día 11: comfort

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Ese día la victoria había sido compleja y los dejó con un gusto amargo en la boca. La más afectada era Ladybug, que incluso habiendo lanzado su amuleto encantado para terminar con la maldad, la angustia aún le tomaba el pecho y no se sentía del todo bien.

Chat Noir la observaba con cautela, queriendo darle su espacio pero aún preocupado por su bienestar ya que el akuma que les había tocado ese día había sido complicado; un chico con poderes telequinéticos había logrado alcanzarla en un último minuto, justo antes de que destruyera el akuma, dándole tiempo suficiente al akumatizado de jugar un poco con la mente de su lady usando sus poderes y mostrarle sus peores pesadillas, causando estragos en la pobre chica.

La superheroína no lucía como siempre lo hacía; arrodillada en el suelo con las manos cubriendo su rostro y respirando irregularmente, intentando cubrirse lo que más podía de alguna forma para sentirse segura y protegida, fallando en el intento. Cuando la chica comenzó a tomar bocanadas más grandes de aire como si se estuviera ahogando, Chat Noir se alarmó.

"Mi lady, ¿te sientes bien?" Apoyó una mano en su espalda buscando transmitirle comfort y seguridad, y si bien el tacto de él en su espalda pudo sacarla de su trance, aún podía sentir el mundo cayéndose a pedazos sobre ella.

Como pudo negó con la cabeza, apretando sus puños a su pecho intentando detener los desbocados y arrítmicos latidos de su corazón que no la dejaban respirar tranquila. El pecho le dolía, como si se estuviese apretando alrededor de sus pulmones incapacitándola de hacer cualquier movimiento que no fuese poner en posición fetal.

Ella no era una chica miedosa, muy insegura, pero no miedosa. Ella no tenía grandes miedos, no hasta que su responsabilidad de superheroína entró en acción, y ahí se desencadenó una larga lista de miedos que se esforzó mucho por esconder y disimular, mostrándose fuerte y segura para que nadie pudiese intimidarla, prometiéndose que lucharía hasta derrotar a Hawk Moth y mantener a salvo a la gente que amaba. Y por mucho tiempo su método había funcionado, hasta ese día.

Sabía que no era culpa del pobre chico que la observaba desde arriba con ojos saltones, asustado de ver a la inquebrantable figura de París desplomada en el suelo haciendo esfuerzos para recuperar el aliento, él solo era una víctima más de la terrible situación en la que Hawk Moth los tenía a todos y que ella hasta ahora había fallado en derrotar. Sabía también que nada de lo que había visto era real; sabía que sus padres estaban a salvo y que ellos nunca terminarían en manos del villano, no mientras ella estuviera viva. Sabía que Chat Noir no moriría en un intento de salvarla, no mientras ella estuviera viva. Pero también sabía que era indispensable para la batalla contra Hawk Moth, y si él llegaba a poner sus manos en ella, ya no podría salvar a nadie, y en ese momento sus pesadillas se harían realidad.

Ante ese pensamiento, no pudo evitar dejar escapar un sollozo que la dejó sin aliento, en busca nuevamente de aire. Su partenaire la miraba con un nudo en la garganta pensando en cómo ayudarla, con el chico akumatizado aún atónito ante la escena.

"Está teniendo un ataque de pánico-" Mencionó el chico, agachándose a la altura de los superhéroes procurando ayudar. "necesita controlar su respiración."

Chat Noir la sentó lentamente en sus piernas, obligándola a apoyar la espalda en su pecho para que el aire llegara a su nariz de manera correcta y así controlar la fluidez de su respiración. Ladybug agradeció tener a su chaton a su lado para ayudarla aún cuando todavía se sentía hiperventilada.

Intentó un ejercicio de respiración que había escuchado por ahí para poder controlarla, pero el pánico volvió a ella cuando sus aretes sonaron; tenía que irse de ahí antes de que se destransformara, pero no sabía si iba a poder llegar bien a casa. Hizo amago de ponerse de pie pero sus rodillas no aguantaron el peso de su cuerpo, desplomándose en suelo. Chat Noir la tomó en brazos, la apretó fuerte contra su pecho y de un salto emprendió camino hacia el lugar más alejado que pudiese encontrar para que la chica pudiese estar tranquila. Encontró un sector bastante solitario y entre el tejado de un par de edificios depositó a la chica que aún tenía dificultades para respirar.

anexos | ladynoir july 2020Where stories live. Discover now