Maneras de morir [Percico]

• Cuatro •

— ¿Qué tu que? — Jason no captaba lo que Percy le decía.

— Le dije a Nico que lo ayudaría... A morir. — Ni el mismo podía creer la gravedad de sus palabras hasta que se las dijo a alguien más. Jason lo miraba estupefacto.

Había pasado un día desde su charla con Nico, lo había llevado a la cabaña de Hermes donde estaban los chicos que no habían sido reclamados, cuando llego no esperaba una bienvenida, pero tampoco que lo miraran mal y vieran con asco a Nico, limpio lo mejor que pudo el rostro del menor y lo dejo recuperarse.

Desde entonces no lo había vuelto a ver.

— Ah... Normalmente hacemos lo contrarío, salvar vidas y eso. Interesante. — Soltó Jason por fin.

— Debiste verlo, parecía devastado... eso no es una simple depresión, en su lugar hubiera preferido mil veces que un Dios me matará directamente a que me hagan inmortal. — Suspiro. — Ne-Necesito tu ayuda, nunca he matado a nadie intencionalmente...

— ¡¿Y crees que yo sí?! — Se exaltó el rubio, Percy peino su cabello hacia atrás desesperado.

— Puedes lanzarle rayos, yo puedo... intentar ahogarlo, Leo puede quemarlo, Frank puede atacarlo en forma de oso, ¡Hay muchas maneras, solo debemos encontrar la correcta! — Grito tomando de los hombros a su amigo.

— ¿Te estas escuchando? ¡Percy, quieres ayudar a ese chico a morir! ¡A MORIR! Lo dices como si fuera lo más normal del mundo... — Se solto Jason y miro al piso triste. — Deberíamos ayudarlo a que sea feliz aquí en el campamento, es un semidios... Este es su lugar.

Percy no estaba muy de acuerdo con las palabras de Jason, tenía muchas preguntas, ¿Cómo es que Nico ya sabía del campamento mestizo y nunca había venido? ¿Por qué se altero cuando menciono a su familia? ¿Ya sabrá de quien es hijo? ¿Cómo es que llegó a tal punto de querer morir? ¿Cómo nadie entendía lo agotado que debía estar?

— Entiendo, pero si no funciona a tu manera... Lo haremos a la de él. — Lo miro con determinación, ambos chicos asintieron decididos y estando de acuerdo.

Lograrían que Nico fuera feliz en aquel lugar.

Los hijos de Hermes eran muy ruidosos, no sabía si era apropósito para no dejarlo dormir o si eran así por naturaleza. Cual fuera el caso, lograron su objetivo, Nico se levanto y salió sin dirigirles las palabra de la cabaña.

Para su suerte todos parecían odiarlo, así que podía asegurar que al menos la mitad de los campistas querían matarlo, pensó en que tal vez había dañado a una persona importante para todos, era una lastima pues no le gustaba matar a personas, pero había llegado a un punto sin retorno.

Después de tantos años, Nico aprendió que no debía involucrarse con los demás, así nadie salía dañado, tampoco le gustaba causar molestias de la forma en la que lo hizo, pero esa vez sí que imagino que el mismo Apolo podría matarlo.

— ¡Hey, Nico! — Escucho a sus espaldas, corriendo se acerco el hijo de Jupiter. Nico lo conocía, a él, a Percy y a todos los de la profecía, después de todo había pasado un gran tiempo en el inframundo y el Tártaro, lo suficiente para escuchar las quejas de los Monstruos y de como acababan en aquel lugar por culpa de esos semidioses. — Espero no te moleste, pero Percy esta ocupado hoy... Yo te guiaré.

Nico arrugó la nariz. No quería un guía, no quería estar más tiempo en aquel lugar, simplemente no quería seguir vivo.

— ¿Percy te dijo algo? — Se animo a preguntar sin dar pistas de su anterior charla con el hijo de Poseidón.

— Lo suficiente para saber que necesitas una buena bienvenida, deja me presento soy-

— Jason Grace, hijo de Júpiter. Lo sé, pero no me interesa, en cambio, tu sabes muy bien lo que sí me interesa. — Lo Interrumpio, tal vez podría hacerlo enojar hasta hartar y que el mismo Jason Grace lo matará.

— Sé lo que quieres lograr y me temo que esta vez no... Ven, te mostraré el campamento. — Nico apreció que el rubio no lo llenara de preguntas como Percy, Jason parecía querer empatizar más con él cosa que le daba nauseas.

Durante su caminata sin ponerle atención al rubio, logro ver a Percy charlando con la famosa Annabeth Chase y no parecía la charla más divertida del mundo.