Volver a Verte // Julright🌸

Cap. 4|| Su Vuelta

Terminamos de cantar la última canción del concierto y los dieciséis junto con los bailarines nos vamos a los camerinos para cambiarnos y poder ir de fiesta en cuanto todos estemos listos.

Nosotros tan sólo tenemos que quitarnos la ropa del concierto, por muy bonita que sea hay cosas demasiado extravagantes. Pero los bailarines tienes que arreglarse un poco más o eso dicen ellos.

Cuando ya termino de vestirme como lo haría normalmente, voy hacia fuera del camerino, la parte trasera de donde dimos el concierto ya que no quedan fans. Como soy de las primeras en terminar me pongo a revisar el móvil, todo el mundo está comentando el concierto ahora mismo. Y realmente me tiro un buen rato dando likes a publicaciones, dejando algunos comentarios y dando likes a muchos otros. Pero me desconcentro de mis tareas porque la veo a ella.

Patricia.

Ella me mira disimuladamente, pero ni siquiera se molesta en saludar, va directa a algunas de las bailarinas que ya están fuera. Por mi mente pasa la imagen de Carlos con ella, esa que tantas veces se repitió en mi cabeza cuando no le hablaba por celos o lo que fuese aquello.

Unas manos en mi cintura me sacan de ese enfado ficticio que me ha causado el recuerdo y me giro para verle a él. Con el pelo ligeramente alborotado y despeinado, esa combinación que solo le queda bien a él, y esa sonrisa que me enamoro desde el primer día.

– ¿Qué haces aquí sólita, locuela?

– Nada, estaba mirando que les ha parecido el concierto de esta noche y comentando ciertas cosas con ellos. Están encantados.

– Normal, teniendo a Julia Medina entre los cantantes...

– Eres un exagerao.

Le doy un pequeño golpe en el pecho a la vez que me rio y él aprovecha para agarrarme de la mano y tirarme hacia si mismo para besarme. Aunque los primeros instantes estoy sorprendida porque no me lo esperaba, no dudo en responderle el beso al segundo. Pero el beso y nuestro momento a solas dura poco, ya que un leve carraspeo a nuestro lado nos hace separnos.

– ¡Carlos! No te veía desde aquella noche, te fuiste sin despedirte.

– Patricia – Carlos coloca una sonrisa bastante forzada en su rostro – Si... Aquel día pasaron muchas cosas.

Patricia nos mira a ambos y luego simplemente a mi. Ella sonríe, aunque no parece muy realista, y me tiende la mano.

– Como ya habrás escuchado soy Patricia, una amiga de los bailarines y amiga de la infancia de Carlos.

Le acepto la mano a la vez que coloco la misma sonrisa falsa en mi cara y ambas nos damos dos besos, algo incómodos.

– Yo soy Julia, aunque creo que también lo sabes.

Carlos nos mira a ambas como si le fuera a dar algo, creo que tiene miedo de lo que pueda pasar durante la conversación. Patricia le mira, ignorandome por completo, y vuelve a hablarle a él.

– Aquella noche que te fuiste del bar de repente me dijiste que me hablarías por instagram, pero no lo hiciste...

– Ehm, bueno. Desde aquella noche las cosas se complicaron un poco con cierta gente y realmente no quería hablar con nadie que no fuese esa persona...

Carlos me mira de reojo y yo me siento como una completa imbécil al recordar aquel mes y medio de tortura auto impuesta. Patricia me echa una mirada furtiva y parece entender todo.

– Oh... Espera ¿Tu eres la chica que se marcho de allí montando un drama? Carlos ni siquiera se dio cuenta hasta que se lo dijo otro de tus compañeros, podrías haberte ahorrado la salida dramática para llamar su atención.

– Mira, Patricia. Tu no sabes nada, ni siquiera una cuarta parte de lo que yo viví aquella noche. Así que, no hables de las cosas que no sabes, porque puedes quedar muy mal, cielo. Es tan solo un consejito.

Ella me mira, a punto de responder algo mucho peor que lo mío, ya que no es nada complicado, pero Miki, Nat, Maria y Marta salen fuera gritando y cantando como locos para que vayamos yendo al local de la fiesta.

(...)

Miro el reloj por décima vez en media hora y luego vuelvo la vista hacia ellos. Llevan toda la noche hablando, riendo e incluso bailando. Y Carlos ni siquiera ha girado la cabeza para mirarme.

Suelto un suspiro, me tomo de un trago lo que me quedaba de copa y vuelvo a mirar la hora.

Las 4:45.

Yo ya no aguanto más aquí, así que decido marcharme. Me levanto con cierta rapidez y al segundo de estar de pie siento un leve mareo, pero me repongo al instante. Recojo mi bolso y mi chaqueta y salgo del local con rapidez, no quiero que se entere de que me he marchado, serán demasiadas preguntas y las pocas neuronas que no han sido machacadas por el alcohol está noche no están preparadas para ello.

Al salir el viento frio hace contacto con mi piel y un escalofrío recorre mi espalda, obligándome a ponerme la chaqueta.

– ¡Juls!

Alba viene hacia mi, corriendo un poco ya que me he alejado de la puerta mientras me ponía la chaqueta. Al parecer ella estaba fuera con Nat, mi morena amiga había salido a fumar.

– Hey...

– ¿Ya te marchas? ¿Y Carlos?

– Yo... No me encuentro muy bien, y él se lo está pasando en grande. – el recuerdo de ambos juntos ahí dentro me obliga a callarme durante unos segundos – No quería molestarle.

– ¿Esta con Patricia, no?

Me rindo ante Alba y asiento, dejando que unas lágrimas rebeldes se resbalen por mis mejillas. La rubia me quita las lágrimas y me abraza.

– Vamos al hotel, anda.

Ella avisa a Nat desde la distancia y acto seguido me pasa el brazo por el hombro para caminar así hasta el hotel.

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