día 17: futuro

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"¿Hola? ¡Llegué!" Marinette dejó las llaves encima de la mesa de entrada junto a sus demás pertenencias mientras nadie respondía a su saludo. Se extrañó ante eso, siempre solían responder cuando llegaba o salir a recibirla, por lo que se adentró en su hogar a buscar indicios de vida humana.

No se sorprendió cuando llegó a su habitación y vio tres cuerpos desparramados entre las sábanas, dos matas de cabello rubias junto a una azabache que estaban sumidas en un profundo sueño. En el suelo pudo observar unas muñecas que le traían mil recuerdos, esas que había cocido especialmente para Manoon pero que ahora eran el juguete favorito de sus pequeños además de miles de otros juguetes que se esparcían por la habitación. Los recogió uno a uno con la intención de llevarlos a su lugar, pero las memorias llegaron a ella como flashbacks rápidamente.

Recordaba sus días como heroína, sus primeros años, en los que era inexperta pero aún así se las arreglaba para poder salvar a la gente de los akumas. También recordaba pelear en compañía de su fiel compañero, quien la amó y la esperó por mucho tiempo hasta que al fin pudo reconocer lo que sentía por él, y a pesar de que las cosas fueron difíciles y el miedo los dominó por completo en ciertas ocasiones; el peligro de esconder una relación, después esconder dos relaciones -por así decirlo- para que la gente no sospechara, el tener que pelear contra Hawk Moth que finalmente fue su suegro todo ese tiempo y que había dejado a su chaton destrozado por mucho tiempo, pero que finalmente, con el pasar de los años lo había perdonado pero aún no estaba dispuesto a convivir con él, todo a su tiempo. A pesar de eso, asistió a la boda y conocía a sus dos nietos que ahora estaban durmiendo con su esposo en la cama. De a poco, y con el equilibrio de vuelta en el mundo habían finalmente podido formar una familia. Las cosas habían resultado bastante bien.

Guardó todas las muñecas excepto la de Chat Noir, que sujetó con fuerza entre sus manos y la posicionó en el pecho de su ahora esposo, fijándose en el parecido y preguntándose cómo es que le había sido tan difícil alguna vez entenderlo. Este se removió ante el tacto de un objeto extraño, despertando, y poco a poco comenzó a abrir sus ojos verdes.

"Hola." Le dijo con voz rasposa una vez que sus ojos se ajustaron a la luz y lograron enfocar a la figura femenina frente a él. Ella lo observaba con un aire de gracia en sus ojos y sonrió notando que el desastre que habían dejado, ya no estaba. "Gracias por recoger las cosas, podría haberlo hecho yo." Mencionó en voz baja para no despertar a los dos cuerpos que quedaban en la cama y lentamente se incorporó, notando el muñeco encima de él. Soltó una risa un poco más fuerte de lo que habría deseado y Marinette lo calló con un manotazo en la boca que lo mantuvo con la boca cerrada.

Ambos salieron de la habitación y cerraron lentamente la puerta para encaminarse a la sala para poder hablar con tranquilidad. Adrien se sentó en un pequeño sofá que mantenían ahí y jaló a Marinette con él, cayendo encima de su regazo con el muñeco en las manos.

"Quizás tendría que hacer más muñecos de estos." Murmuró Marinette apoyando la cabeza en el hombro de su esposo, ambos con la mirada fija en el muñeco que sujetaba entre sus manos. "No sabía que a Emma le gustaría tanto jugar con ellos."

Adrien sonrió aún fijándose en su muñeco, con los recuerdos invadiendo su mente, preguntándose cómo es que las cosas habían cambiado tan rápido sin siquiera haberse dado cuenta. Nunca pensó que finalmente tendría una familia funcional en un hogar acogedor. Un hogar lleno de gritos de alegría, risas, juguetes esparcidos por el suelo, telas y maniquíes en todos los rincones y queso camembert acumulándose en las alacenas. Como tampoco se imaginó que la única familia que tenía era contra la que había estado luchando por muchos años, pero eso era un recuerdo que no estaba dispuesto a seguir.

Se inclinó a besar la mejilla de su esposa con suavidad, aprovechando ese momento que estaban compartiendo, como todos los que compartían. No sabría qué sería de él sin Marinette, sin su bichito, sin su lady. La vida le había arrebatado muchas cosas, entre ellas a su propia familia sanguínea, pero le había premiado con la oportunidad de formar la suya con la mujer de sus sueños y dos pequeños remolinos.

"Bueno, no puedes culparla." Tomó el juguete entre sus manos y se alejó un poco, alzando el muñeco a la altura de su rostro para que fuese visible para su esposa. "Nadie puede resistirse a Chat Noir."

Marinette puso los ojos en blanco escuchando la suave risa de Adrien. Si bien las cosas habían cambiado muchísimo desde sus días de adolescentes, habían otras que nunca cambiarían. Una sonrisa socarrona se comenzó a formar en sus labios, con palabras un poco venenosas acumulándose en la punta de su lengua, solo para molestarlo. "Yo lo hice."

Adrien imitó el gesto de Marinette, sin hacerle mucha gracia su comentario. Recordó vagamente todos sus intentos en enamorarla que no habían sido muy eficientes en un principio si lo pensaba. Pero finalmente habían dado resultados, ¿no? "Sí, bueno, no por mucho."

Marinette movió su codo con rapidez hacia atrás, enterrándose en el abdomen de Adrien y haciendo que todo el aire de sus pulmones se atascara, dejándolo inmóvil unos minutos. Inmutable y mientras su esposo se recuperaba del golpe que le había dado retorciéndose en su lugar, se levantó de su posición y fue hasta la cocina a hacer algo para comer.

Con eso, pensó Marinette, va a aprender a no meterse conmigo. Y Adrien, un poco adolorido aún, aprendió la lección, por milésima vez.




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pueden adivinar el orden de este capítulo? ajajaja. quise escribirlo más "liviano" no centrándome tanto en las batallas y demases, solo mostrar lo que serían ellos juntos y nada más.

cuídense mucho! ya queda menos para que el reto termine y hasta yo estoy tendiendo complicaciones de ordenar algunos días ajja pero creo que ya tengo al menos la mitad bien posicionado. 

nos vemos!


Palabras: 994

Próxima actualización: sábado 18 de julio.

anexos | ladynoir july 2020Where stories live. Discover now