dice poniéndose de rodillas con la cara sonrojada - como hiciste para llegar aquí sin que me de cuenta-.
-Pues recuerda que trabajo aquí y el césped es mi lugar favorito- respondo acomodando un mechón de su cabello detrás de su oreja. - te parece si nos vamos o quieres seguir dándoles un taquito de ojo a los chicos?? -.
-Cómo??? ¿A qué chicos? - se sorprende mirando alrededor buscando a alguna estudiante de la facultad.
-Un par de mis alumnos te estaban admirando tu delicioso cuerpo mi preciosa- le respondí mirándola con deseo.
-De verdad-abre los ojos como platos - lo siento no me había dado cuenta estaba ensimismada en mis pensamientos- sonríe nerviosamente.
-Ya terminaste todo lo que tenías que hacer aquí??? - pregunta acomodándose la blusa y limpiándose las hierbas que quedaron pegadas a su ropa.
-Si guapa, ya podemos irnos a comer o a pasear si quieres - me siento frente a ella cruzando las piernas.
-Puedo preguntarte algo? - se acerca de rodillas hacia mí colocándose a mis espaldas.
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El Fuego de tu Piel
RomanceQue puede suceder cuando tienes frente a ti a la persona que conociste por alguna red social. Acaso será suficiente una semana para calmar todo el calor que pueden haber provocado tantas fotografías, vídeo llamadas o insinuaciones. Guille y Paola vi...