4-Jueves 26 de Febrero.

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Aitana.
Un día más, corría por las enormes calles de Madrid.

¿seré capaz de ser puntual algún día?

Lo dudo.

Llegó y el tren se va ante mis ojos.

-mierda.-digo tocandome la frente.
-¿un día más?

Giró la cabeza y observó a Cepeda.

-un día más.-suspiro.

Cepeda me sonríe y abraza de una forma sorprendentemente cariñosa mis hombros.

-siéntate, estarás agotada.

Asiento, andando junto a el hacía los dos únicos asientos de ese lugar.

-el día que llegues, tendrás hasta que avisarme porque no me lo creeré.
-eres un axagerado.
-¿en serio?

Niego mirando a otro lado.

-¿qué tal la serie esa animada?
-bien, ya he mandado las primeras cosas.

Le mire sorprendida.

-¿tan rápido?
-cuando estoy nervioso tiento a hacer las cosas con más rapidez.
-¿pero las harás bien?
-soy perfeccionista.

Asiento sonriendo levemente.

-¿tú veras la serie?
-claro.
-ahora tengo más ganas de que salga.

Niego riendome.

-seguro que será una serie 10. O al menos tus dibujos.
-tiene buena pinta.

La megafonía avisa de que esta a punto de llegar el tren, por lo que nos levantamos ambos, dirigiendonos a el.

-nos vemos mañana si vuelves a llegar tarde.
-ja ja ja, muy gracioso.

Las puertas del tren se abren, y como la última vez, nos perdemos entre la multitud, perdiendo nuestros rostros.

Cepeda.
-Diego, ¿como se si me he enamorado de alguien?

Diego me mira con lo ojos como platos y muerde su manzana.

-No hagas preguntas, sólo responde.

Diego asiente poniéndose de pie.

-no se que responderte, tío. Te tienes que haber enamorado alguna vez.
-¿pero cuando se que es la definitiva?

Diego se sienta en una silla al lado mía.

-eso nunca se sabe.
-lo imaginaba.
-¿quien es?
-no la conoces.

Diego asiente volviendo a morder su manzana roja.

-¿dónde la has conocido?
-en la estación de tren.
-No es muy romántico que se diga.
-¿y quién a dicho que lo bonito sea romántico? Me siento bien con ella, fin de la cuestión.

Tras decir esas palabras, cierro mi archivador, dispuesto a irme, pues mi turno ya terminó.

Aitana.
-No se Marta, es todo muy raro.
-estas encoñadisima.
-no digas tonterías.
-no las digo.

Aitana rueda los ojos y empieza a jugar con un bolígrafo de su escritorio.

-¡bueno! ¡que da igual! Aunque quieras follartelo en la propia estación de tren.
-¡Marta!- grito al telefono.
-¿qué tal las clases?-cabía de tema.

Hablamos de varios temas banales mientras en sueño llama a ambas puertas, y colgamos.

Me pongo el pijama y voy a la cama.

Mañana era viernes y quería estar descansada.

Aunque no sabía muy bien si quería llegar a la hora de la que estaba acostrumbada ir a la estación.

Me podría acostrumbar a este nuevo horario.

¡menuda tontería! ¡si tienes que ir corriendo a la Universidad para no llegar después de el o la profesora.

Cepeda.
-hoy salimos de fiesta.
-¿que? ¡No!
-tienes que despejarte, sólo piensas en esa desconocida, y te va a explotar el cerebro.
-mañana trabajamos, ya el sábado si eso, Diego, vete a casa que todavía te la llevas.
-como siempre, un amargado.
-adiós.

Diego se va y yo enciendo la televisión y pongo Netflix, para ser más exactos la serie "retame", me está gustando aunque tampoco es mi favorita, y me preparo un sándwich para cenar e irme a dormir.

Pensando otra vez en ella.

¡maldita sea!

Jueves. - Aiteda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora