-Catalina, hija, ya ven a desayunar.
-Ahí voy mamá.
Primer año en la secundaria, no podía ser tan malo.
Llegué al colegio. Había demasiada gente, podría jurar que caminaban tan rápido que parecían hormigas.
-Hola Cata.
Volteé para saber quién me había llamado, con un poco de miedo.
-Hola Rosa, no sabía que estudiabas aquí. - Dije emocionada.
Rosa era mi amiga desde que yo tenía 3 años.
-¿Vamos a nuestro salón? - Dijo Rosa sin emoción.
-Bueno, vamos.
Ingresé al salón, y lo único que vi fueron caras igual de perdidas que la mía. Claro, todos éramos nuevos,era normal supongo.
Los asientos eran personales. Me senté delante se Rosa. Pero detrás de un chico que parecía muy tímido, me atreví a hablarle.
-¡Hola!, me llamo Catalina, pero me puedes decir Cata, ¿y tú?
- Me llamo Stephano. Tienes un bonito nombre por cierto.
Iba a seguirle hablando, cuando de pronto entró la tutora al salón.
-Buenos días clase. Mi nombre es Denisse. Yo seré su tutora este año. Veré su comportamiento estos días y según eso los cambiaré de lugar.
Era joven, no tenía mas de 20 años a mi parecer. Se retiró del aula por un rato.
-¿Cuántos años tienes Cata?
-Tengo 12 años. ¿Tú?
-Yo tengo 12 también.
Nos quedamos callados un rato, solo mirándonos. Se comenzó a poner incómodo así que le dije:
-Me gustan mucho los libros.
-Genial, a mí no tanto la verdad. A menos que sea una lectura corta.
Regresó la tutora y lo único que hizo fue observarnos, a todo el salón claro.
Sonó la campana del recreo.
-¿Qué piensas hacer? -Me preguntó Stephano.
-Caminaré por el colegio. - Respondí.
-¿Te puedo acompañar?
-Claro.
Salimos del aula. Todo estaba tranquilo. Para entonces éramos los menores de la secundaria. Miraba a todos lados muy alerta. Pero de pronto, por un descuido mío, tropiezo con un chico que estaba en tercer año.
-Ay, lo siento mucho. No me figé. - Dije avergonzada.
En ese instante alzé mi mirada hasta los ojos de ese chico. Me di cuenta que sus ojos verdes y su cabello castaño eran la combinación perfecta.
-No te preocupes, fue mi culpa por retroceder.
Eso fue lo que dijo, creo. Mi mirada estaba tan fija en él que casi no escuché lo que me dijo. Stephano intentaba des-hipnotisarme, pero no podía, hasta que por fin lo logró.
-Enserio te gusta, es amor a primera vista. - Dijo con una pequeña risa.
-¿Qué? Claro que no. No es mi tipo. -Dije sin ningún y gesto, aunque claro estaba mintiendo.
Seguimos caminando, contándonos anécdotas muy divertidas, riéndonos.
Sonó el timbre, terminó el recreo.
Hablábamos y hablábamos,todos los días,todas las horas del colegio eran iguales.
-¿Te digo un secreto? -Dijo Stephano avergonzado.
-Claro,cuéntame.
-Me gusta una chica, pero es mayor que yo.
-¿Cuán mayor es?
-Tres años, está en cuarto.
-Y...¿ tú le gustas?
- Sí, pero nos asusta el qué diran, por la edad.
No me sorprendió que a la chica le gustara Stephano, a decir verdad él era muy guapo.
-¿Cómo se llama ella?
-Luana, es casi de mi tamaño, su cabello es largo y lacio, sus ojos son marrones, de piel clara y es delgada. Muy bonita.
-¡Ah, sí. Ya sé quién es! Sí la conosco. Si quieres te puedo ayudar con ella.
-Sería genial, gracias.
Al día siguiente realizaron los cambios de lugares. Para mi suerte me sentaron detrás de Stephano de nuevo. Detrás mío se sentaba una chica muy tímida llamada Sonia, pero con un gran corazón. Me gané su confianza y su amistad. No se me hacía complicado tener nuevos amigos.
El profesor de álgebra había faltado, así que la tutora nos puso una película llamada Hanzel y Gretel - Cazadores de sombras. Me cambié de asiento para hablar con Rosa.
Luego de un rato volví a mi lugar para hablar con Sonia.
-Oye Cata, mientras te fuiste oí que Stephano y Luis estaban hablando.
Luis era el mejor amigo hombre de Stephano.
-Y que oiste... -Dije sorprendida.
-Pues Luis le preguntó a Stephano si tú le gustabas ya que hablan mucho y se le hacía sospechoso.
-Y ¿que respondió Stephano?
-Pues al principio lo negó, pero luego dijo que si le gustabas un poco. Pero que no sabía como decírtelo ya que eran amigos.
Me quedé helada. En efecto, Stephano y yo éramos buenos amigos. Nuestra amistad se dañaría con una relación.
-Cata...¿estás bien?- Me preguntó Sonia preocupada.
-Em...sí, sí. Solo que ya nada será igual...

ESTÁS LEYENDO
Una adolescente en peligro de amor
Novela JuvenilTodos tienen un amor, pero no siempre es perfecto. ¿Y si nunca fuera perfecto? ¿Qué harías si el amor de tu vida apareciera y lo ignoraras? Tantos amores dejan marcadas.