Friends for convenience?
Era una rebelde, siempre fue la chica difícil. Los profesores la detestaban, y siempre le hacían la vida imposible. Sus compañeros la marginaron, todos excepto uno. Extrañamente, él era el más inteligente de la clase. Nadie entendía por qué Cameron Beckham había insistido tan furtivamente en ser amigo de Cher. Ella lo odiaba, o al menos eso parecía; todos pensaban que ella solo quería usarlo para “limpiar” su imagen...
-Cameron, eres un inútil. -Exclamó Cher mientras borraba el pizarrón de su aula. Él la miraba triste, y todos sus compañeros de clase, furiosos.
-Ya Cam, déjala sola. No merece que sigas preocupandote por ella. -Gritó una de las zorras de la clase. Ese tipo de chicas que usa la pollera de un largo extremadamente corto, y las que dejan el escote de su camisa para que los pechos se les salga por éste. Realmente patético.
-Sigue su consejo y aléjate de mí. -Susurró Cher. La verdad era, que aunque tuviera ese aspecto de niña ruda y fuerte, realmente era todo lo contrario. Cameron sonrió y le arrebató el borrador de la mano.
-Deja que limpie los sectores altos. Quiero ayudarte Cher. -Ella se lo quedó mirando, los susurros de sus compañeras realmente la fastidiaron, pero no le importó en lo más mínimo.
El profesor de aritmética entró al aula y todos los alumnos callaron al instante. Cher comenzó a caminar para irse a su asiento, pero el profesor la detuvo. La muchacha maldijo por dentro y le dedicó una mirada furiosa.
-Lloyd, hoy tendrá que hacer estos ejercicios.
-¿Y si no quiero?
-Irá a asistencia escolar.
-Perfecto. -Exclamó mientras se dirigía a su asiento para recoger sus pertenencias. Todos se quedaron callados, irritados. Cameron la miró y le sonrió.
-Nos vemos en el recreo. -La muchacha sonrió cansada.
-¿Por qué insistes tanto con ella Cameron? -Exclamó su amigo, Ryan.
-Nadie la conoce Ryan, ella no es lo que aparenta. -Susurró. Agarró su lápiz y comenzó a copiar los apuntes de aritmética. Su amigo lo miró extrañado, como tratando de descifrar aquellas palabras; aunque fue en vano.
Al tocar el timbre para el receso, Cameron pareció salir disparado a la cafetería. Su profesor se quedó callado, y no dijo absolutamente nada. En el comedor escolar estaba esperando Cher, Cam sonrió.
-Pensé que no me esperarías.
-No tenía opción. Toma, por lo de la pizarra. -Exclamó tendiéndole un jugo de naranja, esos que Cameron adoraba. Sonrió y le dio uno de los caramelos que traía en el bolsillo, de frutilla. Cher sonrojó, era su gusto favorito.
-Sabes que no tienes que ser mi amigo ¿No? -Murmuró mientras le daba un sorbo a su bebida.
-Losé, pero aún así me interesas Cher. Yo se que no eres lo que aparentas. -Sonrió. -Además, yo tampoco soy el perfecto que crees. -Ella calló. Miró sus manos y luego volvió la vista al castaño. Intentó abrir la boca, pero comenzaron a entrar profesores y alumnos, y Cher se corrió de su lado.
-Lo siento, tengo que irme. -Sonrió. Cameron la miró triste, sabía que en realidad no quería dañar su imagen ante la gente. Al intentar pasar entre la gente, las mismas zorras de faldas cortas la empujaron, haciendo que choque con otro muchacho, y que éste le derramara los fideos encima.
-Oh, lo siento. Pero que bueno que no te manchaste mucho, típico de una bolsa de basura como tú. -Río Adrianna, la “líder” del grupete.
-Puedes llamarme todo lo que quieras, pero al menos yo no me tiré a toda la escuela. A espera, ¿tú sí? Típico de chicas como tú. -Sonrió mientras se dirigía al baño. Adrianna la miró furiosa, y luego soltó una de esas típicas frases que dices cuando no tienes palabra en contra.
Ella siguió caminando por entre los pasillos. La gente la veía mal, pero a ella no le importó, al menos a ella. El profesor que salía de su aula la vio y comenzó a darle sermones de cómo comportarse. Cher puso los ojos en blanco y se quedó ahí parada.
-Sería mejor si arregla esos modales suyos. Tal vez primero deba arreglar las notas Lloyd. -Objetó cansado de la falta de atención de su profesor.
-¿Lo siento? ¿Acaso tiene algún aplazo y yo no me enteré? -Saltó Cameron de la nada a defenderla. Cher se inmutó y el profesor se puso rojo de ira. En su garganta se habían acumulado las ganas de gritarle, pero no pudo. No a Cameron, quien además era hijo del vicedirector.
-Cameron...
-Cameron, como hijo del vicedirector de esta institución yo te recomendaría buscar mejores compañías. -Espetó seco. Cher le volteó la vista y se le quedó mirando cabizbaja. Algo rabiosa. Luego comenzó a caminar en dirección al baño. Cameron vio que se marchaba y se volteó al profesor.
-Y yo que usted me guardo los comentarios. Recuerde que no soy un simple estudiante. -Carraspeó furioso. Richardsen se quedó congelado y se fue corriendo de allí. Cam intentó buscar devuelta a Cher, pero no la encontró.
-¡Cher! -Exclamó Cameron desde la entrada del colegio, mientras veía como ella lo ignoraba.
-Cameron, gracias por... bueno por todo. Pero no quiero que te involucres más conmigo. Eres una verdadera molestia. Como un niño pequeño. -Dijo seca y cortantemente. Cameron se quedó helado, lleno de molestia. La cogió de la mano y la empujó hacia él. Ella intentó zafarse, pero no pudo. Él era más fuerte de lo que esperaba.
-No te sientas mal por lo que dijo el profesor ese.
-Cameron, sueltame.
-Cher, te quiero. Por eso, no me pidas que me aleje. -Exclamó mientras la agarraba del cuello para besarla. Ella no se opuso, desde el primer día que lo conoció había estado enamorada de él.
-Esto parece un cuento de hadas Cameron. -Ríeron al compás. Ya nada importaba, porque Cher había dejado de lado ese falso ser típico de ella.
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Biblioteca de historias
Novela JuvenilUna inmensa biblioteca. Llena de historias sorprendentes, únicas. El amor, la tragedia, el misterio en una colección de One Shoots de diferentes personajes. Desde cantantes y bandas como One Direction, Cher Lloyd, Ed Sheeran, Union J hasta actores c...