Capitulo 10 | Final

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CAPÍTULO FINAL

20:35 pm

La lluvia golpeaba en la capucha del morocho, quien caminaba solitario por las calles vacías de Buenos Aires. Volvía del cementerio y ahora iba camino a su casa, pero la fuerte lluvia que habia comenzado a caer, lo hacia caminar más lento, y no ayudaba para nada con sus pensamientos.

Su mirada era triste, al igual que todo su ser.

Por mil noches de Airbarg sonaba a todo volumen en sus auriculares, volviendo toda esta situación más triste. La lluvia cayendo, más esa canción, realmente lo ponian peor de lo que estaba pero no le daba bola a eso. A estas alturas ya no sabía como sentirse.

"Sigo sin saber nada de vos"

Su paso era lento, sin ningún apuro. Su ropa estaba completamente mojada, y no dudaba en que un resfrío se aproximaba luego. Sentía frio, y en muchos sentidos. Como siempre sus manos estaban metidas en el bolsillo de su amado buzo, mientras caminaba con su mirada baja, con la canción sonando en sus auriculares y el sonido de la lluvia golpear contra el sueño.

Si hace un año le hubiera dicho que pasaría por todo esto, probablemente el morocho se les hubiera reido en la cara. Sin creerlo. Es que... ya habian pasado varios meses y él seguia en el mismo lugar, sin olvidarse de ella.

"Quisiera encontrarte algún día en mi camino"

¿Se sentiría siempre así? Tenia esa duda. Digo, ¿el dolor lo acompañaría siempre? Esperaba que no, ya que se sentía como la verdadera mierda sufrir por la persona que amas. Vaya mierda de vida... al menos Mateo lo pensaba así.

Él no es perfecto, y lo sabe

Ariadna era mucho para él. Nunca se llegó a explicar como una chica tan hermosa y buena como ella, haya sido su pareja por muchos años. Pero de todos modos le estaba muy agradecido por varios motivos, y unos de esos era; por haberlo hecho completamente felíz.

Cada tanto escuchaba los autos cruzar por la calle, mientras que él caminaba tranquilamente por la vereda.

Ir al cementario le habia hecho bien, aunque también lo puso peor. Necesitaba sentirla por unos minutos, y no podía no ir a felicitarla por el dia de su cumpleaños. Nunca seria tan mierda con ella.

La mamá de Ari también fué a verla, dejando una hermosa foto de su hija en su tumba. Esto era un dolor que les iba a costar muchísimo superar, y eso lo sabian perfectamente.

Un sollozo salió del morocho, sin saber que más hacer para alivianar el dolor tan horrible que sentia. Sus pulmones ya comenzaban a fallar debido a la manera tan brusca en la que estaba respirando. Se asustó por unos minutos, pero dejó de hacerlo cuando la lluvía volvió a golpear contra su cuerpo.

"Y tengo tantas cosas, que decirte al oído"

Caminaba a paso lento por la oscuridad de las calles. Sólo las casas y negocios tenian un foco de luz prendido, pero sólo eso. Digamos que todo el ambiente combinaba con lo que ahora sentía el rapero.

¿Porque a él?

Miles de interrogantes salian en busca de respuestas, las cuales, nunca llegarían. Mateo no tenia ganas de nada a estas alturas del juego. ¿Que podia hacer? Si ella ya no estaba. Deseaba dejar de pensarla aunque sea un puto segundo, pero todos sabemos que eso era completamente imposible.

Ariadna | Trueno ✓ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora