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EAST L.A 12 MILLAS PARA LLEGAR AL JPL
—Era el mismo alienígena del campamento! Pensé que lo habíamos matado...— habló Darisuh un poco confundido. —Si llegó en la cápsula y sobrevivió el calor del ingreso, debe tener una gran capacidad de regeneración celular— nos explicó el pelirrojo. —En español, Alex!— dijo ZhenZhen, cosa que me causó un poco de risa. —¡Es como Wolverine!— volvió a hablar "pecas". —Ah...— dijimos todos al unísono.
Mis compañeros siguieron hablando pero honestamente no les preste mucha atención, estaba ocupada planeando lo que me gustaría hacer cuando terminé todo esto. Es loco pero, ellos son mis nuevos y verdaderos amigos. Aprendí muchas cosas en tan poco tiempo, vivimos millones de aventuras juntos y siento un vacío en el estómago de imaginar no poder volver a hablarles o verles. —Lo único que importa es que nos quiere matar!— oí a mi amiga decir, sus palabras me hicieron volver de mi pequeño trance.—Y no podemos hacer nada— —Por eso, creo que deberíamos seguir caminado— habló Alex. —¡Ya me harté de tus ideas!—era notorio el enojo en la voz de Dariush.—Considera tus privilegios de líder, revocados!— —Aveces uno hace la cosa correcta y no funciona, pero aún así vale la pena intentarlo.— se defendió Alex. —¿Quien te dijo eso?— preguntó Dariush. —Por favor no peleen! Somos un equipo, no pueden discutir por una cosa así cuando estamos en medio de un Apocalipsis.— hablé finalmente intentando calmarlos, pero no fue así, lo único que hicieron fue ignorarme, que novedad, no? Algo dolida por la falta de atención que el grupo me brindaba decidí alejarme un poco hasta que escuché como Gabriel le gritaba a Dariush. Fui rápidamente donde estaban. —¡¿Dariush que haces!?— dije alterada mientras veía como el chico anteriormente nombrado le pegaba a Gabriel. —¡No te metas con mi familia!— —Suficiente— habló Zhenzhen mientras los separaba. Aproveche y me acerque lo más rápido que pude a Gabriel. —Hey, ¿estas bien?— me miró y noté un poco de sangre en uno de los orificios de su nariz— ouch...— —Tranquila, no duele tanto— sonrió un poco y se acercó a Dariush, para hacer las paces. Mientras hablaba un poco con Alex, noté que alguien tocaba mi hombro. Me giré y encontré a Gabriel. —¿Esta todo en orden?— le pregunté y el pensó por unos segundos lo que iba a decir. —¿T-te molestaría ayudarme c-con mi nariz?— me preguntó mientras se rascaba la nuca con cierto nerviosismo. —¡Claro! Ven, creo que tengo un pañuelo en mi mochila.— el asintió feliz y me siguió. Por suerte logre encontrar los materiales que necesitaba para ayudarlo. Le pedí que tomara asiento en un tronco y le dije que yo me encargaría de limpiar los restos de sangre seca que se encontraban en su nariz. Tome un pañuelo húmedo y suavemente iba quitando la sustancia. —Eww tienes un moco ahí— señale su orificio nasal. El no me dijo nada, solo se sonrojó.— Es una broma, no tiene nada de malo.— reí ante su reacción. —Oigan chicos!— mi amiga nos llamó y nos acercamos, al fin y al cabo ya habíamos terminado. —¿Que ocurre ZheZhen?— pregunté. —Es el doctor Fielding, intenta contactarnos. Debemos irnos— me respondió. Todos nos pusimos en pie, listos para irnos. Pero Alex nos habló. —Deberíamos buscar ropa nueva— yo asentí, la vestimenta que traía no era la adecuada para estar en un Apocalipsis. Me pareció una buena idea la del chico— no sabemos si nos está rastreando por nuestro olor— —Bien, entonces vamos!— hablé entusiasmada.
—¿Dariush cuantas veces te lo voy a tener que repetir? ¡NO HAY MCDONALDS EN MEDIO DE UNA INVASIÓN ALIENÍGENA!— le dije al chico que no paraba de pedir hamburguesas. —Pero tengo mucha hambre _____...— se quejó nuevamente. —¡Pues te aguantas! Yo también tengo hambre y no estoy haciendo un berrinche— el me miro y comenzó a lloriquear más fuerte.— Por favor, madura Dariush— reí levemente, en el fondo sabía que era broma y lo hacía para distraerme, distraernos a todos un poco de lo que esta pasando y poder reír. —¡Las tiendas de lujo están en el piso de abajo!— todos avanzamos rápidamente al primer piso para observar la mercadería. Había objetos de Star Wars, Dariush tomó una espada láser y bueno, ya saben, es Dariush. —Bum bum bum— comenzó a imitar el ruido del aparato. Me aleje de ellos tres y fui con Gabriel, estaba solo mirando ropa. —¿Encontraste de tu talle?— reí al ver lo concentrado que estaba mirando las prendas y sus etiquetas—¿Porque miras el precio? ¡Es gratis! Una de las pocas ventajas de estar en el fin del mundo— el chico río por mi comentario. —Creo que es hora de un cambio— me dijo mientras tomaba la ropa que había estado seleccionando y se iba, supongo que a vestirse. Hice lo exactamente lo mismo, les avisé a los demás donde me vestiría para evitar "accidentes" y me fui a cambiar la ropa. Todo iba relativamente bien, simplemente me faltaba ponerme la remera y estaría lista, cuando en eso escucho a mis espalda la puerta abrirse. Grité a todo pulmón mientras me tapaba, si bien estaba en top se me seguía haciendo bastante incómodo. Me di vuelta lentamente y me encontré a Gabriel quieto como una estatua, sonrojado y mirándome. —¡¿Que ves?!— le arroje una prenda de ropa cualquiera con la intención de que reaccionara, pero no fue así, seguía petrificado. —Amiga escuché tu grito, que pasó?— preguntó Zhenzhen pero vio a Gabriel y pareció encontrar su respuesta—¡¿Que haces aquí maldito pervertido?! Vete antes de que te arranque- la asiática no pudo terminar su oración ya que el chico se marchó rápidamente del lugar susurrando muchos "lo siento". —¿Mejor?— preguntó mi amiga, a lo que yo asentí. Alguien se asomó por el marco de la puerta, Dariush. —Vaya, eso si que fue incómodo.— lo mire sorprendida, ¡¿desde cuando estuvo ahí?! —¡INCÓMODO SERÁ EL DOLOR QUE TENDRÁS SI NO ME DEJAS VESTIRME EN PAZ!— me miró algo asustado y se fue del lugar corriendo. —Lo único que falta es qué aparezca Alex...— dije sarcásticamente. —Oye ZhenZhen, viste a ______?— preguntó el pelirrojo con pecas mientras entraba a la habitación. Me vio e inmediatamente se cubrió los ojos y empezó a correr en círculos chocándose con absolutamente todo. —ZhenZhen, por favor, llévatelo— le supliqué a mi amiga, la cual asintió y tomó al intruso de la mano para guiarlo a la salida. —Lo siento mucho ______!— gritó Alex antes de desaparecer completamente de mi vista.
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¡Muchas gracias por todo su apoyo! Espero que estén disfrutando la historia ❤️
