III

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Maratón 1/3

Valentina

Era media noche paseaba por las calles de la ciudad buscando un sitio para poder vigilar: Derek, Aaron, Isaac y yo vigilamos los cuatro puntos de la ciudad, ya sea en altura o en tierra, a mi me gustaba las alturas, al igual que mi hermano, esta era mi primera vez, así que si llegara a suceder algo tenía que hacerlo bien y demostrarle a papá y a mi hermano que soy tan buena o mejor que ellos. Encontré un buen edificio, camine al rededor hasta encontrar la escalera de emergencia, entre por un callejón donde estaba la escalera, pero estaba a varios metros, me aleje un poco y visualice bien, corrí hacia la muralla di un salto y al tocar la pared di otro impulso más fuerte dejando un agujero en la pared, y salte más o menos 4 metros, subí las escaleras restantes hasta llegar a la terraza del edificio, podía ver muy bien desde ahí, me acerque más y me pare sobre la cornisa, el viento se sentía genial desde ahí, camine por la cornisa hasta llegar a la punta de esta y ahí me quede. Erick nos hizo usar todos unos audífonos que consiguió en su trabajo como policía, así nos comunicamos, además podía escuchar sus conversaciones.

—Esta noche es aburridaese era Aaron —. Lo único que veo son mortales peleando en la calle, ebrios. Escogí el peor lugar.

—¿Tienes ganas de divertirte, Aaron?

—Si es contigo, me encantaríacontestó, estoy segura que sonreía con coquetería.

Ya deja de coquetear con mi hermana, te escuchole dijo mi hermano en un tono molesto —. Y tu Valentina, no lo provoqueyo solo sonreí.

—Esta bien —le dije, dejamos de hablar, en eso me llegó un mensaje, lo leí, se trataba de Aaron:

Aaron 🐺🏋️‍♂️💪
Sigue en pie lo de la salida. Cuando quieras, princesa 😘

Yo solo sonreí y bloqueé mi celular y lo guarde en mi bolsillo.

Las horas pasaban y nada sucedía, vigilaba cada lado del edificio, ya no se escuchaba el ruido de los autos, solo las sirenas de los policías, bomberos o las ambulancias. Pero muy a lo lejos comienzo a escuchar gritos, me concentre cerrando los ojos, ya sabía de dónde venían, me pare en la cornisa y salte cayendo sobre un contenedor de basura que hundo por completo dejando el callejón embarrado de basura, corro en dirección a los gritos. Llegué hasta un parque, estaba en medio de la ciudad, era el más grande, tenía un puente de cemento sobre la tierra y bajó este un túnel de varios metros, una laguna, lugares para picnic, juegos, etc. Me adentre al parque, tenía poca iluminación, mi hermano me contaba que casi siempre encontraban cuerpos por ahí. Seguí corriendo y vi a una mujer a lo lejos siendo arrastrada por algo, gritaba por ayuda, corrí hasta que logre tomarla de las manos, la estaban llevando hasta el túnel, lo que sea que la arrastraba tenía mucha fuerza, coloque mis ojos amarillos he hice más fuerza, estaba logrando zafarla, pero de repente de la oscuridad se me apareció una criatura de un metro y medio, de piel roja y huesuda, salió mostrándome sus dientes afilados y sus ojos negros, hacia un extraño ruido con su boca, trataba de arañar mi rostro con las garras de sus huesudas manos, hizo que soltara a la mujer y vi como le arrancó piel de su cuello, donde un chorro de sangre salió, lo mordió varias veces hasta que el cuello solo se sostenía con el hueso de la columna, era asqueroso, las extrañas criaturas se reían, si eran más, podía escucharlas en la oscuridad donde se ocultaban, la que estaba en frente de mi de un tirón sacó la cabeza junto con la columna y la lanzó lejos, me miró y grito, volvió hacer un ruido esta vez parecía que llamaba a algo, y en eso escuché alas.

—¡Mierda, mierda! —comencé a maldecir, me levante rápidamente y comencé a correr a toda velocidad, mire hacia atrás, como una docena de esas criaturas venían tras de mi, tenían alas, eran tan rápidas como yo, seguí corriendo, al ver el bosque y entrar me saqué la ropa que tenía puesta, ya desnuda mi cuerpo fue cambiando poco a poco hasta completar por completo mi transformación, correr con cuatro patas era mucho mejor y más rápido, igual miraba atrás, seguían tras de mi —. Esas malditas cosas no se cansanpensé, pero al estar mirando atras no me había percatado que ya no era una docena, habían menos —. ¿Donde están? me pregunté, y cuando gire mi cabeza para mirar de frente las otras criaturas estaban enfrente de mi y comenzaron atacarme, mordí a varias, sabía que morían por qué desaparecían, primero su cuerpo se encendía y luego se transformaban en cenizas, pero lograban arañarme, solo no dejaba que usarán sus dientes en mi. Logré matarlas a todas, estaba algo herida, volví hacer humana y me tire al suelo rendida, mire el cielo y frunci el ceño al ver que algo a gran velocidad se acercaba, abrí los ojos de par en par, era otra de esas criaturas, pude girar, logré que se diera un golpe en el suelo, sacudió la cabeza un poco y volvió a verme y atacarme, tenía más fuerza que los demás y parecía un poco más grande, logró que cayera al suelo y la criatura sobre mi, trataba de morderme el rostro, pero solo caía su asquerosa baba, mis brazos comenzaron a fatigarse, estaba apuntó de morderme cuando algo lo atravesó el pecho, la criatura grito y desapareció en cenizas, el arma que lo atravesó cayó sobre mi cuerpo, estaba helado, era una lanza medieval, la tomé y la deje aún lado, recosté mi cabeza contra el piso —. Espera si esa lanza llegó de repente, es por que...

—¿Piensas quedarte ahí? —preguntó una voz femenina, incline mi cuerpo y me senté en el suelo, era la chica que vi esta tarde en la cafetería, su mirada era penetrante, me sentía desnuda... ¿Desnuda? Recordé, me mire y me tape mis partes con los brazos como pude, vi una sonrisa pícara en su cara, se acercó a mí y me miró detenidamente, me ponía nerviosa —. Tienes algunas heridas.

—Sanaran solas —le dije, me dio una media sonrisa, vi que se sacaba su abrigo y me lo ponía sobre mis hombros, me lo coloque bien y me levante —. Gracias —le dije con las mejillas coloradas, se me quedó mirando, esta mujer era un misterio para mi, a pesar de ser un vampiro sentía que era diferente a ellos, el juego de miradas que teníamos fue interrumpido por la llegada de mi hermano y mis amigos.

—¿Valentina estas bien? —preguntó Aaron acariciando mis mejillas, note que Isaac traía mi ropa.

—Si, estoy bien —les dije —. No se preocupen, Juliana fue de ayuda —la mire, ella me dio una media sonrisa.

—Oí los aleteos de los Diablillo —habló —. Sabía que alguien estaba en problemas y cuando vi que se trataba de tu hermana, no lo dude y la ayude.

—Gracias —le dijo mi hermano, note algo tensa a Juliana, y me di cuenta que Aaron me tenía agarrada de la cintura, me aleje un poco de él y este se extraño, fui donde Isaac y tomé mi ropa.

—¿Que son Diablillos? —pregunté con curiosidad.

—Son criaturas del infierno, les encanta la sangre, la carne humana y de animal, pero si los mortales son arañados por ellos y logran huir, esos arañazos los matara de todas manera provocado una infección que no tiene cura, para nosotros es diferente —nos señaló —. Pará nosotros sería solo una simple herida que sana pronto. Con un poco de agua bendita sanará más rápido —me sugirió.

—Si a ti te hieren, ¿no podrías usar agua bendita? —pregunté con una sonrisa coqueta, ella me sonrió de la misma manera.

—No, nos quemaria —contestó —. Pero extrañamente a mí no, cuando era pe... —la interrumpieron.

—Ya tenemos que irnos —me dijo Aaron —. Estamos en sus tierras y no queremos problemas.

—Tranquilo, por mi parte no los tendrán —nos dijo Juliana —. Fue un caso de emergencia.

—Si, es verdad —dijo mi hermano —. Gracias de nuevo Juliana —todos nos fuimos, mire hacia atrás, aun seguía ahí, solo había tomado la lanza, seguí mi camino con los demás y cuando volví a mirar solo veía hojas y ramas, llegamos hasta el puente y lo cruzamos hasta nuestra tierra.

Dhampiresa [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora