CAPITULO#8

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¡Demonios!, ¿Que acaba de pasar?

—Esto no sé quedará así estoy seguro de que piensan venir por mi lo más pronto posible— el rubio que por suerte se llama Elio hablá.

—¿Y apenas dices que te quieren matar?— pregunta incrédulo Bruno— al menos hubieras avisado y no estaríamos en esta situación ¿No lo crees? Pedazo de animal— dice por lo bajó.

—¿Cres que sabia que venían por mi?, No seas idiota Bruno está no es la primera vez que pasá. Vamos a casa allí continuaremos la conversación.

★★★DOS HORAS DESPUÉS★★★

—¿!Ese es tu maldito plan!?, Te crei más inteligente Elio, ¡Nos matarán!— dice Bruno al escuchar el estúpido plan de Elio.

—Realmente el plan no fue de Elio sino mío— dice Antonella avergonzada.

—Creo que deberíamos de dejar las discusiones y buscar otra solución— hablo porque realmente parecen niños.

—Al menos si hay algo en tu vida con cerebro— doce Elio al escucharme hablar.

—Gracias... — digo ante su comentario.

—Es hora de buscar una mejor ayuda— dice Bruno.

—¡Estas loco!, El está contando los días de nuestra muerte para matarnos— dice Bruno.

—¿De que demonios hablan?— Preguntamos Antonella y yo al mismo tiempo.

—Tengo un hermano— suelta Bruno y me deja con la boca abierta.—Esta misma noche iremos a casa de Leonardo.

—¿¡Que diablos!?, El está loco por vernos bajo tierra y crees que estamos para esa mierda.

—Es la única opción, o pretendes que te maten.

—Preparate saldremos en 10 minutos.—Dice el rubio.

—No pretenderán que me quede aquí encerrada ¿Verdad?— pregunto toda atontada.

—Yo tampoco me quedaré— añade Antonella.

—Es muy arriesgado— dice Elio.

—Y perdernos la acción, ¡Eso nunca!—Digo cómo toda una mujer llena de valor pero la verdad estoy que si escucho un disparo muero de susto.

Salimos y en la entrada de la mansión nos esperan dos autos deportivos un Lamborghini en color blanco chapado en oro y uno color rojo.

—Nosotros iremos en este— dice Antonella señalando el blanco.— ustedes suban al rojo, es muy veloz.

Nos disponemos a subir a los autos y me es muy raro no ver la caravana de camionetas detrás nuestro.

—Ahora que estamos solos me podrías explicar por qué no me dijiste que tenías un hermano  que al parecer te quiere matar y porque no vienen los guardaespaldas siguiéndonos— le pregunto a Bruno quien se ve de lo más tranquilo.

—Primero me bajas el tono, no te dije que tenía un hermano porque hace cinco malditos años le hice una mal jugada junto a Elio y desde ese momento quiere vernos muertos.

—No crees que es lo más estúpido ir con él.

—Si pero es la única forma de que Elio se libre de las ratas de laboratorio que tiene tras suyo— me confirme con escuchar eso y cerré mi boca lo menos que quería era escuchar al estúpido de mi "esposó" hablar.

Nos encontrábamos frente a la gran mansión Morelli, bueno de el hermanos de Bruno. Los hombres nos dejaron entrar al ver la figura de mi "esposó" quien aun está parado frente a la puerta sin hacer nada.

—¿Te quedarás como un idiota?— pregunté despertada y el solo se digno a mirarme sobre el hombro así que tome fuerza y abrí la puerta, para encontrarme con la figura de una mujer enojada y a su vez escuchar los gritos de otra mujer que obviamente no era ella.

—No tuviste la decencia de esperar que me largarse para acostarte con esa perra, era virgen idiota y te acostarte conmigo para luego meterte entre las piernas de ella.— una chica de aproximadamente diesiseis años bajo las escaleras echa un desastre con una camisa de hombre y uno shorts y efectivamente la voz era de ella.

—Alessandra espera— el hombre que la venía siguiendo nisiquiera se percató de nuestra existencia hasta que la chica tropezó conmigo callendo las dos al suelo.

—¿Que diablos haces aquí?— pregunto enojado.

—Tene— antes de hablar el hombre le envío un golpe que lo dejo en el suelo.

—¿¡Que me vienes a decir!?, Que lo cientes, pues te puedes ir con tus malditas disculpas a la mierda y largarse de mis casa.

—Leonardo es importante o sino no estuviéramos aquí— interviene Elio.

—No me vengas con tus mierdas, si bien recuerdo se fueron para no volver así que se largan de mi casa— dice mientras se levanta del suelo.

—Me quien matar— suelta Elio antes de que el hombre se marché.

—Solo l s digo que los voy a ayudar por mi— sin terminar de hablar la chica que aún está en el suelo encima mío hablá:

—Tu no eres la policía para ayudar en esos casos.

—No interfieras Alessandra— dice en un tono más calmado.

XXX


Mis queridos lectores disculpen la tardanza para este nuevo capítulo pero he estado un poco ocupada pero l s prometo que la próxima actualización será doble y que el libro estará terminado a finales de julio, di mis deditos no de cansan.

El miércoles actualización.

Los amó!!!❤️


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