Historias al azar (Mii2)

Nunca más.

*Llamada entrante*

-Jimmy -

Sin darse cuenta Tommy se encontraba sonriendo a la pantalla de su teléfono celular mientras desliza su dedo para responder

- ¿Hola?

- Aún estás despierto

- ¿Y si no lo estuviera?

-Me sentiría mal por despertarte, pero... obviamente yo sabía de antemano que estarías despierto

- ¿Cómo podrías saberlo?

- Porqué tenemos una conexión

A estas alturas, ya no le sorprenden este tipo de respuestas, pero, aun así, hacen que su estómago se contraiga, su corazón se acelere y sus mejillas enrojezcan.

-Como tú digas – aunque lo dice como si nada, Jimmy puede escuchar el sonido de la sonrisa en la otra línea - ¿A qué se debe que me llames tan tarde? Ya pasa de la media noche

- Uhm... Si te digo que sólo quería escuchar tu voz ¿me creerías?

- Bueno, si sólo era eso ya me escuchaste, voy a colgar

- ¡No! Espera – dijo con premura y Tommy soltó una carcajada, porque a decir verdad él tampoco quería finalizar la llamada – Yo... en realidad estaba viendo algunas recetas de cocina en Internet que quisiera intentar mañana, pero necesitaré un ayudante y si todo sale bien, también voy a requerir de alguien que me acompañe para cenar, así que me preguntaba si mañana estás libre

- Lo estoy

- Entonces ¿qué dices? – dice expectante

- Mm... No lo sé– la respuesta era sí, pero últimamente accedía muy fácil a las "citas de amigos" con Jimmy, así que ¿debería detenerse ahora?

Habían pasado ya ocho meses desde que ese chico alto entró a su vida. Y aunque al principio lo rechazó, ahora no podría imaginarse la vida sin él.

Pero Tommy ya no cree en el amor y por eso no puede dejarse llevar.

[...]

Tommy nunca había estado antes en el departamento de Jimmy, pero una vez que es recibido, se da cuenta que el lugar le transmite cierto aire de calidez reconfortante como el propio Jimmy.

Jimmy le ofrece algo de beber a su invitado y conversan un rato en la sala de estar antes de pasar a la cocina.

Lo primero que llama la atención de Tommy son los dos delantales, curiosamente idénticos con estampados de corazones rojos, e internamente se siente conmovido porque se nota que el niño en verdad preparó todo anticipando su visita. Desde tener la casa impecable hasta haber llenado tanto la alacena como el refrigerador de despensa.

Jimmy hablaba en serio cuando dijo que necesitaría un ayudante de cocina, porque era evidente que sus habilidades culinarias no son las mejores, incluso podría provocar un incendio si no fuese porque Tommy estaba ahí. De hacho consiguió algunas quemaduras leves en sus manos, mismas que Tommy se dedicó a "sanar" con pequeños besitos y un soplo. Y aunque sus actos parecieran ingrávidos, para Jimmy no pasó desapercibido el gesto tan dulce.

El cocinar juntos resultó divertido porque Jimmy es juguetón y Tommy no es tan serio como aparenta, estuvieron haciéndose bromas y mirándose mientras intercambiaban sonrisas.

Después de cenar, Tommy se ofreció a lavar los trastes, pero Jimmy se negó, así que discutieron un poco frente al fregadero.

El juego comenzó cuando Tommy salpicó agua en la cara de Jimmy, luego de eso comenzó una persecución por todo el departamento.