Así Fue

7

"Estoy constantemente, apunto de intentar besarte"

La chica de pelo rubio, cantaba alzando la voz en su cuarto. Una canción que a ella siempre le había gustado.

Siempre me había gustado esa canción, acababa de volver de casa de Anaju, habiendo dormido tan solo tres horas, cuando Flavio cayó rendido al lado mío, y su cabeza se apoyó inconscientemente sobre mis hombros.
No le quité, no quería molestarle.
Así que, con éxito decidí dormirme, y caí rendida.

Al despertarme, me fui rápidamente del piso, avisando a Anaju de que debía irme, ella me dio el visto bueno.

No entiendo porqué me fui

Aún menos entiendo ese miedo irracional que entró en mi, recorriendo cada pequeña parte de mi cuerpo, haciendo que reaccionase yéndome. Más bien,

Huyendo.

Y ahora me encontraba, cantando Dinamita, esperando que, con un poco de ayuda pudiese organizar mi mente, y por un momento saber que narices me estaba pasando.

En realidad era normal, hace una semana y media que había llegado a Madrid y todo iba rapido, en el sentido de que,
Incluso tenía ya un grupo.

Mientras la canción sigue sonando, decido colocarme en el suelo, mientras pienso, y repito los momentos de esta semana en mi mente.

Hay algo que me confunde, y tampoco sé el que, me siento un tanto desconfiada, y sigo sin saber el porqué.

Hay algo que desde adolescente hacia, tumbarme en el suelo, mirando el techo de un color lila casi inapreciable de mi habitación, mientras la música sonaba a todo volumen.

Coloco las manos sobre mi abdomen, notando como mi respiración sube y baja lentamente mientras cuando sube se tensa un poco a causa de seguir tarareando ahora una nueva canción.

Dancing with your ghost

How do I love? How do I love again?
How do I trust? How do I trust again?

Esta canción la descubrí hace poco pero cada palabra dicha, es significante para mi.

Esas son el tipo de canciones que me gustan, con las que te identifican, que te emocionan, te hacen reír.

Pero sé, que todos esos sentimientos de la canción, en algún momento de mi vida desaparecerán, porque se que podré volver a confiar, podré volver a querer. Volver a sentir.

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El timbre suena, me había quedado en el suelo dormida, con la música sonando. Habrían sido unos diez minutos porque la playlist no había terminado.

Me levanto y descalza me acerco hacia la puerta.

Abro lentamente preguntándome quien sería a las nueve de la mañana.

Pero lo que menos me espero es que, Flavio se encuentre ahí.

Que el chico de gafas, con unos ojos castaños y pelo alborotado, este ahora mismo detrás de la puerta de mi piso.

Eso si que no me lo esperaba.

Así que, ni si quiera se como reaccionar, y creo que se da cuenta, porque mi cara podría definirse por mis ojos, apunto de salirse de las órbitas.