Capítulo 3

157 17 0
                                    

Mire hacía la gran puerta que estaba delante de mí.

Suspire.

Debía ser fuerte, y esto sería actuar, como en los viejos tiempos. Aun no podía creer como es que Backer pudo haber llamado a la prensa, aún sin consultarme, supongo que debía de conocerme, y debía de saber que yo había dejado todo eso.

 ¿Si no me habían consultado lo de la boda, porque deberían consultarme algo similar a aquello?. Pensé resignada. 

–Es hora -Me dijo una de las chicas que estaba de traje negro, supuse que trabaja para él.

Asentí con la cabeza. En ese mismo instante la gran puerta que tenía delante de mí, se abrió dejándome ver hacía el altar, la iglesia era enorme.

Al otro lado, pude ver su silueta, vestía de un smoking negro.

Comencé a caminar, para llegar a su lado, lenta y delicadamente, como debía de hacerlo, tal y  como se veían en las películas.

Puse mi mejor y plástica sonrisa.

Y mientras caminaba, miraba hacía los costados, de reojo. No conocía a nadie allí, sentí como mis manos sudaban, mientras que en ambas llevaba un ramo de rosas blancas.

Estaba cansada e incómoda, nerviosa y asustada,  solo quería llegar a mi antigua casa, cambiarme, y dormir por un largo tiempo.

Había pasado toda la tarde arreglándome para este mismo momento, sentí mi corazón latir a mil, a medida que me iba acercando a él, podía verlo mejor, su cabello era color miel, era de tés blanca.

Cuando por fin llegue a su lado lo contemple, tenía ojos miel, no era tan grande de edadcomo pensaba que iba a ser, a decir verdad esperaba un anciano. Su nariz era recta, perfecta, sus labios eran rosados, y estaban bien definidos, tentadores, debería decir.

El me sonrió ampliamente. Sentí como mi corazón dio un vuelco.

Seguramente debía de ser parte de la actuación, le devolví la sonrisa.

Estaba indignada. Era lindo, atractivo, nada de lo que yo esperaba. Eso me hizo odiarlo aún más.

Él me tomo de mi mano derecha.

Más nerviosa me puse aún, me sentí avergonzada, tenía todas mis manos transpiradas.

El cura comenzó a hablar.

Después de unos treinta minutos, sentía mis pies doler, me había a desacostumbrado a usar zapatos, el vestido me incomodaba, y Backer seguía tomándome de la mano, ya estaba cansada, quería marcharme de allí, salir corriendo.

Esto era completamente absurdo, si quiera sabía su nombre, solo su apellido, y me casaba con él.

Fue entonces cuando el cura dijo: 

- Bien, siendo así - Suspiro mirándonos a ambos.- James Backer -Dijo mirado a Backer. Estaba tensa, el igual, podía notarlo.- ¿Aceptas a Emma Walker como tu Esposa, para amarla, respetarla y cuidarla, estar en el bien o en el mal, en la riqueza como en la pobreza, y amarla todos los Días de tu vida, hasta que la Muerte los separe?-Dijo mirando a James, mientras ames solo me miraba a mí, y yo a él.

Que la muerte venga pronto,  Pensé sarcástica.

Sus ojos mieles estaban intensos, pero no podía ver lo que sentía. 

- Acepto - Dijo mirando con una cálida sonrisa en su rostro. Sentí como una lágrima bajaba por mi mejilla.

Estaba iba a ser mi prisión de ahora en más, iba a pertenecer a un hombre al cual no conocía, ni amaba, el contrato ya se estaba cerrando, y mis opciones eran nulas. Era como una cruel condena para mi.

Beauty and  Beast.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora