Dhampiresa [Terminada]

VI

Juliana

-No tiene nada, su espalda está perfecta —le dijo Lena a Bill, estábamos de nuevo en la habitación.

—¿Qué sentías? —me preguntó Bill.

—Sentía que algo ardía en mi interior. Como si algo quisiera salir —conteste, baje mi polera y me gire para mirarlo —. No me ocurría desde que era niña. Pero el dolor es mucho más intenso que antes —le dije preocupada —. ¿Qué es lo que tengo? — le pregunté —Yo se que tú sabes, pero no sé por qué no me quieres decir —me levante y me acerque donde él —. Nunca me contaste quien era mi madre, y estoy sospechando que me ocultas algo importante de ella —me miraba con seriedad —. Puede que....si supiera quien fue realmente ella, tal vez sepa que me este pasando —le dije.

—Ella era humana. Nadie importante. Fin de la discusión —dijo eso último y se giro para irse, yo le dije algo.

—Si fue alguien importante, era mi madre —le dije enojada y salí de la habitación primero que él, no fui a mi habitación, salí del castillo corriendo con lágrimas en los ojos, no entendía a Bill, siempre que le preguntaba de mamá se ponía tenso y solo decía que era una simple humana, pero se que hay algo más.

Cuando dejé de correr me di cuenta que estaba dentro del bosque y ya estaba oscureciendo, además me fije que estaba cerca del puente, mire para todos lados y comencé a caminar por él, me detuve al llegar a la línea y me senté cruzando las piernas, mentalmente no entendía por que estaba ahí, pero algo en mi pecho me decía que me quedara, y parece que soy adivina por que a lo lejos vi a Valentina caminando hacia mi, también se sentó con las piernas cruzadas y me miró.

—Estas triste —me dijo con una mirada compasiva.

—Un poco —le dije dándole una media sonrisa, acercó sus manos a mis mejillas y seco las lágrimas con suavidad, sus manos eran muy suaves, se sentía muy bien, cerré los ojos por unos segundos.

—Ahí esta mejor —me dijo.

—¿Qué haces aquí? —le pregunté.

—No lo sé —contesto, su mirada me decía la verdad —. Algo me atrajo hasta acá, no se muy bien como explicarlo.

—Sentías como si tu cuerpo reaccionara a su propia voluntad —le dije.

—Si, eso, exactamente eso —me dijo —. ¿Te ha sucedido a ti?

—Si, varias veces —conteste —. Es algo muy extraño.

—Si, lo es —nos quedamos mirando por un largo rato, comenzó a correr una brisa helada, el cielo ya estaba más oscuro —. Ya está oscureciendo —me dijo haciendo que rompieramos esa extraña conexión.

—Si, es mejor irnos —le dije, las dos nos levantamos —. Hoy iremos a un club nocturno...

—Lo sé —me interrumpio —. La chica periodista que conoce tu amiga, le dio un dato, nos dijo ese hombre, Bill —recordó —. También iremos, Derek, Aaron y yo —yo sonreí, aunque no se por qué —. Tal vez nos volvamos a ver.

—Tal vez —le dije, y de nuevo ese juego de miradas, que duró hasta que ella sonrió y se giro para irse, yo me quedé ahí mirándola hasta que desapareció, yo también me fui.

*      *      *

Lena y yo estábamos eligiendo un atuendo para esta noche; ella escogió un pantalón ajustado, una camisa blanca, abierta con algo de escote, taco alto y un abrigo negro con cuello efecto pelo desmontable, bolsillo con cierres de cremallera y abertura trasera en bajo; en cambio yo, también me coloque una blusa blanca, dentro de un pantalón negro desteñido, botas negras y una chaqueta color vino y mi abrigo negro. Yo me quedé con el cabello suelto y ondulado y Lena se lo tomó con una coleta. Tomó sus Espadas gemelas, eran de oro blanco y yo mis cuchillos de medias lunas dentro de mi abrigo. Bajamos ya listas, Alice y Jasper nos esperaban y salimos del castillo.