Así Fue

6

Cierro la puerta lentamente y con cuidado de no hacer ningún ruido.

Anaju se había quedado dormida, y lo necesitaba. La dejé sola para que pudiese descansar mejor.

Quedaba una hora para que la gente empezase a llegar y tampoco iba a irme ya a mi piso.

Salí con un chandal y una sudadera de casa. Pero no me importó, Anaju estaba mal. Además, es noche de pizza no es que tengamos que arreglarnos para comer una 4 quesos.

Cuando salgo de la habitación, me acerco hacia el salón y me encuentro la estampa de Flavio, dormido hacia arriba con la boca medio abierta y sus labios se movían con la respiración.

No quiero molestarle, me hace gracia la forma en la que todo su cuerpo se coordina con cada inhalación y exhalación.

Me doy cuenta de lo indefenso que parece durmiendo, y de que además, tenemos una conversación pendiente. Que él tiene tantas ganas de hacer.

Sonrío sin saber muy bien el motivo. Y me siento en el sillón de al lado mientras cojo mi móvil. Siempre es una buena opción poder cotillear Twitter un rato.

Me llega un mensaje de Mai, diciéndome que llegara un poquitín tarde. Respondo al llegar el mensaje.

Después. Noto como la persona que estaba en el sofá empieza a moverse, diría que Flavio se ha despertado y se está desperezando.

De repente noto como una mirada constante está clavada en mi y yo, sin disimular giro mi cabeza y a la vez mis ojos.

-Ay perdón no quise despertarte- digo mientras nuevamente muevo de arriba a abajo mi anillo.

-No tranquila, no sabía que estabas ahí. ¿Y mi hermana?- pregunta.

-Anaju se ha quedado dormida, la he dejado sola para que pudiese descansar mejor y por no volver a mi piso he decidido quedarme, solo queda una hora para que todos lleguen- digo colocándome un mechón hacia atrás. Espero que no te moleste.

Él, todavía medio dormido y con los ojos a medio abrir, sonríe de lado.

-Claro que no samantha. Por cierto... ahora que mi hermana está durmiendo. - se coloca sentado en el sofá, poniéndose sus gafas a lo que río silenciosamente, y traga saliva de una forma notoria.- pues... quería decirte que lo siento mucho por lo de esta semana.

Notaba su nerviosismo y a la vez, lo que le podía costar estar haciendo esto.

-No pasa nada, supongo que ambos nos hemos pasado. Yo también lo siento.

-A lo que me refiero es que no se porque, pero me pones nervioso Samantha.

Mis ojos se agrandan rápidamente.

-Asi que te pongo nerviosa eh Flavio.- digo riendo.

-Oye perdona, pero no soy el único eh. O tengo que recordarte lo que ha pasado al llegar, cuando te he juntado a mi tus piernas casi dejan de funcionar valenciana.

Río descaradamente al escuchar esto.

-Pero como se puede ser más creído oye.

-¿Yo? Nono, solo me centro en lo que ha pasado. -dice riendo.

-Bueno tú me pones nerviosa. Si, pero no de la forma que te gustaría amigo mío. - Me levanto del sillón soltando un bufido mientras niego.