Mi vida ha sido muy abrumante y tensa, llena de tragedias, pero siempre me mantenía con una actitud positiva, eso es lo único que me ha mantenido por un largo tiempo.
Mi padre siempre me trato como si fuera un soldado, siempre me daba ordenes y jamás me dió una muestra de afecto como lo haría un padre normal. Él es un militar retirado por obligación, ya que después de que participara en la Guerra del Golfo sufrió de estrés post-traumático y ya no podía seguir en el ejercito porqué sus decisiones podrían haber sido impulsivas y haber terminado en una tragedia.
Siempre deseé que él me llamara "cariño" o "cielo", pero me llamaba por mi apellido o como "hey, tu". O también me hubiera gustado que me leyera un cuento por las noches, o simplemente, que me diera un simple abrazo.
Lo único que le daba un poco de dulzura a mi infancia era mi madre y mi abuelo. Ellos siempre trataban de darme mimos y muchas muestras de afecto mientras que mi padre no estaba, ya que el decía "El amor es para débiles". Con decir que mi abuelo le decía que iríamos a correr al parque, pero en realidad ibamos a comer helado y a jugar a los jueguitos del parque.
Mi abuelo, el comandante Esposito, participó en la Segunda Guerra Mundial. Él decidió desertar porque quería pasar más tiempo con su familia y así tener una vida feliz y plena mientras trabajaba como cocinero, una de sus pasamientos favoritos y secretos. Es mi abuelo por parte materna.
Estar en la milicía esta prácticamente en la genética de la familia Montenegro Esposito.
A la edad de 16 años ingrese al ejercito de los Estados Unidos porque mi padre me obligo, no era algo que no quisiera hacer, pero me hubiera gustado decidirlo por mi misma.
Mi objeto de motivación para ser la mejor dentro del ejercito fue mi abuelo, él recibió varias condecoraciones por su labor y me contaba sus anécdotas mientras comíamos helado. Fue un hombre varonil y fuerte, pero tenía su lado tierno y amable, prácticamente era mi figura paterna, mi padre lo veía más bien como un general que me daba ordenes.
Me esforze mucho para sobresalir en el ejercito y si rindió frutos, ya que a la edad de 20 años ascendí al cargo de sargento.
Me mandarón a varias misiones por todo el mundo, ya sea por la fría y hermosa Rusia o el inestable y caluroso Medio Oriente.
Mi última misión fue en Irak, y digo última porque esta me marcó mucho que me ví obligada a regresar a Estados Unidos por orden directa de mi general.
Opte por dejar de lado el ejercito y enfocarme en otro trabajo en donde me exponga a menos sacrificios, pero también pudiera seguir salvando vidas. Y ese trabajo sería dentro de una estación de bomberos.
De niña veía como los bomberos son apasionados por su labor, que no paran hasta que todos esten a salvo. Eso es algo muy digno de admirar y por eso me uní a ellos.
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Déjame ayudarte [Kelly Severide]
Hayran Kurgu"La vida es como un incendio, si dejas que se descontrole terminarás por quemarte, reduciendo todo a cenizas. Pero si logras controlarlo todo terminará bien" Esa es la ideología de ___ Montenegro, alguien que ha pasado por muchas situaciones y que a...