❝Porque tal vez, tu serás quien me salve. Después de todo, tú eres lo que más amo.❞
Ellos vienen de mundos distintos pero con heridas que necesitan ayuda para sanar. Tal vez, se necesitan el uno al otro más de lo que piensan.
LIBRO UNO TERMINADO
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Desperté debido al delicado rayo de sol entrando por la ventana, y decía que los rayos de sol eran delicados porque el sol era tenue, que parecía más una bola de nieve iluminando el pueblo. Lo que me confundió fue el hecho de que la noche anterior no solamente habíamos cerrado las cortinas para mantener el calor, si no que también las cortinas, para que la misma luz del sol no nos molestara. Cuando abrí los ojos y estos por fin se pudieron adaptar a la luz pude entender el porqué de la luz.
Zazil estaba sentada frente a la ventana con las rodillas en su pecho y su barbilla apoyada en estos. Se estaba cubriendo con la cobija que yo usaba de niño y observaba por la ventana con una mirada llena de nostalgia, y sabía que era lo que pasaba por su cabeza. Estaba pensando en su madre, en como hacia años que no la veía y como Zazil le había prometido que la primera vez que vieran la nieve sería juntas. Anoche me había contado que sentía que había traicionado a su madre al romper su promesa.
Silenciosamente me levanté de la cama y me dirigí hacia ella lentamente. Me senté detrás de ella en aquel banco de la ventana, y la abracé, besando su cuello mientras lo hacía. Ella cerró los ojos y relajó su cuerpo contra el mío.
-Buenos días, amor- le susurre al oído. Tenerla tan cerca siempre aceleraba mi corazón, y con el pasar del tiempo, no sabía cuanto podría resistir a todo su ser. - ¿Estás pensando en ella?
-Le mandé una foto de la nieve. Dijo que muere por conocerte-. Pausó y por un momento y volteó a verme. -Yo igual quiero que la conozcas
-Yo igual quiero conocerla. Cuando hablé con ella por teléfono sonaba como una persona encantadora.
Sonrío y cerró los ojos, y de nuevo besé su cuello. No quería presionarla, pero cada vez era más difícil no querer besarla y nunca parar. Tampoco era como si no hubiéramos hecho nada, nuestras sesiones de besos eran bastante intensas, habíamos llegado a la ropa interior, pero nada más. Y nunca estábamos cerca de "algo" más, pero para mí estaba bien porque una relación no era solo sexo, como bien lo dijo Lindsay Lohan en Juego de Gemelas.
Se giró sobre su cuerpo, y de estar recargada sobre mí estaba sentada sobre mi regazo, y nos besábamos, y a pesar de que era como cualquiera de las otras veces, algo había cambiado, algo cambió desde que llegamos a Noruega y conoció a mi familia. Y los besos se sentían diferente, simplemente sentía otra conexión.
