Siete

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—Realmente eres como un niño pequeño, osito.

—Mhn.

Taehyung, a su lado, soltó un suspiro mientras salían del edificio donde Jungkook tenía sus clases.

—¿Qué llevas en la cajita? —preguntó Jungkook de pronto, sin saber si lo correcto o no era tomarle la mano ya que eran, bueno, novios.

Taehyung enarcó una ceja, quitando la tapa del envase y revelando unos lindos cupcakes con forma de flores y decorados con distintos tipos de crema.

Jungkook humedeció sus labios y extendió una mano, pero taehyung la manoteó.

—Los vendo, no los regalo —regañó Taehyung sonriendo—. Son dos dólares.

—¡Pero soy tu novio! —se quejó Jungkook.

—Entonces son cuatro dólares —replicó Taehyung.

—¡Cachetitos!

—Dame cinco, ratita.

Junngkook crispó sus hombros cuando apareció Hoseok de pronto, con esa estúpida sonrisa que ponía hacia Taehyung, pareciendo un maldito caballo.

Estaba pensando seriamente en llamar a control de animales para que se hicieran cargo de ese pequeño problema.

—¿Qué haces aquí, Hobi? —preguntó Taehyung tendiéndole el envase mientras su amigo sacaba diez dólares.

—Bueno, aproveché el tiempo libre mientras espero a Jimin para buscar a tu rata novio y hablar con él —respondió Hoseok echando sus cupcakes a una bolsa de papel.

Sí, definitivamente llamaría para que se deshicieran de ese caballo.

—¿Hablar de qué? —preguntó Taehyung frunciendo el ceño, viéndose totalmente adorable en opinión de Jungkook.

—Cosas de gente grande —respondió Hoseok—, así que anda a darte una vuelta por el estacionamiento, esos cupcakes no se venderán solos.

Taehyung los miró con una expresión confundida a los dos, pero al ver que Jungkook no reclamaba ante las palabras de su amigo, se encogió de hombros y le dijo que lo buscara después en el estacionamiento.

Apenas Taehyung desapareció, Jungkook contempló a Hoseok fríamente.

—¿Entonces?

—No sé a qué está jugando Taehyung —dijo Hoseok sin rastro de amistad en su rostro—, y estoy seguro de que hay algo que no me está diciendo. Nunca había hablado antes de ti, así que el hecho de que de un día para otro apareciera con alguien que es su novio, me dice que me está ocultando unas cosas —Hoseok dio un paso tratando de lucir amenazante—. Aun así, no me voy a entrometer en ello. Sin embargo, si le haces daño, si veo a Taehyung llorar por tu culpa, te haré miserable, Jeon Jungkook, y nadie podrá–

—¡caballitoooo!

La seria pero rara del cara de caballo fue interrumpida cuando un chico más pequeño y delgado, con el cabello rubio, apareció de pronto lanzándose a los brazos de Hoseok. El aludido lo tomó de la cintura con clara sorpresa para luego mirarlo con cariño.

;—¿Cómo estás, Minnie? —le preguntó antes de darle un pequeño beso en los labios.

—Ugh, tuve un mal día, dame amor —se quejó el recién llegado. Unos segundos después, se giró hacia Jungkook, mirándolo de pies a cabeza, y humedeció sus labios—. ¿Quién es este chico tan guapo, caballito?

—¿Guapo? —escupió Hoseok—. No lo puedes encontrar guapo, tiene cara de rata.

—Habló el cara de caballo —soltó Jungkook para luego guiñarle el ojo al muchacho de cabello rubio, haciéndolo soltar una risa baja.

—¡No puedes coquetearle a mi novio! —gritó Hoseok agarrando posesivamente a Jimin por la cintura—. ¡Eres el novio de Taehyung!

—¡¿Tae tiene novio?! —chilló Jimin.

—Es una larga historia.

—¿Y quién te golpeó en la cara, bebé? —Jimin le tocó la mejilla herida a Hoseok.

—Un cara de rata —respondió Jungkook sonriendo burlonamente.

—Suficiente por hoy, nos vamos —gruñó Hoseok girándose sin decir otra cosa.

—¡Adiós, señor con cara de ratita! —se despidió Jimin sin dejar de sonreír para luego chillar cuando, frente a todo el mundo, Hoseok le dio un agarrón en el culo.

Jungkook soltó un suspiro, cansado, y negó con la cabeza tratando de no pensar demasiado las cosas. Suficiente se había complicado su vida esos últimos días para agregarle otro problema.

Lo único que debía hacer era llevar una convivencia sana con Taehyung, y cuando llegó al estacionamiento y el bonito chico le dio de comer un cupcake, supo que quizás todo sería más agradable de lo que realmente había creído.

Novio de AlquilerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora