Déjame ayudarte [Kelly Severide]

• Capítulo uno •

"Caminabamos por un extenso desierto a las afueras de Bagdad. Iba con mi pelotón de siete soldados, todos iban muy atentos a nuestro entorno por si ocurría algo que nos pusiera en situación de riesgo y tuvieramos que acabar con la amenaza.

En este día había una temperatura de 45° centígrados aproximadamente, estabamos a mitad de año y por eso las altas temperaturas en este país.

Nos habían encomendado una misión especial, ya que el gobierno de Estados Unidos creen que una de sus sectas terroristas planean realizar un atentado en nuestro país y nuestro deber es erradicar dicha amenaza de peligro hacia la población estadounidense.

Llevabamos dos meses vigilando sus movimientos, y a lo que sabíamos hoy se reuirían en la parte más deshabitada y destrozada de la cápital a eso del medio día.

La información que teníamos es que estaban modificando un agente patógeno para que fuera mortal y que no fuera facil de identicar, con ello lo liberarían en plazas y parques para que empiece una cadena de contagios y así se pueda diseminar más rapido. Era un acto de terrorismo hacia la salud para que así la economía fuera en pícada, saturando los servicios de salud, pero eso no sucedería porque nosotros lo dentendríamos a tiempo.

Seguímos caminando hasta que pudimos percibir a la lejanía el edificio en donde se supone que sería la reunión.

-Atención chicos- Murmuré por lo bajo y los muchacos pusieron toda su atención -Alto sigilo, no nos pueden descubrir ahora- Susurre la orden y los demás asintieron, volvímos a tomar nuestro rumbo mientras nos cubriamos con cualquier pared y siempre asomandonos para ver si alguien estaba cerca.

Nos posicionamos a dos casas de la ubicación, listos para hacer todo lo pertinente a la misión. Hicimos un sondeo de la zona y pudímos apreciar que había siete hombres rodeando la casa. Dos estaban en la puerta principal, uno en la puerta trasera, uno recorría el lado derecho y había otro que lo hacía por el lado izquierdo, y por último había otros dos dentro de la casa, protegiendo a su líder.

-Bien, estamos a poco de poder acabar con todo esto muchachos- Dije con autoridad -Así que quiero que pongan toda su concentración desde ahora, no podemos fallar ya que muchas vidas están en juego. Sé que lo harán excelente... Bueno, a trabajar- Los alente para que estuvieran más atentos de lo normal, aquí no podía haber ningún fallo -Taylor, quiero que hagas una perforación en cada una de las paredes, necesitamos ver el exterior sin llamar la atención.

-Si, capitán- el soldado Taylor tomó un taladro manual y comenzó a hacer los hoyos con mucho cuidado para no llamar la atención de los hombres de Jalal Bakri, el jefe de la secta Allah almukhtar, que en español significaría "Los elegidos de Dios".

-Lowell empieza a interceptar la señal de sus radios para poder escuchar su reunión- Ordené a otro de mis saldado.

-Claro capitana, enseguida lo hare- Saco el equipo de su mochila táctica y tecleó algunos códigos en el equipo.

-Ramírez, Dixon, Rogers, Smitch y Pierce, saldremos a eliminar a los soldados de Bakri para tener un mejor acceso a Jalal y su negociante, porque recuerden que tendrán presente el arma biológica para negociar su precio. Smitch y Dixon irán por la derecha

-Si, capitana- Contestaron al unísono, hice una seña para que salieran uno por uno. Caminamos en cuclillas y con las armas listas por si había tiroteo.

Fuimos eliminando a cada uno de los hombres tomandolos por detrás y haciendoles una llave. Solo nos quedaban los de las puertas y los que estaban dentro. Con extremo sigilo me acerque al guardia de la puerta derecha y Smitch al de la izquierda, y les aplicamos la misma llave.