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SALIMOS DEL CENTRO COMERCIAL cada uno en su respectiva bicicleta, el ambiente con los chicos era bastante incómodo, más que nada con Gabriel, que fue el único que no me dijo nada luego del pequeño incidente. Los demás se disculparon conmigo de una manera respetuosa pero el simplemente me estaba ignorando y tratando de una manera súper cortante y fría, ¡¿que hice para merecer esto?! Me estaba enojando bastante su actitud. —¡Miren!—habló Alex llamando la atención de todos mientras nos señalaba un vehículo—es un Ford Mustang de 1973, mi padre tenía uno igual— sentí un poco de pena por el chico. —¿Crees que esté en buen estado?—formuló ahora Gabriel—no tiene computadora o algo que se pudo haber quemado—explicó el joven. —Exacto—aseguró "pecas" Todos soltamos nuestras bicicletas al oír la confirmación del chico y corrimos al auto. Alex se sentó en el asiento del conductor listo para manejar, pero no contaba con un pequeño detalle. —No puedo, es manual—habló con una notoria tristeza, el pobre chico quería manejar. Mi amiga rápidamente tomó su lugar, y Alex se acomodó en el asiento que yo tenía pensado ir, no me quedaba otra opción, era ir con los chicos o en el baúl, claramente elegí ir en el baúl, estaba algo enojada con Gabriel y no era una buena opción compartir asiento con el. —______ no seas infantil, ve con los chicos en la parte trasera— habló mi amiga. —Créeme, me siento mejor encerrada en baúl— intenté entrar pero el tamaño del lugar no me lo permitía. Después de insistir demasiadas veces no me quedo otra que entrar con los chicos. Le supliqué a Dariush con la mirada que se sentara al lado de Gabriel, para así yo poder estar un asiento alejada de él, pero el muchacho malinterpreto mi petición y me dejo su lugar pensado que eso era lo que quería, este estaba al lado del chico que quería evitar. Rodé los ojos y me crucé de brazos mientras miraba a la carretera sin decir nada. —Lo siento mucho de verdad, no fue amable de mi parte ignorarte—me dijo Gabriel por primera vez en unas horas. —Tienes razón, no fue nada amable—le respondí mientras seguía mirando el paisaje. —Lo se y por eso me estoy disculpando. Se me hizo raro estar cerca de ti después del "accidente", me ponía nervioso y no podía hablarte, creí que sería mejor ignorarte para no quedar como un idiota—el joven río levemente—aunque fui idiota desperdiciando tiempo que pude pasado contigo— —No pasa nada, te perdono Gabriel—le dediqué una sonrisa. —Entonces, ¿amigos?—me preguntó mientras me extendía su mano desconfiando. —Amigos—afirme y tome su mano dándole un leve apretón.
Íbamos a grandes velocidades por las desiertas y desoladas calles del pueblo, estábamos escuchando la música a todo volumen que nos transmitía el vehículo. Todo iba de maravilla cuando un alienígena aparece repentinamente en el parabrisa del carro, ZhenZhen inmediatamente perdió el control del auto ya que no podía ver nada, mientras con los demás estábamos gritando aterrados. La criatura rompió el vidrio y avanzó al techo del automóvil, mi amiga hizo un maniobra que nos alejó del bicho, o eso creímos. Volvió a aparecer esta vez en el vidrio de atrás, rompiéndolo por completo. El pánico me invadía, estaba viendo mi corta vida pasar delante de mis ojos, ese miedo que te genera saber que podrías morir en cualquier segundo. Nunca había estado tan cerca de la muerte, es una sensación horrible. —Salten!—gritó mi amiga para luego realizar la acción anteriormente mencionada. El grupo empezó a hacer lo que ZhenZhen indicó, todos menos yo. Mi cerebro era consiente que esa era la única opción que tenía de salvarme pero en cambio, mi cuerpo no reaccionaba a la situación. Los gritos de todos y más específicamente los de Gabriel pidiéndome que saltase fueron los que me hicieron reaccionar y me salvaron de un accidente mortal. Al caer sentí como todas mis manos, piernas, brazos y un poco de mi rostro eran cortados por el cemento del piso. ¿El lado bueno? Estoy viva. Todos se acercaron bastante preocupados, estaba boca abajo en el piso, con todas cortadas distribuidas en todo mi cuerpo y cero ganas de moverme, el dolor que creí inexistente en mi pierna izquierda de cuando tropecé con esa maldita roca había vuelto, solo que ahora con el triple de dolor. —¿Está viva? No se mueve—dijo Dariush mientras me examinaba. —No bromees con eso—habló Gabriel serio mientras se acercaba aún mas a mi—¿estas bien?—preguntó acariciando mi cabello. —No, me duele todo—dije haciendo un puchero, el río por mi acción y me ayudó a levantarme. Nos dirigimos donde estaban los demás, y Alex nos miró a todos con un tono de preocupación. —Chicos! No tengo la llave—habló desesperado buscándola por todo su cuerpo—debe seguir en el auto, la necesitamos!—
Dariush tenía intenciones de ser el quien la buscase, pero siendo honestos era obvio que moraría, no podíamos permitirlo. El chico logró convencer a Alex con unas palabras emotivas que me hicieron lagrimear, era como una despedida. Gabriel me abrazó por la espalda intentando tranquilizarme. —El va a estar bien, no te preocupes—sonreí levemente y me acerque para desearle buena suerte a mi compañero. —¡Dariush espera!—lo detuve, el chico volteó a verme—yo q-quería desearte suerte—sonreí un poco para animarlo—somos familia, no me gustaría que te pase algo, sabes? Ve con cuidado— —Gracias, _______—me agradeció el chico—creí que me odiabas—habló algo confundido. —¿Como te voy a odiar? Quizás al principio me parecías un poco egoísta y presumido, pero me doy cuenta que en verdad eres una muy buena persona, mírate, estás arriesgando tu vida por la del grupo—lo abrace y Dariush se marchó.
Luego de unos minutos el joven salió del auto con la llave en sus manos, todos estábamos muy orgullosos de él. —¡Cuidado, detrás de ti!—dijeron mis compañeros al unísono. Efectivamente detrás de Dariush se encontraba la criatura, solo que el no parecía entender el mensaje que le estábamos dando. El alienígena le provocó una cortada en el estómago, una bastante profunda. —Tenemos que ir por el, va a morir!—alertó Alex, le hicimos caso y fuimos a ayudarlo. Dariush nos alcanzó y logramos ver su herida, aunque el chico no le tomó mucha importancia porque creía que era leve y no le generaría complicaciones. —Tranquilos, estoy bien. Lo que realmente importa ahora es llevar la llave al JPL—finalizó mi amigo.
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No me gustó como quedó el capítulo:( Díganme si quieren que lo escriba de nuevo.
Nuevamente les agradezco por todo el apoyo que le dan a la historia ❤️ Espero que estén bien y recuerden que las amooo
