Ocho

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La convivencia sana no fue para nada difícil. Taehyung era, en pocas palabras, alguien colaborativo si se hablaba correctamente con él.

Algo que Jungkook aprendió a las malas luego de haberle ordenado que no se colgara de su cuello y Taehyung le concedió su deseo, pero no sin antes humillarlo por todos los pasillos de la universidad cuando imprimió una foto de su cara con un SE BUSCA y le preguntaba a la gente si había visto a su lindo Osito.

Recordar ese episodio hacía que su rostro ardiera en vergüenza.

Además, su mamá parecía encantada con Taehyung, que lo pasaba a buscar todas las mañanas con su envase lleno de pastelitos. Su mamá solía comprarle varios todos los días, y Jungkook solía comérselos a escondidas para no admitir lo buenos que eran.

Incluso había comenzado a llevarse bien con sus amigos, en especial con Jimin, en tanto Taehyung generó también cierto acercamiento con Yoongi, juntándose de vez en cuando.

El único que parecía mirarlo feo era el cara de caballo, pero Jungkook lo pasaba por alto siempre.

Incluso ahora que Taehyung estaba recostado en sus piernas, jugueteando con su cámara fotográficas. Frente a él, Hoseok estaba sentado hablando con Yoongi, acariciándole el cabello a Jimin de forma distraída.

—Sonríe, osito —dijo Taehyung mirándolo por el lente de la cámara.

Taehyung le había contado, semanas atrás, que estaba estudiando Fotografía y que luego pensaba seguir estudiando en Artes.

Su falso novio no le había hablado en dos días luego de decirle que encontraba que era una carrera sin futuro.

—No me saques fotos —regañó Jungkook cubriendo su rostro.

—Pero si tu cara es muy linda —Taehyung le acarició la mejilla, sin dejar de sonreír—. Eres como un modelo, como el típico chico malo de la escuela que tiene a todo el mundo loco.

Jungkook desvió la vista, pero sintió sus mejillas un poco ruborizadas. Chocó con la mirada burlona de Yoongi y chasqueó su lengua.

—Me estás avergonzado —regañó pellizcándole la oreja a Taehyung, causando que se riera.

—Somos novios —Taehyung le sacó la lengua—, puedo avergonzarte todo lo que quiera.

—Es divertido, saben —dijo de pronto una maliciosa voz, y levantaron la vista para encontrarse con un sonriente Jimin—, llevan saliendo un mes, pero nunca los he visto besarse. ¿Y tú, Hobi?

Taehyung se enderezó, repentinamente pálido, en tanto Jungkook tragaba saliva.

—Nope —Hoseok los miró con una ceja enarcada.

—¿Tú, blanco robanoviod?

Oh.

¿Qué?

Jimin fulminaba con la mirada a Yoongi, que esbozó esa típica sonrisa avergonzada que sólo él sabía hacer, mirando a Jimin con diversión.

Hoseok tragó saliva, metido entre ellos dos.

taehyung quiso reír ante la situación si no hubiera estado en problemas.

—No, aunque a veces veo a Jungkook mirándole el culo a Tae.

Bueno, bueno...

¡¿Qué?!

Jungkok desvió la vista, humillado, mientras Taehyung ocultaba su rostro entre sus manos.

Jimin soltó un resoplido, disgustado.

—Si son novios, ¿por qué no se besan? —los miró con desafío.

Taehyung tenía la mentira perfecta, por supuesto.

— Jungkook es demasiado reservado, ustedes saben–

Pero no pudo terminar su frase cuando de pronto Jungkook lo tiró al suelo, chocando su boca con la suya, y todo pensamiento coherente se esfumó de su cabeza.

Sí, también podían besarse para librarse de ese pequeño problema.

Porque, ¿qué podía salir mal si se daban un beso?

Novio de AlquilerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora