Tres

977 120 12
                                    




El día lunes, Jungkook despertó sabiendo que todo lo ocurrido el día anterior fue sólo un mal sueño.

Porque era imposible que su mamá se hubiera dado el tiempo de buscarle un novio a su hijo por una página de internet con un nombre estúpido y hubiera alquilado a un chico por seis meses.

Su mamá no era una loca de patio, así que todo fue sólo una pesadilla de la que se iba a reír más adelante.

Tenía una clase ahora en la mañana en la universidad donde estudiaba arquitectura, así que ya era momento de levantarse para vivir otro cruel día de esa dura realidad.

Se giró en la cama y pegó un grito al ver un rostro a centímetros del suyo.

Oh no. Oh no.

—¡Despertaste, osito! —gritó Taehyung encantado.

—¡¿Qué haces en mi habitación, tú... maldito cachetes?! —dijo cubriéndose con la sábana.

—¿Te gustan mis mejillas, osito? —replicó Taehyung sonriendo.

—¡No!

—¿Te gustaría morderlas?

—¿Puedo hacer–? ¡No!

—¡Osito!

—¡Pareces una niña tonta hablando con su peluche!

—¿Soy tierna como la niña tonta? —y Taehyung juntó sus manos llevándolas a sus mejillas, sin dejar de sonreír, y Jungkook no pudo evitar pensar en algo sucio que incluía la boca de Taehyung y su entrepierna.

Cálmate. Cálmate, estúpido, mantén la cabeza fría.

—¡Fuera de mi cuarto! ¡No te invité a pasar!

—¡Puedo pasar cuando quiera, somos novios!

—¡No somos novios!

—¡El contrato que firmó tu mamá dice que lo somos!

—¡¿Qué mierda dice ese contrato?!

—Que debes tratarme bien, darme abrazos y besos, alimentarme y decirme lindura —Taehyung dio un paso y Jungkook volvió a gritar.

—¡No pienso decirte lindura!

—¡Pero osito!

—¡Fuera antes de que llame a los policías!

—¡¿Qué son todos esos gritos?! —su mamá abrió la puerta de golpe, furiosa y con la sartén en una mano, dispuesta a golpear a todo aquel que estuviera gritando.

—¡Saca a Taehyung de mi cuar–! ¡MAMÁ, LA CHANCLA NOOOOOOOO!

🍃🍃🍃

Jungkook estaba murmurando por lo bajo mientras terminaba de comer su leche con cereal en tanto Taehyung miraba su reflejo en un pequeño espejo de mano que tenía, lamentándose por el moretón que la mamá de su novio le hizo luego de reírse como enfermo al ver a Jungkook aturdido por el golpe con la chancla que recibió.

El castaño se puso de pie, mirándolo de forma horrible, pero Taehyung sólo le sonrió mientras pestañeaba repetidamente con inocencia. Jungkook se limitó a bufar, dejando el bol vacío sobre el lavamanos, agradeciendo que su mamá se hubiera ido minutos atrás a trabajar.

—No sé qué harás ahora —le gruñó a Taehyung.

—¿Sigues enojado conmigo, osito? —Taehyung hizo un puchero y Jungkook desvió la vista, sabiendo que observarlo por mucho tiempo lo haría sentir raro.

—No soy un maldito oso, Taehyung —replicó Jungkook —. Ahora debo ir a la universidad, así que...

—Te acompañaré —dijo Taehyung volviendo a sonreír.

—¿Qué? No — Jungkook se cruzó de brazos—. No quiero que mis amigos–

—Por favor, también tengo clases allí —Taehyung le sacó la lengua—. No todo mi mundo gira en torno a ser tu novio, Jeon Jungkook. Y sin decir nada más, marchándose como si fuera la reina del lugar, Taehyung salió de la casa sin mirar atrás y dejando a Jungkook con una desagradable sensación en el estómago.

Novio de AlquilerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora