Maneras de morir [Percico]

• Uno •

Aclaraciones:

● Aquí nadie conoce a Nico.

● Hades no lo ha reclamado.

● Nico sí sabe que Hades es su papá, puesto que este sí reclamo a su hermana y es obvio por sus poderes.

● Jason esta vivo

● Apolo ya volvió a ser un Dios.

● Percy × Nico

Nico quería morir, y estaba dispuesto a cumplir su objetivo.

Después de más de 90 años con vida, de que su madre fuera asesinada por Zeus y que su hermana Bianca muriera ya no tenía razones para vivir.

Como última voluntad salvo a Hazel, la chica ni siquiera lo conocía y él tampoco quería hacerlo, simplemente pensó que su padre preferiría tener una hija que un hijo, como prefería a Bianca. Supo que Hazel salvo al mundo y ahora tenía un novio, toda poca atención que tenía de su padre se fue a la chica.

Se había cortado las venas, la garganta, se había tirado de un acantilado, todo... pero siempre despertaba a las horas sin rasguño alguno, se pregunto quien se había tomado la molestia de maldecirlo y porque.

— Ugh... Mierda. — Había perdido la cuenta de sus muertes, pero acababa de despertar de una. Miro a su alrededor, estaba en un bosque cerca de una autopista, reconocía el lugar, olía a vida y muerte, aventura y tragedia. Estaba cerca del llamado campamento mestizo. — Tal vez ya sea hora de pedirle ayuda a los profesionales...

Según su lógica, los héroes mataban monstruos y él era difícil de matar, tenía más de la edad promedio de un humano, olía a muerre, era tenebroso... ¿No lo hacía eso un monstruo?, seguro en aquel campamento lo querrán matar si entra como intruso.

Incluso podría atacar a los famosos semidioses y sus padres aparecerían para matarlo directamente, nada mejor que la ira de un Dios.

— Hmmm... ahí voy. — Se levanto y corrió hasta la entrada del campamento. Sus ojos brillaron, tal vez podía dar un vistazo antes de provocar a todos.

Paso a los que hacían guardia, no había mucho movimiento así que camino libremente dandose cuenta que todos estaban en el comedor, Nico solo se dirigió a donde había ruido de gente riendose y gritando, pero todo ese bullicio se apago cuando llego y la mirada de todos se poso sobre él.

Sus ojos volvieron a brillar cuando se encontró con Apolo y Dionisio.

— ¿Quién mierda eres tu? — Gruño el Dios del vino, el pelinegro se mordió el labio, pues ya no había vuelta atrás y no quería quedar como un idiota. Así que sin vacilar se dirigió a la mesa de Apolo y tomando al hijo más cercano de este lo atravesó con su espada por la espalda.

Escucho gritos y nada más antes de que su vista se apagará, Apolo le había disparado una flecha con su arco, cayó al suelo y espero la verdadera muerte.

Aquella mañana Percy se levanto de malas, hacía mucho calor y el bullicio fuera de su cabaña se escuchaba cada vez más fuerte. Desde que salvaron el Olimpo, Percy pasaba los fines de semana en el campamento y una que otra tarde de la semana, pues tenía que ir a la escuela y ayudar a su madre embarazada.

Aquel día parecía ser algo especial, y lo confirmo cuando al llegar al comedor vio que Apolo se encontraba presente.

Se dirigió a su mesa y espero a que se sirviera el desayuno, sus amigos andaban cada uno con sus respectivas parejas con permiso de Quiron, Percy suspiro agotado y aburrido, esperaba algo emocionante... Como si fuera un deseo, de repente todos guardaron silencio, pues en la entrada del comedor estaba un chico moribundo, con aspecto de motociclista o pandillero, después de una paliza...

No escucho lo que dijo Dionisio, pues su atención seguía fija en aquel chico, que claramente era un semidios pues pudo entrar al campamento mestizo, o eso pensaba, hasta que se acerco a la mesa de Apolo y apuñaló con su espada a Will Solace.

Reacciono sacando a contracorriente, pero antes de acercarse, Apolo ya había clavado una flecha en la frente del chico provocando que cayera inerte al suelo.

Varios campistas se reunieron al rededor del cadaver, mientras otros junto Apolo, se llevaban a Will a la enfermería.

Nadie, mucho menos Percy, sabía lo que les esperaba...