Aitana.
Hoy desperté con ganas de ir a clase, o más bien verlo a el.No me esforcé en despertarme a la hora a la que debería de despertarme, pero tampoco me desperté demasiado tarde, si no con el tiempo perfecto para poder verlo, y estar esos escasos 15 o 20 minutos con el, con Cepeda.
Desayune, me vestí y asee con tranquilidad y sin prisas.
Estuve hablando unos minutos con Ana, pero nada muy importante, me estuvo diciendo que esta conociendo a un chico muy majo y que cree que están preparados para dar el siguiente paso, pero que no esta muy segura de ello y que tiene un poco de miedo.
Yo la estuve animando para que quedara esa tarde con el en casa ya que me iba a tirar la tarde trabajando, y así no podría interrumpir nada.
Ella instantáneamente me dio un codazo y se rio conmigo.
Yo le hable de lo emocionada que estaba con todo lo relacionado con el, con Cepeda.
Cepeda. ¿Eso es un nombre? pareciera que no, es demasiado raro para serlo.
Saco mi móvil mientras voy a la estación de tren y busco que es.
"Es un apellido" pone en esa extraña pagina web.
¿A quien le puede gustar que lo llamen por su apellido? Al parecer a el chico por la que estoy calada hasta los huesos.
Llego a la estación justo cuando debe de haber pasado el tren al que debería de haberme subido, pero que más da, lo importante es que llegue.
Al llegar lo veo sentado en ese banco incomodo donde tantas palabras hemos intercambiado con un periódico entre sus enormes manos.
Me acerco a el sigilosamente y le quito el periódico de entre sus manos, haciendo que de un gran bote que me hace reír como una idiota.
-¡Que susto!-dice llevándose una mano a su pecho.
Yo no podía parar de reír, me había echo demasiada gracia.
-¿De que te ríes brujilla?
Agarra con dulzura mi mano y me acerca a el, haciendo que me sentara en su regazo.
-¿Que tal?-le pregunto arreglándole la ceja despeinada.
Era consciente de que cualquiera que nos viera pensaría que éramos una pareja y que estaba locos por la gran diferencia de edad entre nosotros que era más que visible.
Yo acababa de entrar en la Universidad, siendo poco a poco independiente, sin rumbo fijo ni trabajo fijo.
El, al contrario de mi, ya había acabado la Universidad, era totalmente independiente, con rumbo fijo y trabajo fijo.
Estábamos en épocas totalmente diferente, yo todavía soy una cría, el tiene toda su vida echa, quitando a su vida amorosa, que ahí estoy yo para ocuparlo, o eso espero.
-bien.-dice no muy animado.
Terminó de peinarle la ceja, y pongo mis manos en mi regazo.
-Cuéntame que te pasa.
Cepeda mira a mis manos en mi regazo, distraído.
-voy a tener que irme a firmar unas cosas a sobre el trabajo a Barcelona.
Le miro con algo de pena.
¿en serio ahora que estábamos bien se iba a ir?
-¿y cuantos días son?
-no son fijos, me han dicho que aproximadamente 5 días, pero pueden ser más o menos.Lo miro a los ojos.
¿5 días sin saber de el?
¡podían ser más!
Cepeda se da cuenta de mi cara y abraza más fuerte mi cadera.
-hablaremos por telefono todos los días, no perderemos el contacto, no hay de que preocuparse. Te quiero, ¿recuerdas?
Sonrió mirando a mis manos, que siguen apoyadas en mis piernas.
Me encantaba oir de su boca "te quiero".
-5 días son mucho.-musito.
-se nos pasará rápido, ni te enteraras.Asiento y abrazo su cuello.
Lo iba a echar mucho de menos, creo que más de lo que voy a admitirlo nunca.
Los altavoces nos avisan de que viene el tren donde nos subiremos, por lo que me levanto de su regazo y nos acercamos a las vias del tren levemente.
Su mano roza la mía, haciéndome sentir cosquillas muy agradables.
Si te asomabas, podía ver el tren llegar.
En ese mismo momento, Cepeda me agarra entre la cintura y la cadera y me acerca a el.
-te quiero.-me susurra.
Y sin poder responderle ni siquiera, junta sus labios con los míos, en un dulce y deseado beso.
Algo dentro de mi explotó, justo cuando el tren se para delante nuestra nos separamos.
-nos vemos a la vuelta, enana.
Da un beso rápido a mi frente y un pico haciéndome sonreír.
El se mete en el tren antes de mi.
No tarde mucho en entrar en el, pero estaba muy confusa.
Nos habíamos dado nuestro primer beso en una estación mugrosa. Pero nuestra estación de tren.
Cepeda.
Sabía que me había adelantado mucho besandola, pero iba a estar sin verla mucho tiempo, y necesitaba un recuerdo más allá de nuestros abrazos, aunque no los cambiaría por nada.La mañana fue tranquila y sin mucho ajetreo, tan sólo dejaba las cosas preparadas para mi estancia en Barcelona.
Me dormí pronto pues ese día debía despertarme antes.
Un día, o mejor dicho, una noche más soñé con ella.
¿que quien es ella? ¡quien va a ser!
Aitana.
Llegué a casa con una sonrisa. No había dejado de pensar en el beso con Cepeda.Creo que no me he sentido más especial en mi vida.
Es una sensación increíble besarte con alguien del que realmente estas enamorado, y sentir miles de cosas en esa simple caricia entre labios.
Me preparé cualquier cosa para cenar y caí en brazos de Morfeo rápido.
Soñe con un chico de pelo negro y rizado y una sonrisa increíble en la estación de tren.
Fin Miércoles 3 de Marzo.
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Jueves. - Aiteda.
RandomNovela inspirada en la canción Jueves de La Oreja De van Gogh. Le regaló el último soplo de mi corazón.