La vida me ha dado un golpe duro y yo estaba totalmente advertido de que esto pasaría y simplemente dejé que pasara, las lágrimas no sirven en estos casos para hacerme sentir mejor pues cuando una persona llora, se compadece de sí misma y se pone en el papel de víctima mirando todo lo que aquella persona hizo mal y lo predispuesta que estuvo ella, pero en mi... en mi no aplica nada de eso pues que cosa mala me había hecho Ábelard? Mentirme? Por supuesto que no, El hecho de que estuviera casado si era algo moralmente horrible y hasta cierto punto me daba mucho asco, pero el nunca inició una relación conmigo y antes de tener relaciones yo no le había cuestionado nada sobre su vida personal, yo fuí el que entró en los vestidores y el que no protesto ante su seducción, si lo mirara desde lo que estaba pensando Ábelard es obvio que el tiene la razón, no soy más que un rato pasajero en su visita al país.
Y siquiera estoy tomando en cuenta que el también tiene sus problemas, con todo eso que me contó del alcoholismo debe de pasarlo mal. Y para consolarse tiene el Torneo que no olvidemos que es principalmente a lo que vino, y cuando consideré eso me di realmente cuenta de que yo no era más que un estorbo en sus
planes .
"Entoces.. Por qué mierda sigues llamando" musité para mis adentros,
mientras sujetaba el teléfono considerando que esta no era la situación adecuada para ponerme en mi orgullo y si al menos esto terminaría, quería finiquitarlo y asegurarme de cerrar el asunto con la poca dignidad que me quede .
-Qué quieres?- Dije sin poder controlar un mini impulso de ira, el demonio me pegó muy de repente al recordar el hecho de su matrimonio
-Disculpa tu eres Goochi?- Dijo una voz muy diferente a la que esperaba, era un español totalmente fluido y perfecto, no era el español gracioso y embriagante de mi Abelard.... Mi Abelard?
-Quién habla?- Dije en una mezcla entre un tono amenazador e inocente.
-Tu amigo Ábelard.. -Resopló el desconocido con la mas asquerosa pronunciación de el nombre haciendo una pauta para respirar como sí estuviera a punto de decir algo muy largo -Tu amigo está en una barra libre conmigo, no ha dejado de hablar de ti, Goochi esto , Goochi el otro.. El punto es que está totalmente fuera de sí, demasiado alcoholizado como para pagar la cuenta y...-
No alcancé a escuchar lo siguiente, un mareo aplastante me sacudió al grado de obligarme a sentarme violentamente sobre un silla arrojando rápidamente todos los libros que había sobre ella, tan rápido como mis lágrimas rodaron como una cascada y mi corazón se encogía de miedo.
El mesero o bar-tender o como carajo se le llame, me había desecho con sus palabras,
Ábelard había rea caído por mi culpa.
Levanté el teléfono como pude y volví a escuchar al mesero,
-Hola?, Hay alguien? Amigo necesito que..-
- Si aquí estoy- le interrumpí mientras me daba cuenta de que mi tono había cambiado completamente denotando mi llanto constante,
lo cual me hizo llorar aún más.
-En dónde están? Qué debo llevar?- dije mientras me ponía en acción y buscaba un papel y una pluma, el mesero me dio las indicaciones del lugar, no muy apartado de aquí y también me dijo la cifra de dinero que tenía que llevar para liquidar su deuda, la cual me hizo estremecer.
No era demasiado dinero, pero para un estudiante desempleado como yo que aún depende de la mísera mesada de sus padres resultaba exorbitante.
Tomé el dinero que necesitaba de mi cuenta de ahorro (una caja debajo de mi cama) y prácticamente la de dejé en ceros.
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Un partido más
Teen Fiction"Si tuvieras que decidir entre compartir a la persona que amas solo por un capricho sexual? Incluso aunque esa persona estuviera moralmente atrapada? Qué harías sí toda tu vida se trastornará por algo que durará un lapso de tiempo diminuto? Una Utop...