Doce

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(2/?)

Jungkook salió de clases bostezando, sintiéndose más cansado de lo normal, cuando alguien lo tomó del brazo para detenerlo. Se giró, encontrándose con una cabellera negra, y miró a Jimin frente a él, que lo miraba con el ceño ligeramente fruncido

—¿Qué pasa? —preguntó confundido.

—Necesito que me ayudes —dijo Jimin soltándolo.

Jungkook se quedó un momento en silencio.

—No tengo condones, Minie.

El rostro del chico enrojeció.

—¡No es eso! —lloriqueó como un niño pequeño—. ¡Por favor, Jungkook, si me ayudas yo te ayudaré!

—¿Y en qué necesito tu ayuda, mocoso calenturiento? —replicó Jungkook.

—¡Con Tae! —chilló Jimin tomándolo del brazo—. ¿Crees que no lo noto? ¡Están peleados!

Jungkook soltó un bufido, incrédulo, haciendo una expresión irritante.

Sin embargo, no negó lo que estaba pasando. No era como si hubiera peleado con Taehyung, simplemente era que... bueno, Tae parecía escapársele de las manos por momentos. Como si en un instante todo estuviera bien, como si no hubiera problema alguno, para luego mirar hacia otro lado y hacer como si no fueran nada.

Y eso dolía, aunque nunca lo admitiera.

—¿Cómo quieres que te ayude? —preguntó Jungkook entre dientes.

—¡Quiero sacarle celos a Hobi! —los ojos de Jimin se aguaron—. ¡Desde que conoció al ese abuelo flojo no me presta atención! Y Hobiii te odia, así que–

—¿Quieres que engañe a Taehyung? — Jungkook lo observó.

—¡No! ¡Jamás le haría eso a Tae! —la expresión de Jimin cambió a una ofendida—. Sólo quiero que coqueteemos, nada más —luego, puso una sonrisa pequeña—. ¿Nunca has visto a Tae celoso, Jungkook?

Hubo un pequeño momento de silencio.

—Cuéntame más, mocoso calenturiento.

A la hora de almuerzo, mientras Jungkook y Yoongi almorzaban juntos en tanto Namjoon y Seokjin se daban un revolcón en el baño, Jimin llegó sonriendo.

Se sentó al lado de Jungkook, ignorando a Yoongi, para mirar al castaño.

—El cabello así te queda hermoso, Jungkook —dijo Jimin sin borrar un poco su sonrisa, pasando sus dedos por el cabello del aludido.

Yoongi los miró, enarcando una ceja.

—Gracias, Minnie — Jungkook observó su almuerzo—, pero me gusta más tu cabello —lentamente, Jungkook cruzó su mano por su nuca—. Te ves realmente precioso.

Las mejillas de Jimin se ruborizaron.

—¡Hobiii! —la voz de Yoongi los interrumpió.

Hoseok se apareció con el ceño fruncido, viendo primero a Jimin y luego a Jungkook que apenas lo saludaron, todavía mirándose.

—Minnie, siéntate conmigo —dijo Hoseok fulminando con la mirada a Jungkook.

Jimin lo miró con desagrado.

—Estoy bien aquí —y sorprendiendo a todos, Jimin se puso de pie para dejarse caer sobre las rodillas de Jungkook —. Jungkook realmente me presta atención.

—¿Cómo no te prestaría atención? — Jungkook enarcó una ceja.

—¡Eres tan encantador, de ver–!

—¿Interrumpo algo?

Todos se giraron lentamente para ver a Taehyung de pie ante ellos, mirando la escena sin expresión alguna en su rostro.

Luego, sus ojos se posaron en Jimin, y de forma escalofriante, sonrió dulcemente.

Sin embargo, su sonrisa asustó a todo el mundo. No había calidez en ella, ni ternura, sólo algo parecido a odio.

—Disculpa, Jimin, pero ¿puedo saber por qué estás sobre mi hombre?

Jungkook sintió que había firmado su sentencia de muerte.

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